Josefina, tras el voto obrero
Josefina Vázquez Mota busca dejar atrás de manera definitiva a Andrés Manuel López Obrador en las encuestas. Quiere convertir, a un mes de las elecciones, la arena electoral en una batalla de sólo dos gladiadores: ella y Enrique Peña Nieto.
No es tarea fácil. Necesita extraerle el tuétano obrero al movimiento del tabasqueño, restarle decenas de miles de votos y conducirlos a sus filas.
Raúl TortoleroJosefina Vázquez Mota busca dejar atrás de manera definitiva a Andrés Manuel López Obrador en las encuestas. Quiere convertir, a un mes de las elecciones, la arena electoral en una batalla de sólo dos gladiadores: ella y Enrique Peña Nieto.
No es tarea fácil. Necesita extraerle el tuétano obrero al movimiento del tabasqueño, restarle decenas de miles de votos y conducirlos a sus filas.
Para ello, cuenta con un arma poderosa. Es Ricardo Espinoza López, un atípico líder sindical que promueve todos los valores democráticos, el extremo contrario del sindicalismo negro. Y que además, dice no buscar puestos políticos, ni prebendas.
Y es que Espinoza asegura tener “una imagen positiva” de Vázquez Mota. Para él, sería muy importante “que se desarrollara su candidatura positivamente”.
Le planteamos que muchas voces lo ubican como el “cerebro obrero” detrás de Josefina. Responde que no es tan cerebro ni tan genio. Pero sí tiene una idea y un sentimiento genuinos de lo que quiere que sea el movimiento obrero en México.
Sindicalismo “transformador”
Ricardo Espinoza pregona –y quiere que Josefina lo haga también- cuentas claras, libertad para votar y para militar en cualquier partido.
No impone cuotas, no las centraliza. Se opone a que líderes sindicales detenten al mismo tiempo cargos de gobierno… y está dispuesto incluso a ser auditado.
Espinoza es la punta de lanza de la CAT que creció de la mano del ex secretario del Trabajo, José María Abascal Carranza, hasta contar ahora con cerca de 400 mil afiliados en todo el país.
Hoy, inspira el “speech” y la oferta laboral de Josefina Vázquez Mota.
La candidata del PAN busca con ello arrebatar parte del voto de la clase trabajadora a las izquierdas representadas por López Obrador, candidato del Movimiento Progresista, que une al PRD, el PT y el Movimiento Ciudadano.
Se trata de una suerte de sindicalismo “transformador”… con sangre azul. Uno que propone dejar las cuotas enel seno de cada sindicato, en lugar de “aspirarlas” desde una sede central, ir contra el corporativismo y el partidismo, y promover la transparencia.
De 52 años, su historia personal podría ser definida como la de un “sobreviviente de todo”. De cuna muy humilde, de niño fregaba pisos y alfombras para sobrevivir. Se hizo cargo de sus hermanos, todos menores que él. Se tituló como abogado.
Enfrentó al rancio sistema priista en los albores de su carrera sindical. Amenazas, violencia, puertas cerradas. Además, uno de sus hijos trágicamente falleció mientras jugaba futbol. Luego Ricardo Espinoza sufrió cáncer… Y sigue en pie de lucha. A todo ha sobrevivido.
Viaja a Ginebra cada año como invitado de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, de la Organización de las Naciones Unidas). Es delegado de México ante 11 países, de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Participa en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, de la que es Consejero Titular del Sector Obrero. Pero que piensa,como ya ha dicho públicamente Josefina, que debería haber una comisión de “salarios máximos”. Es decir, una especie de organismo ciudadano que regule los topes salariales para funcionarios, según sus resultados.
Pareciera que el PAN guarda una excelente relación con la clase empresarial. Y Josefina ha sido aclamada en foros de empresarios e industriales… pero el PAN y Josefina “cojean” en sus vínculos con los asalariados, con los obreros.
“Nosotros hemos manifestado nuestras inquietudes a Josefina. Quisiéramos que ella nos hiciera caso como candidata y si llegara a ser presidenta, que se preocupara por los salarios”, dice el jefe de la CAT, quien, humilde, no se percibe como el “puente” entre ella y la clase obrera.
Sensibilidad obrera
La relación de Josefina Vázquez Mota con Carlos Abascal data de al menos hace dos décadas, tiempos en que ambos participaban en organizaciones patronales, donde ella era una fluida conferencista que promovía los valores empresariales como clave para el desarrollo social.
Más tarde, durante el sexenio de Vicente Fox, Abascal se desempeñó primero como secretario del Trabajo, donde trabó una relación estrecha con Ricardo Espinoza y su organización, a la que favoreció, observando las características que la hacían distinta a las centrales cercanas al PRI o al PRD.
En México existen tres grandes centrales obreras. La CTM es identificada como la base obrera del PRI. La UNT es vista como asociada al PRD. Y la Alianza Sindical Mexicana es entendida como cercana al PAN, pese a que algunas de las organizaciones que la integran han jugado con otros partidos.
Más tarde, cuando Abascal Carranza fue secretario de Gobernación, sustituyendo a Santiago Creel Miranda, continuó sorprendido favorablemente del sindicalismo “humanista” de Espinoza.
El sindicalista conoció a Vázquez Mota cuando ella fungía como secretaria de Desarrollo Social. La frecuencia de sus encuentros se ha incrementado en los últimos meses. Ha tenido recientes acercamientos con ella en los que le ha expuesto las líneas de acción para construir un nuevo sindicalismo en México.
Propuestas para la clase obrera
Ricardo Espinoza propone la plena democratización del sindicalismo; mejoría de salarios, la recuperación del poder adquisitivo como prioridad, en un plan nacional de desarrollo, que motivaría la creación de empleos al incrementar el consumo interno de bienes y servicios.
También: el rechazo a la corrupción; libertad partidista real: no a la imposición de pertenecer a un partido político; no-partidismo; pluralismo político; reforma laboral integral, no ocupar cargos de elección popular al mismo tiempo que se ostente un cargo sindical y mejoría de la seguridad social.
En su lista de propuestas no queda atrás mejorar la seguridad social de los trabajadores, “saneando al IMSS” y limpiándolo de corrupción. Brindando atención hospitalaria real, atención quirúrgica real, y asistencia en medicinas y atención, reales.
Advierte que no sería aceptable que desaparecieran el IMSS para dejar sólo el Seguro Popular.
Regular el sistema de pensiones es otra prioridad para este abogado, al igual que mantener un ánimo conciliador con los patrones, no dejar que crezcan los problemas, arreglarlos cuando aún son pequeños.
Asimismo, la CAT plantea un equilibrio entre la competitividad, la productividad y la capacitación; e impulsar la seguridad pública.
“Sería aplastante”
Si Josefina Vázquez Mota recupera el apoyo de la clase trabajadora, históricamente dejada de lado por el PAN, que ha privilegiado su relación con el sector empresarial, su triunfo “seríaaplastante”, considera Espinoza.
El 52% de los mexicanos representa la economía activa del país, ya sea formal o informal. De los 115 millones de mexicanos que hay ahora, la mitad trabaja y tiene que llevar algo a su casa. “Por eso hay una relación directa entre el trabajador, la familia y los votos”.
Por ello, si alguien abandera al movimiento obrero -a los trabajadores, no a los líderes-, desde luego que tendría un triunfo contundente.
Pero si se siguen haciendo declaraciones superfluas por parte de algunos candidatos –advierte eldirigente- que nos presentan como si todo fuera una telenovela en los spots, y otros como si se fuera a hacer una revolución, el país lo va a lamentar.
En las próximas semanas se verá con claridad si Josefina pudo o no dejar atrás a López Obrador, valiéndose de los conceptos de la C.A.T., que, además, claro, es una organización de 400 mil afiliados cuyos votos podrían inclinarse por ella, si su agenda es abrazada por la candidata…