Identificar los cuerpos que están bajo resguardo de las autoridades forenses y ministeriales ha sido crucial para los cientos de familias que buscan a sus desaparecidos. Cada cuerpo que llega al Servicio Médico Forense es una luz de esperanza para quien espera poder encontrar a los suyos.
Así lo narra una integrante del colectivo Por Amor a Ellxs, quien visita periódicamente las instalaciones forenses en busca de nueva información que pueda ayudar a las familias como parte de sus tareas de búsqueda. Esta agrupación ha sido crucial en este contexto, pues desde sus redes oficiales han ayudado a difundir las características de las personas no localizadas.
“Es importante esta tarea. Porque a raíz de las notas pasadas hemos obtenido resultados. Gracias a esas notas muchas familias pudieron identificar a sus desaparecidos. Entonces estos hallazgos han sido importantes, aunque algunos restos no han sido identificados”, expresó la integrante del colectivo que prefirió omitir su nombre por seguridad.
Aún con estos resultados, esta mujer que busca a su ser querido refiere que el trabajo con los funcionarios forenses no ha sido sencillo a lo largo de los años, ya que algunos no han querido cooperar con quienes buscan a su desaparecido.
“Sí resulta difícil, más que nada porque el personal de Semefo muchas veces no quiere cooperar con las familias que buscamos. No dan mucha información y son muy raros los médicos que aceptan colaborar”, señala.
Identificar e inhumar los cuerpos en Jalisco avanza a pasos lentos. El gobierno estatal se fijó la meta de inhumar dignamente los cientos de cuerpos que hay en el Semefo para el 15 de octubre. Pero hasta el momento el número es mínimo y la autoridad se sigue enfrentando con protestas de pobladores que viven en las inmediaciones a los panteones donde se han encontrado espacios para los 444 cadáveres sin identificar.
Para Alejandra Cartagena, coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), es ‘poco probable’ que se concluya con dicha tarea, como lo expresó durante el conversatorio y presentación de la exposición ‘Huellas de la memoria’ el viernes pasado.
Inhumación, la tarea urgente
Las autoridades han declarado públicamente que hay 79 cadáveres inhumados, de los 444 que estaban distribuidos entre el Semefo y los tráileres refrigerados que desataron la polémica por su uso desde hace dos años. Una revisión de este medio en el Panteón Guadalajara muestra al menos 100 gavetas ocupadas por estos en dicho panteón.
Algunos cuentan con un nombre y otros con etiquetas del IJCF que señalan la fecha en la que fueron llevados. El pasado siete de octubre se depositaron cinco cuerpos en dichas gavetas. Este proceso se ha llevado a cabo desde el 24 de septiembre, la fecha más antigua con la que cuentan algunas gavetas forenses. Existen un total de mil 170 gaveteros en el Panteón Guadalajara, algunos están siendo adecuados para poder traer los cuerpos, como refieren algunos empleados del lugar.
El gobierno estatal ha señalado que se han podido identificar alrededor de 18 cuerpos que ya fueron entregados a sus familiares. Desde este lunes el colectivo Por Amor a Ellxs publicó en sus redes oficiales un listado con 75 nombres de personas que ya cuentan con una identidad según los forenses pero no han sido reclamados.
Un porcentaje importante de los cuerpos que fueron depositados en el tráiler con 273 cuerpos corresponden con identidades de personas jóvenes. El pasado primer de octubre Reporte Indigo dio a conocer la obtención de un documento que detallaba algunas de las características de estos cadáveres que circularon por tres municipios en Jalisco.
De los cuerpos, 223 son de hombres, 19 de mujeres y en 31 se desconoce. Pero destaca que el 43 por ciento de cadáveres de este tráiler son de personas entre los 18 y los 30 años de edad, como lo han señalado las autoridades forenses. Se trata de 120 cadáveres en este rango de edad.
Larga espera
Entre los cuerpos no reclamados se encuentran los restos de un niño y dos personas extranjeras. La identificación ya fue hecha pero en el caso del menor su familia no cuenta con los recursos suficientes para hacerse cargo de los gastos funerarios, mientras que en los otros no ha habido una petición de los familiares al no estar en el país.
Jonathan Tafoya es el nombre del menor fallecido en 2016 en las instalaciones del Hospital Civil de Guadalajara. Ahora su cuerpo descansa en una gaveta del panteón Guadalajara, luego de pasar dos años en el tráiler refrigerado. Pero en la placa no hay un nombre que recuerde quién fue, sino un número de registro forense.
Los registros a los que tuvo acceso Reporte Índigo señalan diversas carpetas de investigación abiertas en distintas fechas. La mayoría de los 273 cuerpos corresponden a registros del 2017, pues 162 están identificados con dicho año; 67 al 2018, 34 al 2016, cuatro al 2015 y otros cuatro se encuentran sin el señalamiento de un año en investigación.
Del mismo modo, Dante Haro, fiscal de Derechos Humanos, dio a conocer el miércoles pasado que hay alrededor de 50 cuerpos más que están bajo protocolo de identificación, lo que no significa que ya se sabe de las identidades de los mismos. Como refirió Reporte Indigo desde el lunes pasado, existen algunos cuerpos con nombres de posibles personas a las que podría estar ligado el cadáver por sus características.
“Son alrededor de 49 personas que ya se les pasó el dato a la Comisión Nacional de Búsqueda que se les encontró alguna credencial o alguna identificación aunque no quiere decir que sea la persona porque todavía se tiene que ser el cruce de información con el INE y sus huellas dactilares y se están cobrando todos los datos para poder dar información”, expresó el fiscal de Derechos Humanos.
Las versiones sobre la identificación e inhumación se cruzan según la autoridad que lo señale. No obstante sobre el proceso de investigación de los cuerpos se dio a conocer que se han cesado a cinco funcionarios del IJCF. Son los responsables de genética, el área administrativa, jurídica y otros servidores públicos cercanos a Luis Octavio Cotero Bernal, ex titular de la dependencia, según detalló Carlos Barba Rodríguez, actual director del IJCF.