Debilitada en tres décadas de existencia y “sin dientes” para ser una institución con carácter, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), con Rosario Piedra al frente, vive una crisis.
En entrevista, José Galindo Rodríguez, autor del libro “La CNDH: una consecuencia de la política económica y social de México”, afirma que este órgano nunca ha sido un ente independiente y con Rosario Piedra a la cabeza, menos.
El especialista comenta que la autonomía de la CNDH es “simbólica” y ese modelo se rompe desde la Presidencia de la República, ya que a Andrés Manuel López Obrador “le encanta tener control sobre las instituciones”.
“Ella (Rosario Piedra) no ha mostrado independencia en el manejo de sus funciones y hay alineación directa con el poder presidencial; tampoco tiene la libertad de tomar decisiones”, explica Galindo Rodríguez.
Para el analista de temas de derechos humanos, el cambio más radical en la dirección de la CNDH desde hace tiempo es el que sigue ahora.
Reconoce que lo mejor de la institución a lo largo de los 30 años de existencia fue hacer una buena promoción de que los ciudadanos tienen derechos humanos. La sociedad se comenzó a enterar y cambió el paradigma social.
“Sin embargo, nunca ha sido una institución fuerte. En algunas ocasiones fue crítica, pero siempre ha estado muy alineada y ha sido muy cercana a los diferentes regímenes”, agrega.
Rosario Piedra Mantiene el cargo en Comité ¡Eureka!
Rosario Piedra Ibarra se mantiene al frente del Comité ¡Eureka! mientras al mismo tiempo dirige la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En la solicitud de información 351000024820 correspondiente a agosto de 2020, la CNDH respondió que el horario de labores de la presidenta del organismo es de 10:00 a 22:00 horas.
“Cabe señalar que existe gran compromiso de la presidenta para atender y supervisar muy de cerca todos los asuntos relacionados con la defensa y protección de los Derechos Humanos”, expone la Comisión.