A la caza del bolero violento
De casa en casa ofrece sus servicios como bolero y podador de árboles; así gana la confianza de adultos mayores para luego robarlos con violencia.
Las cámaras de video de un vecino captaron el momento en que Roberto, “El bolero” arremete con una filosa punta de fierro contra el estómago de un anciano de 84 años.
Sóstenes Cedillo Martínez cayó al suelo justo afuera de su domicilio en la colonia Atepeylac, en la delegación Gustavo A. Madero, mientras que el seudo bolero se dio a la fuga en una bicicleta.
Icela Lagunashttps://www.youtube.com/watch?v=FVONb4zVKfg
De casa en casa ofrece sus servicios como bolero y podador de árboles; así gana la confianza de adultos mayores para luego robarlos con violencia.
Las cámaras de video de un vecino captaron el momento en que Roberto, “El bolero” arremete con una filosa punta de fierro contra el estómago de un anciano de 84 años.
Sóstenes Cedillo Martínez cayó al suelo justo afuera de su domicilio en la colonia Atepeylac, en la delegación Gustavo A. Madero, mientras que el seudo bolero se dio a la fuga en una bicicleta.
Durante ocho meses el presunto expresidiario de aproximadamente 34 años se ganó la confianza del adulto mayor a quien recurrentemente le pedía trabajo para bolear zapatos y podar los árboles.
El pasado 27 de diciembre llegó temprano a la casa de Sóstenes, tocó el timbre del inmueble, como lo hacía de manera habitual, para solicitarle los zapatos.
En el video, en poder de Reporte Indigo, se observa el momento en que el anciano sale de su casa, saluda al bolero mientras éste lo abraza amigablemente. Caminan sobre la banqueta, forcejean, el bolero saca de entre sus bolsas una punta y hiere a Sóstenes en el estómago en siete ocasiones.
El adulto mayor se debate entre la vida y la muerte en un hospital público de la Ciudad de México mientras sus familiares se han dado a la tarea de efectuar una investigación personal para dar con el paradero del bolero que intentó asesinar a Sóstenes.
A la fecha, la familia sabe que se llama Roberto, que al parecer estuvo preso en un reclusorio capitalino y que podría estar utilizando el oficio de bolero para contactar a personas de la tercera edad y robarlos.
Un delincuente que podría estar imitando la técnica de Juana Barraza Samperio, alias “La mataviejitas”, para robar con violencia en zonas como Lindavista, La Raza y Tepeyac, en la delegación Gustavo A. Madero, así como algunas colonias de Azcapotzalco, donde se le ha visto operar a bordo de su bicicleta.
Está prófugo y la familia de Sóstenes ya proporcionó sus características al ministerio público local de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF)para la elaboración de un retrato hablado.
El relato de los hechos está plasmado en la averiguación previa FGAM/H5/T3/00736/13-12. Los familiares de la víctima denunciaron el intento de asesinato de Sóstenes y ofrecieron como prueba al ministerio público una copia del video que contiene las imágenes de cómo ocurrió la agresión.
Sin embargo, el Ministerio Público que conoce del caso quedó de sumar las imágenes a la investigación sin que hasta la fecha haya reclamado la cinta a los familiares.
Mientras Sóstenes lucha por sobrevivir a este intento de robo con violencia del que fue víctima afuera de su casa, las autoridades del Distrito Federal presumen una baja histórica de los delitos de alto impacto.
Apenas hace dos semanas el titular de la Procuraduría de Justicia local, Rodolfo Ríos, informó que los delitos como robo de vehículos, a personas, casa habitación con violencia o secuestro se redujeron incluso por debajo de los registros que se tenían desde el año 2000.
De acuerdo con las cifras oficiales, mientras en el año 2000 se reportaron 85 mil 328 averiguaciones previas, para el 2013 sólo se iniciaron 42 mil 410, cifra que representa una disminución de poco más del 50 por ciento de averiguaciones iniciadas por el Ministerio Público local.
Particularmente en el 2013, según la autoridad, se registró una disminución importante ya que el secuestro decreció en un 6.2 por ciento; el robo de vehículos en 6.7 por ciento y el robo a casa habitación con violencia en 11.3 por ciento.
Para mala fortuna, la familia de Sóstenes Cedillo es un caso que va a contracorriente de las alentadoras cifras que exhibe la autoridad local.
El caso de Sóstenes es lo que las autoridades del Distrito Federal han dado por llamar un “caso aislado” en la capital.
Justo ahí, afuera de su casa, el viejo Sóstenes fue herido con lujo de violencia en siete ocasiones con una solera con filo.
Según le alcanzó a contar a su nieto, el supuesto “bolero” le había pedido dinero y luego le exigió que le abriera las puertas de su casa o las de su hijo, que vive muy cerca.
Cuando el adulto mayor se negó a ambas cosas el supuesto bolero reaccionó violentamente y le clavó en el estómago una solera afilada.
Aún tendido en el suelo lo siguió agrediendo, según consta en las imágenes del video, en poder de Reporte Indigo.
“El sujeto lo lleva a un área donde se encuentra un tejado y en ese lugar es donde lo empieza a golpear despojándolo de sus cosas, como son la cartera en la cual portaba dinero en efectivo y documentos personales, así como juegos de llaves de las casas contiguas”, refiere la averiguación previa.
En la cinta, que el Ministerio Público local ni siquiera ha reclamado, se observa cómo un barrendero descubre el cuerpo del abuelo Sóstenes tendido en la banqueta.
El de limpia, al percatarse de la gravedad, corre a pedir auxilio y toca de manera insistente la puerta de la casa de la familia del adulto mayor y luego también la de su hijo.
La familia reacciona rápido, levantan a Sóstenes de la banqueta sin atreverse a quitarle la punta metálica que aún tenía clavada en el estómago y de inmediato trasladan al adulto mayor al área de emergencias de un hospital público de la Ciudad de México. Ahí lucha por vivir.
El filoso metal improvisado como arma dañó el pulmón, el vaso y los intestinos, de acuerdo con el reporte médico que se les dio a conocer a los familiares.
El caso es que Roberto “El bolero” está suelto. Ese día cuando hirió a Sóstenes y huyó de la zona en una bicicleta no pudo ser localizado pese a que policías preventivos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina llegaron en tres patrullas al lugar donde ocurrieron los hechos y emprendieron su búsqueda.
Nadie lo ha visto por las zonas donde cotidianamente ofrecía sus servicios de bolero y podador.
Familiares de la víctima hacen un llamado a quienes fueron clientes del bolero para que denuncien en caso de que lo vean.
Mientras Sóstenes resiste, en la Ciudad de México se reportan hechos “aislados” que salen a la luz, como el de la mujer descuartizada que apareció en una maleta y el asalto violento a una joyería.