La juventud en México y Jalisco se alza como un elemento fundamental del proceso electoral. Para este 1 de julio, algunos partidos han apostado por llegar a los casi tres millones de votantes jóvenes en Jalisco, conocido como el ‘voto millennial’, por ser la generación nacida entre 1980 y el 2000.
A nivel nacional, las personas entre los 15 y los 29 años son el 25 por ciento de la población, lo que los hace un blanco fácil de las estrategias electorales ante los que van a tomar una decisión por primera vez en esta materia.
En spots y propuestas han destacado los enfoques hacia los jóvenes, con temáticas en donde algunos se dirigen a sus padres para hablar sobre su apoyo o indecisión por algún candidato. Además del reciente spot musical del Instituto Nacional Electoral, con el rapero Danger, en donde se busca llegar a esta población, y específicamente a quienes tienen un gusto especial por este estilo musical urbano.
Asimismo, instituciones como la Universidad de Guadalajara, la Red Interuniversitaria de Jalisco, Consejo Coordinador de Jóvenes Empresarios y el INE se aliaron en la iniciativa Presentes, para lograr un 65 por ciento de la participación de este sector en la elección.
Actualmente hay cerca de 2 millones 987 mil jóvenes entre los 18 y los 29 años en Jalisco, de acuerdo con el listado nominal del Instituto Nacional Electoral (INE). Del grueso de jóvenes que podrán ejercer su voto, 267 mil lo emitirán por primera vez.
Carne de cañón
La perspectiva que se tiene de los jóvenes en el periodo electoral es muy oportunista, ya que parte de una visión adulta de lo que ‘todavía no se puede hacer’, expresa el investigador de El Colegio de Jalisco y experto en culturas juveniles, Rogelio Marcial Vázquez, en entrevista
“El discurso es que el joven es el futuro, el joven es el que va a llevar las riendas de este país en pocos años. Es un discurso muy adultocéntrico, es decir, estos son los chavos que en algún momento tomarán decisiones pero ahorita deben de obedecernos a nosotros porque están en formación. Los adultos somos los que sabemos, los que los podemos encaminar a donde deben de ir, ellos todavía no tienen un criterio, pero tienen la fuerza”, expresó Marcial Vázquez.
El investigador señala que a final de cuentas la juventud es una construcción social que parte de la idea de lo que limita a esta población en términos de acción dentro de la vida política. Pues la juventud fue materia de debate y estudio apenas durante la segunda mitad del siglo XX, cuando las culturas juveniles comenzaron a desarrollarse a partir de su crítica al sistema de los adultos, entre ellos los hippies, punks, dark o mods.
“Hubo una campaña, creo que era de Anaya, que decía ‘los jóvenes con su potencia y los adultos con su experiencia’. Esa es una visión adultocéntrica. Potencia se traduce en algo que puede hacer, no que hace. Entonces esa visión es muy típica en nuestra sociedad, que el joven no debe de hacer todavía, sí puede hacer pero es el momento para cosechar el futuro. Entonces, tiene que aprender, educarse y nadie puede hacerlo más que los adultos”, señala el investigador del Colegio de Jalisco.
Rogelio Marcial señala que si bien es cierto que los jóvenes constituyen un elemento fundamental en la suma de los votos, finalmente sólo son una carne de cañón en donde los partidos no vuelven a buscarlos para crear políticas públicas con enfoque juvenil. Por ello es crítico con respecto a los enfoques académicos y periodísticos que buscan ensalzar esta lógica que se limita al periodo electoral.
¿Son revolucionarios?
Rogelio Marcial Vázquez, experto en temas juveniles, destaca la construcción discursiva que se ha creado a partir de catalogar al joven como un sujeto progresista o de avanzada, cuando también hay diversidad de opiniones que les muestran cercanos a posiciones conservadoras.
En los análisis académicos y periodísticos se destaca la identificación de la última generación juvenil, denominada como ‘millennial’, como jóvenes críticos y más cercanos a posiciones políticas de izquierda o progresistas. Del tema se destaca, sobre todo, el contexto de las palabras ofrecidas por el presidente de Chile, Salvador Allende, en Guadalajara durante los años 70, con respecto a que ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica.
El académico destaca un caso cercano a su entorno laboral. Hablando de la experiencia de los paros que se realizaron en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), en donde los jóvenes se enfrentaron por su autonomía y frente a la violencia.
“Dentro de los jóvenes están las dos posiciones. Hay chavos, que en este caso estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, salieron con muy buena actitud con una disidencia e independencia de las instituciones de la propia universidad y de la FEU, tomando sus decisiones propias. Pero también hay jóvenes reaccionarios, que están del otro lado (…).
“Yo creo que son jóvenes que piensan distinto y que siguen este discurso adultocéntrico de que tienen que hacer lo que les dicen los adultos y esperar, y por eso es tan diversa la juventud. Porque yo pienso que hay muchos más jóvenes que están del lado de los adultos por su forma de pensar que otros jóvenes”, concluye Marcial Vázquez.