4.7
Conforme se acerca la celebración de la Asamblea Nacional Ordinaria XXII del PRI, va en aumento también la presión de un movimiento de priistas que buscan abrir la elección del candidato presidencial a las bases y evitar el “dedazo” presidencial.
Internamente los llaman “rebeldes” o “político de café”, lo cierto es que este grupo de priistas encabezados por la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, está cimbrando fuerte los cimientos del tricolor.
Lo que piden estos priistas provenientes de distintos lugares del país y fracciones del partido es la democratización del mismo.
“Sigo luchando para democratizar a mi partido, no quiero que el PRI se convierta en un Morena, en el que el destino de todo un partido depende de una persona o de un pequeño grupo de personas; quiero que el PRI sea movido por la fuerza de su militancia, de la gente que trabaja y vive por el partido”, dice uno de los spots publicitarios de la exsecretaria nacional del PRI en sus redes sociales.
Para Ortega y otros priistas la solución está en escuchar a la militancia y cambiar el método y el procedimiento de seleccionar a los candidatos.
“Si el candidato lo elige la militancia y lo elige la ciudadanía gobernará para la militancia y para la ciudadanía, no para una cúpula”, dijo en una reunión de priistas el pasado sábado.
Además de la democratización del partido, y la designación de los candidatos para 2018, Ortega pide la renovación del Comité Ejecutivo Nacional, en pocas palabras pide la cabeza de su dirigente, Enrique Ochoa Reza.
A estas voces se suma la exdiputada federal Beatriz Pagés Rebollar que en la editorial de su revista Siempr! acusó a la dirigencia nacional del partido de secuestrar la candidatura del PRI a la presidencia de la república.
“La dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional y las elites que la acompañan intentan secuestrar el proceso de elección de la candidatura presidencial, para en su momento –enero o febrero-, implantar, sin la necesaria legitimación, la designación”, escribe en la editorial.
Además reconoce que el PRI cuenta con los índices más bajos de aceptación y de contar con un candidato impuesto sería un “electoralmente muerto”.
Las voces de disidencia en el PRI también vienen de Oaxaca, recientemente el exgobernador del estado, Ulises Ernesto Ruiz Ortiz anunció que su partido perderá la presidencia en 2018 si no abre su proceso de postulación de candidato.
Entre los priistas a favor de la consulta a las bases se encuentran José Encarnación Alfaro, José Ramón Martel, Alberto Aguilar Iñárritu, José Adolfo Murat, Yolanda de la Torre, Pablo Casas Jaime, Nabor Ojeda y Jaime Santoyo Castro.
Todos los hombres del presidente
El senador Arturo Zamora, uno de los hombres más cercanos a Enrique Ochoa, contestó a los 89 priistas que buscan la democratización del partido.
“Se trata de palabras expresadas desde lo visceral, son políticos de café que se reunieron a criticar y a dañar a nuestro partido, no representan al priismo nacional; sobre todo, porque sus palabras están expresadas desde la frustración”, dijo.
Por su parte, Manlio Fabio Beltrones declaró lo importante que era la presencia de Enrique Peña Nieto en la elección del nuevo candidato a sucederlo.
“El presidente de la república es un militante orgulloso del PRI y por ello tendrá mucho que ver con la responsabilidad del proceso para seleccionar candidato, el mejor, la mejor, aquella que nos garantice más unidad y consistencia con nosotros para después ir por los otros”, dijo buscando unir.
Lo cierto es que solamente la unidad podría salvar al PRI, unidad para elegir un candidato y unidad para apoyarlo, sea democráticamente o por el típico y viejo “dedazo”.
¿Quién es Ivonne Ortega?
Ivonne Ortega Pacheco anunció de manera oficial sus intenciones de buscar la candidatura de su partido como aspirante presidencial.
“Quiero ser candidata de mi partido y estar cerca de la gente, los políticos nos hemos alejado de los ciudadanos, quiero regresar a eso”, dijo en una entrevista.
Consciente de que una designación por “dedazo”, proveniente de Los Pinos no le favorecería, optó por cimbrar al partido y buscar militantes aliados para exigir en la 22 Asamblea del PRI una elección abierta para elegir a quien abandere al tricolor.
Ortega es proveniente de Dzemul, Yucatán, estado que gobernó desde 2007.
Por su desempeño, la abogada fue elegida en 2012 como secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, cargo que dejó para convertirse en diputada federal en 2015.
También puedes leer:
PRI: Renovarse o morir por Carlos Salazar
