En Monterrey, la mejor mano la tienen los casineros.
En los últimos meses, en el municipio regiomontano se han reabierto al menos cuatro centros de apuestas que habían sido clausurados por faltar con la documentación necesaria o por haber sido señalados con operaciones ilegales.
Se trata de los centro de apuestas Premier –antes París Casino–, Broadway –antes Crystal Palace–, además del Miravalle.
Y a estos casinos podrían unirse el Foliatti, en Mitras; Caliente, de Gonzalitos, Casino Red y el Casino Revolución.
En 2012, el Congreso aprobó reformas a la Constitución local en los artículos 23 y 123 para prohibir la instalación de casinos.
Esta reforma formó parte de un paquete de modificaciones anticasinos que envió el entonces gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, tras la tragedia del Casino Royale, donde fallecieron 52 personas.
El primer movimiento fue a cargo del Casino Miravalle, que por medio de un estallamiento a huelga de trabajadores afiliados a la CROC lograron apoderase del inmueble ubicado en Calzada San Pedro, en Monterrey.
El Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa en el Estado ordenó al Municipio de Monterrey levantar los sellos de clausura del casino, con el argumento de que se realizaría un peritaje. Esto fue aprovechado por los croquistas, quienes reabrieron el centro de apuestas.El Casino Premier, ubicado en la Plaza Andana, giró la ruleta a su favor por medio de unas supuestas licencias de uso de suelo para operar.
Tanto el Casino Miravalle como el Premier habían sido cerrados en 2011 tras el ataque al Casino Royale donde fallecieron 52 personas.
En 2013, tras volver a operar estos negocios, autoridades municipales los clausuró junto con otros nueve casinos más por carecer de licencias de uso de suelo.
El Casino Red también realizó una ofensiva para volver abrir sus negocios.
Este centro de apuestas es famoso por el escándalo del “quesogate”, el cual involucró al hermano del exalcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal recibiendo fajos de dinero.
El Casino Red está en vísperas de reabrir gracias a un permiso de uso de suelo autorizado por el entonces secretario de Desarrollo Urbano municipal, Jorge Longoria, actual titular de la Agencia Estatal de Transporte.
Este negocio es operado por la empresa Urban Publicity S.A. de C.V., cuyo propietario es el exfuncionario priista Sergio Jacinto Gil García.
Poco a poco en este inmueble han realizado trabajos eléctricos, de pintura y la entradas de muebles, por lo que está a punto de iniciar otra vez operación. Este negocio fue cerrado en 2011.
Reporte Indigo publicó en abril del 2013 que la mitad de los casinos que operan en la zona metropolitana lo hacen gracias a amparos o por la complicidad de las autoridades municipales.
El discurso
En 2012 la exalcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, inició una estrategia para cerrar casinos por la falta de uso de suelo, sin embargo, a dos días de terminar su gestión comenzaron a reabrir estos negocios.
Con esto, Arellanes heredó el problema al ahora alcalde, Adrián de la Garza, quien ha asegura que volverá a cerrarlos.
“Vamos a hacer un estudio profundo de todos los permisos, incluso los que han salido a últimas fechas, porque no me canso de repetirlo: esto nos parece sospechoso. Y si tenemos que proceder, lo haremos”, declaró De la Garza en noviembre del año pasado.
Sin embargo, hasta el momento esta intención se ha quedado solo en el discurso.
En octubre del 2015, con la aparente reapertura de dos casas de apuesta que habían sido clausuradas en Monterrey, los alcaldes del área metropolitana parecían ya estar perdiendo la batalla frente a una ofensiva legal que pretende tumbar las clausuras.
San Nicolás sí reacciona
Tras la apertura del Casino Caliente en Plaza Fiesta Anáhuac, el municipio de San Nicolás lo cerró de manera definitiva.
Bajo los argumentos de falta de licencia de uso de suelo y edificación, el personal jurídico del Municipio puso los pegotes en la entrada principal el pasado 11 de diciembre de 2015.
Hasta el momento continúa clausurado, y el local sigue cerrado, incluso un bar contiguo al centro de apuestas aún sigue sin poder abrir.
En 2014, una ofensiva de la Secretaría de Gobernación (Segob) cerró cuatro casinos propiedad de José Rojas Cardona, y éste, según un comunicado, decidió cerrar el Casino Caliente que antes operaba como Palmas Casino.
Durante su operación, el Palmas Casino se convirtió en el consentido del municipio de San Nicolás, pues tenía venta de bebidas alcohólicas fuera de horario.
Sin embargo, con la llegada del alcalde Víctor Fuentes, ya con el nombre de Casino Caliente, el municipio clausuró este centro de apuestas.
Trascendió que ha habido acercamiento de personal jurídico de este casino con el Municipio para reabrirlo. Pero hoy en día sigue cerrado.