La capital de los desechos

Cada vez hay más basura en la ciudad, pero las autoridades responsables han sido incapaces de implementar medidas efectivas para su control y disposición final
Erick Miranda Erick Miranda Publicado el
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A menos de 3 meses de que concluya su periodo, el gobierno de la Ciudad de México no ha logrado implementar programas ni medidas efectivas para el control y la disposición final de la basura, una de las afectaciones ambientales más graves.

Incluso, hace poco más de un año entró en vigor la Norma 024, la cual obliga a separar los desechos en la capital del país, pero ésta no ha sido suficiente para erradicar los tiraderos clandestinos a cielo abierto, ni las problemáticas ambientales ni de salud que se generan.

Y cada día hay más basura. En 2008 la ciudad generaba diariamente un total de 12 mil 439 toneladas de desechos, según el Inventario de Residuos Sólidos (IRS) de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina, mientras que en 2017 la cifra se estimó en 12 mil 998.

Actualmente se producen 559 toneladas de basura más al día que hace 10 años en la CDMX. Estas aproximadamente 13 mil toneladas diarias podrían llenar la Plancha del Zócalo capitalino a una altura de 3 metros.

Además del referido incremento, la dependencia capitalina identificó a inicios de este mes un total de mil 229 vertederos en la vía pública, hecho que no sólo deja entrever una ineficiencia del sistema de recolección de basura, sino también un serio problema de salud.

De acuerdo con estadísticas de la Sedema, las tres delegaciones más afectadas por esta última problemática son Iztapalapa, Cuauhtémoc y Benito Juárez, con 278, 249 y 147 tiraderos clandestinos, respectivamente, las cuáles concentran el 53 por ciento del total general de puntos detectados

Las demarcaciones que tienen un menor índice de este tipo de sitios fueron Cuajimalpa y Magdalena Contreras, con 5 tiraderos, respectivamente; seguidas de Xochimilco, con 12 lugares; y Milpa Alta, que registró 14 vertederos.

Además de los mil 229 basureros clandestinos identificados, la dependencia local reconoce que dicha cifra podría ser más alta, ya que eventos o circunstancias extraordinarias, como son tianguis sobre ruedas, eventos masivos, celebraciones populares, entre otros, podrían derivar en una generación y acumulación temporal de basura en la vía pública.

Pese a todo, el Inventario de Residuos Sólidos más reciente también admite que la presencia de estos puntos de acumulación de basura ilegales se deben a que la mayoría de la veces “el servicio público de limpia y recolección delegacional es superado por la generación de residuos y a la falta de cultura de la ciudadanía, así como de los comercios”.

Durante el año pasado, seis fuentes generadoras de basura fueron identificadas principalmente en la capital del país. Con el 47.98 por ciento, los hogares fueron quienes más residuos produjeron; seguidos por los comercios, quienes dieron pie a un 25.60 por ciento; mientras que los servicios, la industria controlada y la Central de Abastos originaron el 26.42 por ciento restante de residuos.

De igual modo, se reportó que diariamente por habitante se genera una cantidad de residuos que va de los 0.87 kilogramos hasta los 2.47 kilogramos, dependiendo de donde se ubique la persona, ya que en la zona centro y noroeste se suele generar más que la parte sur y poniente de la capital, debido a la presencia de servicios y productos.

Largo historial

La generación excesiva de basura en la Ciudad de México, además del surgimiento de miles de tiraderos clandestinos, se debe a un largo historial de falta de planeación en materia ambiental, a la inconsciencia de las ciudadanía, así como a un abandono generalizado de políticas públicas en materia de residuos, expresa en entrevista Salvador Meneses, presidente de la organización Basura Cero México.

“Es una realidad que la generación de basura crezca diariamente, sin embargo, lo más indignante de todo este fenómeno que tiene que ver con la producción de desperdicios es que ningún gobierno local ni federal ha definido qué hacer con los residuos, si seguir enterrándolos de forma controlada o trasladarlos a otros sitios para su separación, tratamiento y reciclaje, por lo que primero se debería definir una ruta especifica y después buscar una solución concreta que vaya de la mano de autoridades, pero también de parte de la ciudadanía”
Salvador MenesesPresidente de la organización Basura Cero México

Inmersos en un mercado lineal de consumo donde la mayoría de las empresas no son socialmente responsables, es urgente la creación e implementación de un marco jurídico extendido que comprometa, regule y fomente que entre vendedores y compradores se hagan cargo de los desechos derivados de la adquisición o prestación de productos y servicios, dice.

“Aunque este es un problema ambiental y de salud pública que se agrava año con año, confiemos en que los nuevos gobiernos entrantes (locales y federales) tomen cartas en el asunto, ya que si bien no se logra avanzar mucho en las siguientes administraciones, lo que urge es que al menos se logren sentar las bases para que se de una solución gradual a mediano plazo”, agrega.

Riesgos y alternativas

Fauna nociva, contaminación del manto freático que afecte el agua del subsuelo y la saturación y taponamiento del drenaje público son los principales peligros de una sobreproducción de basura, dice Sergio Paredes, Investigador del Instituto de Geología de la UNAM.

En el país no existe la tendencia a separar los desperdicios urbanos y por más barrenderos que existan el problema no se verá erradicado sin la gente no toma conciencia de una cultura ambiental, y si el personal de colecta y limpia no cuenta con los recursos materiales y humanos para su debido proceso y posterior aprovechamiento, agrega.

“Lo que se necesita es que se realicen más a menudo campañas integrales de concientización y de educación ambiental, además de que autoridades establezcan como ley que la basura sólo se reciba en vehículos y tiraderos en al menos dos grupos para que se facilite su tratamiento… Este problema sólo podrá disminuir si las autoridades y la población civil actúan juntas y de manera ordenada”, enfatiza.

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