En diferentes partes del mundo se han estado retirando esculturas de personajes históricos por considerar que el mensaje que envían no es el adecuado. En la capital del país, por ejemplo, se quitó la estatua de Cristóbal Colón que estaba en una glorieta de la avenida Paseo de la Reforma.
“Desde mi punto de vista también es una forma de menospreciar la herencia mediterránea o ibérica con argumentos como que fueron invasores, exigiendo disculpas a la monarquía española o retirando esculturas como la de Colón.
“No niego que haya sido un personaje terrible, los hermanos Colón fueron esclavistas que acabaron con la población de varias islas del caribe, entre ellas La Española, que actualmente es Haití y Santo Domingo”, explica Enrique Ortiz.
Mientras que la estatua de Cristóbal Colón está pasando por un proceso de restauración, activistas realizaron una manifestación frente a las vallas metálicas que protegen su pedestal https://t.co/7Nn9URHld5
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) October 12, 2020
Los hermanos Colón se caracterizaron por acabar con los nativos a través de vejaciones y terribles tratos de explotación, incluso, se sabe que fueron crueles hasta con los propios colonos europeos que se establecieron en el nuevo continente, aplicándoles castigos severos y mitigando posibles conspiraciones con sangre y fuego sin tener pruebas.
“Son muy cuestionables las acciones de Cristóbal Colón y de sus hermanos, sin embargo, no podemos negar la proeza que él realizó al llegar a estas tierras. No justifica que se retiren monumentos que tienen su propia historia, como la escultura de Colón”, enfatiza el autor de “El mundo prehispánico para gente con prisa”.
Más allá del sentido estético de una pieza, el experto asegura que mantenerla no sólo se trata de enaltecer a ese personaje, sino de recordar las vejaciones y sucesos históricos en los que estuvo involucrado; hacer como si nunca hubieran existido es provocar un sesgo en la forma en la que se está interpretando el encuentro de dos mundos, por lo menos, por parte de las autoridades capitalinas.
“Creo que es incorrecto en pleno siglo XXI recurrir a este tipo de manipulación, pues la información ya está disponible para la población, entonces, cada vez es más difícil poder manipular a un grupo de personas o poder reinterpretar la historia para poder cumplir una agenda política”, considera “Tlatoani Cuauhtémoc”.