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La amarga elección panista

En la renovación de la dirigencia del PAN local, quien resulte ganador el próximo domingo recibirá un partido desmantelado y dividido.

Y el pronóstico para el nuevo dirigente estatal de este partido no es nada alentador.

Tanto el candidato Mauro Guerra, quien representa a la neocúpula y se perfila como el ganador, como la candidata Tere García de Madero, quien simboliza el panismo tradicional, dirigirían un partido en cenizas por el fracaso de las pasadas elecciones del 7 junio.

Fuentes panistas aseguran que, en caso de que gane Mauro Guerra, se perfila una desbandada de militantes de Acción Nacional

En la renovación de la dirigencia del PAN local, quien resulte ganador el próximo domingo recibirá un partido desmantelado y dividido.

Y el pronóstico para el nuevo dirigente estatal de este partido no es nada alentador.

Tanto el candidato Mauro Guerra, quien representa a la neocúpula y se perfila como el ganador, como la candidata Tere García de Madero, quien simboliza el panismo tradicional, dirigirían un partido en cenizas por el fracaso de las pasadas elecciones del 7 junio.

El candidato del PAN a la gubernatura, Felipe de Jesús Cantú, acabó en tercer lugar en las preferencias electorales, y el partido también dejó ir la alcaldía de Monterrey.

Fuentes panistas aseguran que, en caso de que gane Mauro Guerra, se perfila una desbandada de los militantes de Acción Nacional que representan el ala tradicional de este partido y apoyan a Tere García.

Ellos apostarían a apoyarse en Fernando Elizondo Barragán, convertido ahora en un personaje con influencia y que estará en el Gobierno estatal tras participar en el equipo del gobernador electo Jaime Rodríguez Calderón.

Lo más importante de esta opción es que estos militantes tendrían fuera del PAN una oportunidad en la vida política de Nuevo León.

El único requisito que tendrían estos militantes del ala tradicional sería renunciar a su partido para aspirar a conformar un puesto en el nuevo gobierno independiente.

Esta posible desbandada panista tomó más fuerza, luego de que Fernando Elizondo Barragán anunció que no encuentran candidatos idóneos para ocupar puestos claves en el nuevo gobierno.

Busca integrar en áreas de dirección de Gobierno a personajes con capacidad y experiencia para desempeñarse en las secretarías de Finanzas y Tesorería; Seguridad; Contraloría y Transparencia gubernamental.

“Las personas que envíen sus propuestas deben mencionar su experiencia profesional y preparación, además de que deben pasar por un examen múltiple, que analice las distintas dimensiones de la personalidad”, invitó públicamente Elizondo Barragán el pasado 26 de abril.

Para esto, los militantes tendrían que cambiar su discurso y convertirse en independientes o ciudadanos.

Sin embargo, los panistas que renuncien a este partido también tendrían otra elección: Movimiento Ciudadano. Aunque esta oportunidad se vislumbra muy lejana para estos militantes.

Madero contra los grupos

En caso de que Tere García de Madero gane la elección interna para la dirigencia panista tendría un reto difícil en el PAN.

Y es que enfrentaría a los grupos de poder que controlan la militancia panista de Nuevo León, y difícilmente podría hacer una renovación estructural en Acción Nacional.

“No voy a caer en el juego de negociar posiciones con grupos de poder (…) voy a ser la primera en pedir la expulsión de panistas acusados o evidenciados en actos de corrupción”, dijo García de Madero a Reporte Indigo el pasado 3 de julio.

Se trata de grupos como el San Nicolás, que encabeza el senador Raúl Gracia, y la División del Norte, alguna vez llamada la Santísima Trinidad.

La exalcaldesa de San Pedro tendría poco o nulo apoyo de estos grupos, quienes además están apoyando abiertamente a Mauro Guerra.

“Hay que hacer muchos cambios en el PAN y tenemos una tarea muy fuerte por delante, el PAN tiene que volver a sus orígenes, tenemos que reconquistar la confianza de los ciudadanos”, consideró García de Madero.

Pase lo que pase este domingo, la ciudadanía de Nuevo León tendrá un PAN desmantelado y en cenizas.

