La actitud republicana hacia Pemex y política energética
Mientras los republicana demócratas toman a Pemex como mal ejemplo, los republicanos, particularmente aquellos con vínculos a la industria petrolera, se han opuesto a la política energética de AMLO por considerar que atenta contra el T-MEC
Carlos MontesinosSi bien los demócratas aprovecharon el incendio en el Golfo de México para tomar a Pemex como un mal ejemplo, sus opositores republicanos han sido mucho más agresivos al momento de criticar la estrategia de Andrés Manuel López Obrador para fortalecer a la empresa productiva del Estado. Incluso llegando a abogar abiertamente para que no se realice la venta de la refinería de Texas que el primer mandatario anunció en mayo pasado.
El mismo día en el que ocurrió la explosión en Ku Maloob Zaap en las costas de Campeche, el republicano Brian Babin, miembro de la Cámara de Representantes, envió una carta a las secretarias del Tesoro, Janet Yellen, y de Energía, Jennifer Granholm, de la administración de Joe Biden, en la que les urgía a impedir la venta de la refinería Deer Park de Houston, descalificando el manejo corporativo de Pemex.
“Pemex carece de la experiencia ejecutiva, gerencial y técnica en la operación segura de instalaciones de vanguardia como esta (Deer Park). La transacción incrementará considerablemente los riesgos de accidentes industriales, una seria degradación ambiental y daños a la economía local por una mala administración empresarial”, escribió Babin en la carta donde también acusó a Pemex de prácticas de corrupción, sobornos y hasta “terrorismo financiero”.
Esta no es la primera vez que los republicanos se pronuncian contra la estrategia de López Obrador. En diciembre de 2020, los senadores Ted Cruz y John Kennedy encabezaron un bloque de 43 legisladores, incluyendo algunos demócratas, que solicitaban al entonces presidente Donald Trump su intervención ante lo que consideraban como “un patrón de obstrucción” por parte del Gobierno mexicano en el sector energético.
El senador Cruz, quien compitió por la candidatura presidencial republicana en 2016 y se promueve como uno de los aspirantes para 2024, ha sido un constante crítico de la relación comercial entre Pemex y firmas privadas estadounidenses.
Oil prices are at the highest level in 6 years. ⁰
Meanwhile, Biden is killing American energy independence, stopping US pipelines, and making it easier to build Russian pipelines. ⁰
America needs an all-of-the-above energy policy, not the Green New Deal.https://t.co/hemPDHfi9M— Senator Ted Cruz (@SenTedCruz) July 6, 2021
En septiembre de 2018, acusó a la petrolera mexicana de no pagar más de 250 millones de dólares durante los últimos cuatro años, responsabilizándola de la pérdida de casi dos mil empleos en más de 100 empresas.
Respecto a esta actitud por parte de legisladores republicanos, Arlene Ramírez, profesora del Tecnológico de Monterrey, apunta a la desconfianza que ha ido generando la política energética de López Obrador. Siendo que, incluso, hubo un intento al final de la administración de Trump para blindar la reforma de Enrique Peña Nieto con miras a salvaguardar las inversiones ya proyectadas, sin embargo, esto no prosperó.
“Una de las preocupaciones más grandes de los grupos republicanos es que México no esté a la altura de la implementación del T-MEC en todo su espectro y que los inversionistas estadounidenses no lleguen a México y eso no detone el ciclo natural que lleva la implementación del tratado en los tres países.”
Ramírez, también fundadora de la agencia Branketing Consultores Asociados, señala que esta preocupación por parte de algunos republicanos incrementa, puesto que tras las elecciones del pasado 6 de junio, el primer mandatario anunció una reforma constitucional en materia de energía eléctrica.
Por su parte, Raquel Saed, académica de la Universidad Iberoamericana, apunta a los intereses petroleros en el estado de Texas como parte de los motivos para los posicionamientos del representante Babin y el senador Cruz. Así como recuerda que este último busca ganar notoriedad en el espacio público, mediante declaraciones incendiarias, para posicionarse en la competencia interna del Partido Republicano.