Jalostotitlán, tierra de ‘plata o plomo’

El asesinato del comisario de Jalostotitlán, Oswaldo García, revela que los ayuntamientos del interior del estado continúan bajo el yugo de la delincuencia organizada. La Fuerza Única Jalisco que cubría todas las regiones de la entidad fue desmantelada por el actual gobierno alfarista
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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La reciente ejecución del comisario de la policía municipal de Jalostotitlán, Jalisco, por el buen trabajo que venía desempeñando en ese municipio de la Región Altos Sur, mostró que en el estado continúa la ley de “plata o plomo” que ha impuesto la delincuencia organizada.

El 31 de mayo fue asesinado Oswaldo García Vallejo, quien estaba a cargo de la seguridad pública de ese municipio jalisciense. Según las autoridades estatales, estaba destacando por su trabajo “honesto” y “decidido”, pese a estar en una zona con una alta presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)

A un año y seis meses de la administración que encabeza el mandatario Enrique Alfaro Ramírez, la cual dice tener por objetivo la “refundación” de la esfera gubernamental de Jalisco, los ayuntamientos del interior del estado continúan vulnerables ante la fortaleza que sigue demostrando el CJNG.

Hasta el momento, el Gobierno estatal no ha presentado ningún programa específico que tenga por meta el fortalecimiento de las policías municipales fuera del Área Metropolitana de Guadalajara, aun cuando hechos como el de Jalostotitlán hacen evidente que esas corporaciones persisten bajo el yugo de la delincuencia organizada.

A diferencia de otros servidores públicos asesinados sobre los que llegan a trascender presuntos vínculos delictivos, en el caso de García Vallejo las autoridades estatales no han dudado en poner de relieve que estaba participando en operativos de relevancia contra los grupos criminales.

Es una agresión directa consideramos relacionada con su trabajo, con las labores que desempeñaba; es una agresión derivada seguramente de detenciones anteriores, en las que participó muy activamente con la Secretaría de Seguridad y con otras autoridades haciendo su trabajo de manera honesta y decidida
Gerardo Octavio Solís GómezFiscal del Estado de Jalisco

García Vallejo fue sorprendido por un grupo de sujetos armados a las afueras de una tienda de conveniencia ubicada dentro de una gasolinera, en la Autopista a Guadalajara, en Zapotlanejo. Le dispararon cuando menos 40 tiros con “cuernos de chivo”.

“No había recibido amenazas recientemente, sin embargo, fueron múltiples y variadas las detenciones y la participación en operativos conjuntos de donde consideramos que pudiera haber sobrevenido u originado la agresión, pero alguna amenaza reciente reflejada en alguna carpeta o en algún comentario hacia sus superiores o compañeros de trabajo parece que no se manifestó así”, expuso el fiscal.

El 4 de febrero pasado, la Policía de Jalostotitlán participó en la detención de 10 presuntos miembros del CJNG, tras un enfrentamiento en ese municipio, asegurando nueve armas largas, dos cortas y cinco vehículos.

El hueco de la Fuerza Única

El exgobernador Aristóteles Sandoval Díaz implementó en su sexenio una política específicamente para fortalecer las labores de seguridad en los municipios del interior del estado: la Fuerza Única Jalisco.

Esta corporación integraba tanto a elementos de la Policía estatal como de los distintos municipios de la entidad y tenía dos componentes: la Fuerza Única Metropolitana, en Guadalajara; y la Fuerza Única Regional, que cubría el resto de las regiones y municipios del estado.

Su creación decía responder a “ataques a instituciones y atentados contra elementos de seguridad pública; presencia del crimen organizado y tránsito de grupos armados; aumento de delitos de alto impacto; falta de coordinación intermunicipal; falta de recursos de inteligencia de las policías para hacer frente a la delincuencia organizada y vulnerabilidad de las policías municipales ante las acciones del crimen organizado”.

A pesar de que los problemas a los que respondía la Fuerza Única Jalisco hoy persisten en el estado, como lo muestra el caso de Jalostotitlán, el gobierno de Alfaro Ramírez la desintegró, sin haber creado otro mecanismo en su lugar que paliara las debilidades estructurales de los ayuntamientos de las distintas regiones para hacer frente al crimen organizado.

El actual gobierno estatal desintegró a la Fuerza Única de Jalisco sin crear otro mecanismo en su lugar que paliara las debilidades estructurales de los ayuntamientos

Culpan a Federación

Aunque fue el gobierno de Alfaro Ramírez el que desintegró a la Fuerza Única Jalisco que tenía presencia en las distintas regiones del estado, el senador jalisciense, Clemente Castañeda Hoeflich, culpó recientemente de la debilidad de las policías locales al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“El Gobierno federal ha postergado por casi seis meses la ampliación presupuestal que se requiere para iniciar el proceso de fortalecimiento del estado de fuerza de dichas instituciones”, señaló el pasado 31 de mayo.

El legislador presentó un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, para que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana “dé una explicación detallada sobre por qué no se han realizado las ampliaciones presupuestales que mandata la Constitución” para fortalecer a las policías estatales y municipales.

El reclamo se basa en el artículo Transitorio Séptimo de la reforma constitucional que creó la Guardia Nacional, publicada el 26 de marzo de 2019, que dice que los ejecutivos estatales debían presentar un diagnóstico y el programa de fortalecimiento de sus policías, y que para su ejecución “se establecerán las previsiones necesarias en los presupuestos de Egresos de la Federación y de las entidades” a partir del 2020.

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