Repartiendo la bolsa

La Comisión Estatal Electoral (CEE) aprobó en enero pasado un financiamiento público para el PAN de un total anual de 58.2 millones de pesos.

De estos recursos, 29.1 millones de pesos supuestamente fueron utilizados para los gastos de campaña en las pasadas elecciones del 7 de junio, es decir, quedaría un bolsa de 29.1 millones de pesos en las arcas del partido.

Dinero que no quieren perder los grupos de poder encabezados por el Grupo San Nicolás, de Zeferino Salgado, el grupo del senador Raúl Gracia, y la División del Norte de Iván Garza y José Serrano, este último urgido de recursos porque Acción Nacional perdió el Municipio de Monterrey.

Motivo por el cual es primordial para ellos que Mauro Guerra se perfile como ganador de la contienda del próximo domingo por la renovación de la estatal.

Porque sin Guerra al frente de este partido, este dinero podría quedar restringido, en caso de que García de Madero llegue como presidenta.

Cabe recordar que estos grupos tenían parte de la nómina de Monterrey repartida entre sus seguidores, quienes trabajaban en este Municipio, pero ahora que no gobernarán la capital de Nuevo León, estas tribus necesitan de los recursos del partido.

Mauro Guerra, exsecretario general del PAN en Nuevo León, busca ahora la dirigencia del partido.

‘Le tiemblan las piernitas’

La alcaldesa Margarita Arellanes lanzó ayer duras críticas contra  el candidato Mauro Guerra, asegurando que le tiemblan las piernas cuando le gritan.

“Yo a Tere nunca la he visto que le tiemblen las piernitas cuando alguien grita, y, en el caso de Mauris, a mí me ha tocado verlo directamente que cuando gritan le tiemblan las piernitas”, reveló la alcaldesa.

En rueda de prensa al término de la sesión de Cabildo, Arellanes narró un desplante de Raúl Gracia, quien empezó a gritar, y Mauro Guerra no logró encarar el descontrol del senador.  

“A mí me tocó que Mauris una vez que Raúl Gracia empezó a gritar me dijo: ‘tú tienes la culpa porque tú lo provocaste’, y la verdad, alguien que sea incapaz de hacerle frente o decirle a alguien, ‘oye, estás fuera de control’, ¿qué va a dirigir en el partido? (…) se ocupan verdaderos hombres y verdaderas mujeres, personas de una pieza (en el partido)”, consideró la alcaldesa.

Arellanes explicó que el PAN de Nuevo León necesita personas con liderazgo para cambiar este partido.

“No debemos de asustarnos ni de enojarnos por las críticas, tenemos que ver la manera de reforzar nuestra institución”, sostuvo la alcaldesa.

Descartó renunciar a su militancia y no dejará de hablar de su partido, pero espera que este domingo los panistas le quiten el control a quienes sólo se benefician de sus amigos.

 

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Esta maniobra la inició hace 12 años el legislador para tener el control total de Acción Nacional, proyecto que llegó con la victoria  de Mauro Guerra Villarreal como dirigente estatal de este partido.

Y con la salida de panistas tradicionales como Fernando Elizondo Barragán, Fernando Canales Stelzer, Mauricio Treviño, Carlos Domínguez Ahedo y ahora Teresa García de Madero, el PAN no tendrá un contrapeso de opiniones.

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“Seremos una oposición crítica frente a un gobierno que no ha dado resultados, nosotros estaremos del lado de la gente”, escribió en su cuenta de Twitter.

Dentro de las acciones que se comprometió a emprender se encuentra la publicación de su declaración patrimonial fiscal y de intereses.

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Tere García de Madero fue contundente cuando dijo que el PAN está muerto. Aunque acepta su derrota, no reconoce a Mauro Guerra como nuevo dirigente estatal, y por eso decidió dejar la institución.

Fueron 31 años de militancia de la hoy expanista, quien en rueda de prensa al cierre de las casillas comunicó su decisión.

“No puedo en congruencia, avalar a la nueva dirigencia. Ni tampoco a la entidad que van ellos a representar.