En esta campaña electoral por la gubernatura, Nuevo León tiene una extensa variedad de candidatos: 10, de los cuales seis no han logrado repuntar entre el electorado, sin que eso impida que reciban su tajada de financiamiento público.
Expertos consultados por Reporte Indigo aseguran que Nuevo León no es tan políticamente diverso como para tener tanto candidato a un mismo puesto de elección popular.
Y la campaña, según los especialistas, estuvo en medio de una falsa pluralidad política.
Entre los que no figuran están Luis Servando Farías, candidato de Cruzada Ciudadana; Raúl Guajardo Cantú, de Encuentro Social; y Rogelio González Ramírez, por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Además de Humberto González Sesma, del Partido de la Revolución Democrática (PRD); Asael Sepúlveda, Partido del Trabajo, y José María Elizondo, de Partido Humanista.
En los tres meses de promoción, han tenido poca presencia entre el electorado, y sin posibilidades reales de ganar la elección.
Gilberto Miranda, politólogo egresado del Tecnológico de Monterrey, opina que estos aspirantes no pudieron al menos enriquecer el proceso electoral.
“Toda esta gama de distintas opciones, más allá del discurso de que cualquiera tiene la posibilidad de competir, le ha aportado muy poco, por no decir casi nada, al proceso, al grado que serán más anecdóticas que sustanciales en sus contribuciones.
“Es un falso pluralismo que no está enriqueciendo el proceso de Nuevo León, nos encantaría ver que hubiera diferentes agendas alternas, es decir, opciones políticas que representen una verdadera agenda de sustentabilidad, ambiental, género y que hubiera opciones políticas que representen la minorías”, externó Miranda.
Considera que Nuevo León sólo tiene votantes para dos ideologías distintas, y cuando mucho tres, que en este caso fue el fenómeno del candidato independiente.
“Y la pregunta es: ¿Nuevo León es tan políticamente diverso para tener 10 candidatos distintos a este puesto de elección popular? y mi respuesta es que no lo es.
“Incluso, si los ves de cerca entre los punteros y los que están abajo, no tiene mucha diferencia sustanciales entre sí”, explicó Miranda.
Señaló que la única diferencia podría estar en las carreras políticas de cada candidato, más no en los propuestas.
“Sus discursos, sus propuestas, son las mismas y podrán diferir en algo sus carreras profesionales, pero lo que ellos representan ideológicamente es básicamente lo mismo. Entonces no tiene sentido que existan diferentes candidatos para gobernador”, enfatizó el experto.
Pobres candidatos ricos
La participación de estos seis candidatos a la gubernatura podría ser más recordada por el amplio derroche de recursos públicos para su campaña, que la contribución a la ciudadanía.
Cada año, los partidos se embolsan una cifra de recursos públicos.
Además, hay una partida especial para las campañas, que se reparte entre todos los candidatos, incluidos los de alcaldías y diputación, pero la mayoría del dinero se concentra en la campaña a la gubernatura.
Por ejemplo, Humberto González Sesma, del PRD, compartió 8 millones, 573 mil 473 pesos; y Asael Sepúlveda, del PT, 8 millones 17 mil 760 pesos.
Mientras que José María Elizondo, de Partido Humanista; Raúl Guajardo Cantú, Encuentro Social, y Rogelio González Ramírez, de Morena, recibieron un millón 151 mil 139 pesos, ya que representan a un partido de nuevo ingreso.
Guajardo Cantú declinó a favor del candidato independiente Jaime Rodríguez “El Bronco”. Su participación estuvo enfocada más en ataques, que en una nueva opción política.
Y Luis Servando Farías, candidato de Cruzada Ciudadana, contó con 483 mil 219 pesos.
“Definitivamente es un dinero que quisiéramos ver utilizado en una cultura política, para que existieran mejores propuestas políticas, que en repetir lo mismo con diferentes colores”, dijo Miranda.
En peligro de extinción
Los partidos políticos de nuevo ingreso podrían perder la afiliación local, esto si no llegan a la cifra mágica del 3 por ciento de votos de la lista nominal.
Es decir, tendrían que conseguir alrededor de 150 mil votos de 3 millones 500 mil votantes que están registrados.
Pero por lo pronto, los partidos de registro nuevo se embolsaron una significativa cifra económica de recursos públicos.
“Los partidos que están ahorita, nada impide que puedan existir otros muy similares, o sea, se van a cambiar de colores y siglas, pero seguirán en la misma dinámica.
“Y creo que los ciudadanos debemos exigir candidatos de calidad”, detalló el politólogo.
Explicó que se tienen que crear partidos que sí recopilen las agendas y propuestas propias de los ciudadanos.