La agenda de los aliados
Después de la elección el Congreso de la Unión podría integrarse con una mayoría de legisladores de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, liderada por Morena. Sin embargo, el PT y el PES difieren en posturas y principios, lo que llevaría a tensas negociaciones internas
Carlos SalazarLa coalición ‘Juntos Haremos Historia’ se perfila para convertirse en la principal fuerza política en ambas cámaras del Congreso de la Unión, sin embargo la agenda particular de cada partido podría convertirse en un factor que ponga a prueba la alianza electoral.
Mientras los principales partidos a nivel nacional se han recorrido más hacia el centro en los últimos años, tanto el Partido Encuentro Social (PES) como el Partido del Trabajo (PT) parecen ubicarse en los extremos de la ideología política y la pugna por impulsar su agenda legislativa es el augurio de tensas negociaciones al interior de la coalición.
Para intentar lograr el éxito electoral, Morena, principal partido del bloque, no solo tuvo que hacer cesiones en forma de candidaturas a sus aliados, sino que incluso ha dado cobijo a un gran abanico de políticos, previsiblemente con ideologías, aspiraciones e intereses propios, más allá de los partidos, otro factor que podría dificultar la cohesión.
El pragmatismo electoral y los intereses en común para alcanzar posiciones podrían llevar al PT, un partido que hace un par de años perdió el registro y al PES, un partido de origen evangélico sin posibilidades de figurar como una de las principales fuerzas políticas del país, a alcanzar una presencia legislativa que por sí mismos no habrían alcanzado.
Con presupuesto y presencia legislativa, estos partidos podrían impulsar su propia agenda pública a nivel nacional y para ejercer presión a Morena a cambio de su respaldo en el Congreso, ya que sin los votos de estos dos partidos, el peso de la bancada de Andrés Manuel López Obrador quedaría sensiblemente disminuida.
En el bloque legislativo que presumiblemente conformarán Morena, el PT y el PES sigue siendo una incógnita la plataforma política que impulsarán en la próxima legislatura y qué tanto espacio y oportunidad tendrán las propuestas del PES o el ideario del PT.
Si bien se espera que Morena, al ser el principal partido de la alianza lidere la bancada y en caso de una victoria de López Obrador impulsen los cambios legislativos que permitan mayor margen de maniobra al tabasqueño, durante los próximos años los legisladores del PES podrían usar la tribuna, por ejemplo para proponer la penalización del aborto o para prohibir los matrimonios entre parejas del mismo sexo.
Y ¿por qué no?, con una fuerza legislativa que no han tenido en sus 28 años de existencia el PT podría aprovechar su momento para exponer algunos puntos de su declaración de principios como el impulso de las ‘prácticas solidarias socialistas’ o la erradicación de las ideas ‘pequeño burguesas’.
En pleno 2018 y en el contexto de las libertades individuales que se han ganado -principalmente en la capital del país- dichas ideas pueden parecer de otro tiempo, sin embargo están visibles en el discurso y el ideario de estos partidos.
PES vs. bodas gay
En los postulados más conocidos del Partido Encuentro Social está la defensa de la familia tradicional, el rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo y la penalización del aborto.
En días recientes su dirigente nacional, Hugo Eric Flores, causó polémica tras asegurar que le matrimonio entre personas homosexuales es una “moda” en México y señaló que esta iniciativa y la de la legalización del aborto, pese a que no están incluidas en el programa de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el tabasqueño podría someterlas a consulta. Por lo que esa sería la principal influencia de este partido.
“Buscamos la reconciliación nacional a partir de la familia: a partir del amor de los padres a sus hijos y de los hijos a sus padres, porque el fundamento del desarrollo social es la familia”, es la presentación del PES en su página oficial.
Encuentro Social se formó en 2003 como asociación civil y se convirtió en partido político en Baja California en 2006, conformado en su mayoría por militantes cristianos.
Coaligado en sus primeros escarceos electorales con el panismo de Baja California, hoy el pragmatismo lo ha orillado a integrarse en la coalición que busca llevar a la Presidencia de la República al tres veces candidato López Obrador y convertirse en el bloque predominante en el Congreso.
A pesar de que se le señala como una formación con una gran influencia del cristianismo, su presidente ha señalado que el partido no tiene ideología religiosa, e incluso apunta a que quienes profesan la fe cristiana como él ya son minoría en el partido.
El PES cuenta con 10 diputados federales, número que podría incrementarse significativamente. También tendrá legisladores por primera vez en el Senado.
PT, superviviente
Hace apenas 3 años el PT perdió su registro como partido político nacional al no alcanzar la votación de al menos 3 por ciento a nivel nacional en las elecciones legislativas de 2015 por lo que las autoridades electorales decretaron el inicio de su proceso de disolución.
Sin embargo, con la anulación de la elección en el distrito 1 de Aguascalientes y la posterior votación extraordinaria, el PT logró alcanzar el 3.02 por ciento de los votos válidos en la elección federal y salvando así su registro. En esa ocasión contó con el respaldo del PRD y Movimiento Ciudadano, partidos a los que en esta ocasión se enfrentará en las urnas.
Inmerso en la polémica prácticamente desde su creación en 1990 ha basado su supervivencia en las coaliciones, sin hacer distinciones. Se ha coaligado prácticamente con todos los partidos políticos: PRI, PAN, PRD, Nueva Alianza, Partido Verde y Convergencia. Hoy acompaña a Morena y al PES.
El PT es miembro del llamado congreso Bolivariano de los Pueblos, organización latinoamericana liderada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (el partido de Hugo Chávez y Nicolás Maduro), impulsor de la llamada Revolución Bolivariana y que integran otros movimientos socialistas y de trabajadores en el continente.
Además de estos vínculos, el Partido del Trabajo mantiene ligas con el régimen de Corea del Norte, incluso su dirigente Alberto Anaya ha visitado ese país y ha mantenido reuniones con integrantes del Comité Central del partido oficialista y con otros destacados líderes del país asiático.
En la declaración de principios de este instituto político hay una gran carga de políticas socialistas, como por ejemplo la erradicación del capitalismo y el impulso de “formas colectivas de propiedad y de organización productiva”.