La caída del clérigo

La reciente detención de un sacerdote en el estado de Jalisco, luego de agredir sexualmente a un menor de 13 años, es la primera que se concreta en la entidad derivada de una denuncia presentada por la propia jerarquía católica ante la Fiscalía
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
Comparte esta nota

La detención el pasado 7 de mayo en Jalisco de un sacerdote que agredió sexualmente a un menor de 13 años, es la primera que se concreta en el estado a partir de una denuncia presentada por la propia jerarquía católica ante la Fiscalía local, de acuerdo con registros oficiales.

Luego de años de haber permanecido en silencio ante los abusos sexuales que cometían sus sacerdotes, la Iglesia Católica en Jalisco ha comenzado a notificar a las autoridades ministeriales de los casos de esta naturaleza que le son reportados por su feligresía.

Los archivos de la Fiscalía del Estado confirman que dicha aprehensión del sacerdote Leopoldo “N”, en el municipio de Ameca, se deriva de una de las cinco denuncias por agresiones sexuales de curas que han sido promovidas por la misma jerarquía católica de Jalisco en los años 2018 y 2019.

Sobre este caso, el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega ha dicho que al recibir denuncias han comenzado a actuar de manera inmediata.

“Nosotros tuvimos noticia directa y comenzamos inmediatamente un proceso interno, lo que está mandado al interior de la Iglesia, que fue tomar medidas precautorias en el sentido de retirarlo del ejercicio de su ministerio público, y comenzar una averiguación previa, pero al mismo tiempo dimos el aviso a la Fiscalía, como está ahora mandado (…) y nos manifestamos dispuestos a colaborar en toda la información que ellos requirieran de parte nuestra”

El sacerdote de Ameca que también había sido denunciado por los padres de la víctima, fue finalmente aprehendido por la Fiscalía por el delito de ultrajes a la moral y no por abuso sexual infantil, a pesar de que así figuraba originalmente en sus registros, dada la conducta del religioso.

“Los hechos se registraron en el mes de agosto del 2018 en la casa del sacerdote (…) Al lugar, el ahora detenido invitó al ofendido a ver películas de contenido sexual. Además en varias ocasiones agredió a la víctima haciéndole referencia de tener actos sexuales con él, por lo que el menor contó lo sucedido a sus padres”, describió la dependencia.

Según el arzobispo, la Arquidiócesis de Guadalajara ha denunciado tres casos de agresiones sexuales de sacerdotes, por lo que los otros dos que constan en los registros de la Fiscalía (folio de transparencia 01334319) provienen de las otras diócesis de Jalisco.

“Les había dicho yo de tres que habíamos reportado, y este es del primero por así decir que vemos una acción, una respuesta, no sé en qué paso por parte de las autoridades vayan en las investigaciones, estamos pendientes (…) Yo no las acuso (a las autoridades) de que no le den seguimiento, sino que entiendo que lleva su tiempo que ellos ubiquen a la persona, a la posible víctima, a los posibles testigos, o sea yo siento que lleva eso su tiempo”.

Golpe de timón

La detención del clérigo de Ameca derivada de una denuncia de la jerarquía católica representa un cambio relevante en la política que seguía esa institución ante las agresiones sexuales cometidas por sus sacerdotes, una caracterizada por la complicidad, la indolencia y la impunidad.

Como lo publicó antes Reporte Indigo, los obispos de Jalisco no comenzaron a denunciar a sus curas sino hasta el año 2018, a pesar de que entre 2007 y 2017 se reportaron 21 delitos sexuales perpetrados por sacerdotes con 25 personas victimizadas, incluyendo 20 menores y cinco adultos (

 También puedes leer: El silencio de las diócesis

El arzobispo reveló incluso que su Arquidiócesis ha conformado ya un consejo para la atención de los abusos sexuales por clérigos.

“Nosotros ya iniciamos integrando un consejo de laicos y de sacerdotes para prestar atención a los posibles abusos de menores (…) son dos psicólogas -dos personas psicólogas-, un canonista -que conoce de ley canónica, ley interna de la Iglesia- y un sacerdote que hace de enlace con las autoridades civiles para dar parte”
Francisco Robles OrtegaArzobispo de Guadalajara

Sobre la reciente carta apostólica emitida por el Papa Francisco el 7 de mayo, titulada “VOS ESTIS LUX MUNDI”, con nuevas instrucciones a la estructura católica para investigar y sancionar estos hechos, dijo el arzobispo que les impone “exigencias puntuales”

“Facilitar a todos, a todo el pueblo de dios facilitar, el que puedan hacer llegar sus quejas, sus denuncias, cuando se da un tema como estos; que tengan por parte de la Iglesia local, por parte de la diócesis, toda la facilidad para hacerlo; que los que tengan conocimiento puedan denunciar con toda libertad”.

La carta, dijo, es producto “de la reunión que el Papa convocó con los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo en el mes de febrero”.

La misión del arzobispo

Los obispos metropolitanos o arzobispos como lo es en el caso de Jalisco, José Francisco Robles Ortega, jugarán a partir de ahora un rol fundamental en la investigación y castigo de los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes, luego de la emisión de la carta apostólica “VOS ESTIS LUX MUNDI”.

El documento expedido por el Papa pone al frente de las pesquisas de estos abusos sexuales a los arzobispos, con amplias facultades para ello, incluyendo la recolección de los testimonios de la víctima y del inculpado.

En su artículo 12 se señala que el obispo metropolitano es quien “recoge la información relevante sobre los hechos”, “accede a la información y a los documentos necesarios para la investigación guardados en los archivos de las oficinas eclesiásticas”, y “solicita información a las personas y a las instituciones, incluso civiles, que puedan proporcionar elementos útiles para la investigación”.

Las acciones de la Iglesia Católica en contra de los padres pederastas comenzaron después de que el Papa emitiera una carta con instrucciones a la estructura católica para investigar y sancionar estos hechos

Es también él quien podrá proceder con “la imposición al investigado de prescripciones o de medidas cautelares apropiadas (art. 15)”, si así lo autoriza la Congregación de la jerarquía católica que conozca del caso.

La indagatoria será expedita, pues por normalidad “debe concluirse dentro del plazo de noventa días”, salvo que haya instrucciones particulares del dicasterio a cargo (Art. 14).

El resultado de la investigación se turna por el arzobispo al dicasterio o Congregación competente para tomar una resolución.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil