La carta de recomendación de Trump
El nivel de popularidad del mandatario estadounidense es bajo y una forma de ganar votantes sería atacando a México, la ventaja es que la relación con el actual Gobierno federal es cordial
Nayeli Meza OrozcoEl nivel de popularidad del mandatario estadounidense Donald Trump es bajo y una forma de ganar votantes sería atacando a México.
Históricamente los presidentes de Estados Unidos suelen atravesar por una o más crisis durante sus mandatos, de las cuales pocos logran salir bien librados.
Prueba de ello es Jimmy Carter, quien fue sustituido por Ronald Reagan en las elecciones de 1980, consecuencia de una desaceleración económica a nivel global que Carter, de acuerdo con analistas de la época, no tuvo el liderazgo para enfrentar.
En ese año la tasa de desempleo se ubicó en 8 por ciento y los estadounidenses luchaban con una inflación del 12.7 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales.
Décadas más tarde, rumbo a su primera elección presidencial, Barack Obama enfrentó un problema: el deterioro de la economía. Mientras que Wall Street se desplomaba y miles de empresas se iban a la quiebra, el demócrata dio esperanza a los ciudadanos. Tras dos mandatos, en 2017 Obama se retiró con uno de los índices de popularidad más altos en las últimas décadas.
Hoy, Donald Trump se encara al Covid-19 sin más armas que un discurso en el que promete que, de ganar en las próximas elecciones, hará a América más grande
Sin embargo, su nivel de aceptación entre los ciudadanos del país que dirige se encuentra sobre la cuerda floja y el desempleo masivo puede profundizar aún más esta caída.
Hasta el 24 de abril, su nivel de aprobación se ubicaba en 43.4 por ciento, frente al 52.5 por ciento de impopularidad, de acuerdo con el reporte que elabora el sitio de análisis FiveThirtyEight.
Al comparar el día 1,191 de su mandato con el mismo de sus seis antecesores, solo supera al de Jimmy Carter (39.8 por ciento) y George H. W. Bush (40.6 por ciento).
En un año electoral y frente al voto de los indecisos que muchas veces define el resultado de una elección, la académica del Tec de Monterrey Campus Ciudad de México considera que el presidente Trump deberá ejecutar una estrategia que le permita ganar de nuevo la confianza de los ciudadanos y con ello asegurar un segundo mandato.
“México siempre ha sido el blanco favorito de ataque del republicano y tal vez esta ocasión no será la excepción, aunque ambos países en este momento tienen algo en común: sus líderes comparten visiones nacionalistas y, pese a todo, son socios comerciales y aliados políticos”, explica Iliana Rodríguez Santibáñez.
Presiones por manufactura
El desempleo en Estados Unidos no es un problema que solo atañe al país del norte, a México este tema también le comienza a afectar, sobre todo en la zona fronteriza.
Uno de los sectores más expuestos es el de la maquila, ya que las medidas de restricción sanitaria provocaron el cese de operaciones y por ende la suspensión de la mano de obra.
Hasta noviembre de 2018, existían más de 6 mil maquiladoras con operaciones en México divididas entre actividades manufactureras y no manufactureras, de las cuales casi el 90 por ciento de ellas se ubican en la frontera norte, según el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).
Se prevé que en los próximos días algunas de estas plantas reanuden actividades, en especial las que están relacionadas con las actividades del sector automotriz, aeroespacial, logística y electrónico.
Luis Gonzalí, vicepresidente y senior de portafolio manager de Franklin Templeton Investment Services México, asegura que existe una correlación muy fuerte de Estados Unidos con la reactivación económica en México y eso influirá en el corto plazo.
“Las empresas en la frontera dependen mucho de la actividad industrial de Estados Unidos, pero aun si en México levantaran las medidas sanitarias, si en el mercado norteamericano no hay demanda, no habrá trabajo ni actividad”.