La crianza debe ser compartida para combatir la desigualdad
Para combatir los estereotipos de crianza y la desigualdad laboral es importante que en el país se impulsen reformas para incrementar la licencia por paternidad y concientizar a la sociedad de que el cuidado del hogar y de los niños no solamente es trabajo de las mujeres
Rubén ZermeñoEn México y en todo el mundo existe una lucha por la equidad en los derechos, pero también de las obligaciones, empezando por la crianza, la cual histórica y socialmente se le ha delegado exclusivamente a las mujeres.
Si bien, se ha buscado que los padres gocen de permisos más amplios al nacer su hijos para compartir los cuidados, lo cierto es que los permisos parentales no serán la solución mágica a un problema estructural y arraigado.
A pesar de esto, organismos internacionales y especialistas señalan que es un primer paso para contribuir al cierre de las brechas salariales y que la distribución del trabajo en el hogar sea más equitativa.
Principalmente en México, un país en donde el cuidado y crianza de los hijos y del hogar es impuesto exclusivamente a las mujeres.
El país se encuentra por encima de Turquía (38 por ciento) y muy por debajo del promedio de los demás países que es del 70 por ciento. Tanto Chile (58 por ciento) como Estados Unidos (69 por ciento) también se encuentran por debajo de la media.
De acuerdo con el organismo internacional, esta situación ocurre debido a que a las mujeres las frena laboralmente la maternidad. Esto, a su vez, representa ingresos menores que los hombres, pocas posibilidades de acceder a puestos directivos o de mando en las empresas y también dificultad, a comparación de un hombre, para acceder a cualquier empleo.
Debido a esto, el informe “Estudios Económicos de la OCDE. México, febrero 2022” pide a las autoridades ampliar el permiso de paternidad, que es de tan solo cinco días de acuerdo con la Ley Federal de Trabajo, como primera medida para combatir la desigualdad laboral y el estereotipo de que las labores de cuidado y crianza infantil son responsabilidad principal o exclusiva de las mujeres.
“México tiene uno de los niveles de pobreza y desigualdad de ingresos más altos de la OCDE, lo que demanda esfuerzos sostenidos para afianzar la protección social, reducir las brechas de género y mejorar la educación.
“La responsabilidad de los cuidados recae de forma desproporcionada en las mujeres, y ello limita sus posibilidades de la población activa. La reducción de las desigualdades de género impulsaría el crecimiento y bienestar de forma significativa”, señala la OCDE.
La causa principal de que el permiso parental sea de tan solo cinco días, alerta la Organización, se debe a que es pagado íntegramente por la empresa y no por el sistema de Seguridad Social como ocurre con la incapacidad por maternidad.
También, juega en contra la poca utilización de los hombres del permiso parental debido al estigma social, y a que solo es un derecho para los trabajadores formales.
“Financiar la baja paternal a través del Sistema de Seguridad Social, como se hace para las madres en México y para los padres en muchos países de la OCDE, podría facilitar su utilización y acabar con los estigmas.
“México podría considerar también la posibilidad de prolongar la baja paternal, siguiendo la tendencia reciente de muchos países de la OCDE, como Francia y España”, concluye el organismo.
El primer paso para la crianza compartida
De acuerdo con la coordinadora de datos de la organización México, ¿Cómo vamos?, Katia Guzmán, tanto las licencias de paternidad como otras políticas públicas laborales pendientes podrían ayudar a que los hombres ejerzan una paternidad más responsable.
Guzmán, explica que actualmente las mujeres con empleo (ocupadas) dedican en promedio en México 36 horas semanales a las labores del hogar y cuidado de los niños y ancianos.
“Esto es casi lo equivalente a una jornada laboral completa para estas tareas. En contraparte, los hombres ocupados solo dedican 16 horas a la semana”, explica.
Y aunque políticas públicas como la licencia por paternidad no resolverán el problema, la especialista opina que son de suma importancia para combatirlo.
“Si bien se requiere de un cambio cultural en los estereotipos asociados al género, este tipo de políticas son un primer paso necesario para hacerlo posible”, concluye.
El rezago de México
Por su parte, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) alerta que mientras a nivel mundial, ha habido una tendencia a establecer licencias de maternidad con periodos que empatan o exceden el estándar establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que es de 14 semanas, en México, la duración de la licencia de maternidad es de tan solo 12 semanas.
Muy por debajo de los estándares internacionales y del promedio de tiempo que otorgan los Estados miembros de la OCDE que es de 32.2 semanas.
Respecto a las licencias de paternidad, en México, la Ley Federal del Trabajo establece cinco días laborales con goce de sueldo por el nacimiento de los hijos.
Cifra muy por debajo del promedio de tiempo que se otorga en los países de la OCDE, que es de 4.3 semanas.
“La corta duración de la licencia de paternidad refuerza el estereotipo de que las labores de crianza y cuidado infantil son responsabilidad principal o exclusiva de las mujeres”.