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La crisis diplomática

La crisis política y social que se vive en México por la tragedia de Iguala ha escalado hasta convertirse en el conflicto diplomático más grave que enfrenta la política exterior mexicana.

La comunidad internacional se ha sumado a la condena por la desaparición y probable muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y exige cuentas a las autoridades mexicanas.

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La crisis política y social que se vive en México por la tragedia de Iguala ha escalado hasta convertirse en el conflicto diplomático más grave que enfrenta la política exterior mexicana.

La comunidad internacional se ha sumado a la condena por la desaparición y probable muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y exige cuentas a las autoridades mexicanas.

La buena percepción que había logrado México a nivel internacional –principalmente por la aprobación de reformas estructurales promovidas por el presidente Enrique Peña Nieto– sufrió un duro golpe por los hechos ocurridos hace dos meses en el estado de Guerrero.

Hoy, la protección de derechos humanos en México está bajo la lupa de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA y el Parlamento Europeo, organismos internacionales que se han pronunciado y exigido el esclarecimiento del caso Ayotzinapa.

En los últimos dos meses, embajadas y consulados de México en el extranjero han sido sede de movilizaciones organizadas por grupos de estudiantes para protestar por la desaparición de los normalistas.

Las protestas también han alcanzado a embajadores mexicanos, que han sido encarados por manifestantes en eventos públicos.

Las protestas por el mundo

La jornada de movilizaciones que han llevado a cabo estudiantes mexicanos para protestar por la desaparición de los normalistas ha incluido sedes de embajadas y consulados en todo el mundo.

El pasado 20 de noviembre, que se realizaron las últimas movilizaciones por los 43 estudiantes de Ayotzinapa en México, se convocaron además protestas paralelas en las representaciones del gobierno mexicano en ciudades como Washington, Buenos Aires, Londres, Chicago y Los Ángeles.

Este fin de semana se realizaron protestas en la Embajada de México en Chile por la detención del estudiante chileno Lawrence Maxwell durante la manifestación realizada en el Zócalo capitalino el pasado 20 de noviembre.

El Estado fallido de José Mujica

La tensión diplomática se disparó este fin de semana cuando el presidente de Uruguay, José Mujica, confesó que le daba la impresión de que en México existía un estado fallido.

La declaración de Mujica –otorgada a la revista Foreign Affairs Latinoamérica- ocasionó que la Cancillería mexicana reprobara el dicho del mandatario uruguayo.

“A uno le da una sensación, visto a la distancia, que se trata de una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos. Es muy doloroso lo de México. Yo apelo a que México reaccione en su ética y en su moral”.

Tras las declaraciones, la Cancillería mexicana emitió un comunicado rechazando lo dicho por Mujica.

El presidente uruguayo tuvo que matizar su declaración, luego de que el Canciller mexicano, José Antonio Meade, se reunió en Santiago de Chile con Luis Almagro, ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay.

Pero no solo el mandatario uruguayo se ha manifestado, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, envió hace dos semanas un mensaje de solidaridad a los familiares de los estudiantes desaparecidos.

Dos días después el presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió al gobierno mexicano el esclarecimiento de este caso.

Los embajadores

Algunos embajadores mexicanos han sido encarados  en eventos oficiales. 

Hace un mes una conferencia del embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, fue interrumpida por un grupo de estudiantes para exigir la aparición con vida de los normalistas.

Los estudiantes desplegaron pancartas y gritaron consignas contra el gobierno mexicano y contra el diplomático mexicano.

Un evento del embajador de México en Suiza, Jorge Castro Valle, también fue boicoteado por una protesta por los estudiantes de Ayotzinapa.

La protesta se realizó en medio de un homenaje que la Universidad de Basilea le brindaba al escritor mexicano Octavio Paz.

La condena del Parlamento Europeo

El caso Iguala ha echado abajo prácticamente la estrategia de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México por posicionar al país como un atractivo para la inversión extranjera.

La SRE, que encabeza José Antonio Meade, se ha visto obligada a atender en el extranjero las exigencias de organismos internacionales para el esclarecimiento del caso Ayotzinapa.

El Parlamento Europeo –conformado por diputados de los países que integran la Unión Europea- fue una de las primeras instituciones en pronunciarse sobre los hechos trágicos ocurridos el 26 de septiembre.

La resolución de los eurodiputados –dada a conocer el pasado 23 de octubre- condenó los hechos violentos de Iguala pero apoyaba al gobierno mexicano en su combate a la delincuencia.

Las alertas de EU

La Casa Blanca y el Departamento de Estado norteamericano se han sumado a la condena internacional sobre lo ocurrido a los estudiantes mexicanos en el municipio de Iguala.

Hasta el momento solo la Embajada de Estados Unidos ha emitido alertas de viaje para recomendar a sus ciudadanos que no viajen al estado de Guerrero.

La situación que vive México por este caso es tan crítica que el propio embajador mexicano en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, tuvo que aceptar que el caso Ayotzinapa se ha convertido en una gran crisis política para el estado mexicano.

La OEA exige respuestas

Una delegación mexicana tuvo que comparecer hace un mes en la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA para responder sobre la tragedia de Iguala. 

En consecuencia, la CIDH designó hace dos semanas un grupo interdisciplinario para apoyar las labores de búsqueda de los estudiantes desaparecidos y la investigación que realiza el Estado mexicano para castigar a los responsables de la masacre.

José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, se sumó a las voces internacionales que condenan la desaparición de los normalistas.

“Es un caso que enluta no solo a los mexicanos, sino a todos los países de América”, declaró

También hace dos semanas el Gobierno mexicano tuvo que comparecer por el caso Ayotzinapa ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El plan de la SRE

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) puso en marcha un plan de manejo de crisis para contrarrestar las repercusiones negativas que ha tenido a nivel internacional el caso Ayotzinapa.

El personal que trabaja en el servicio exterior –desde embajadores, cónsules hasta funcionarios diplomáticos- recibió circulares internas que incluyen las líneas discursivas que deben de tratar de imponer cuando se aborde la tragedia de Iguala.

1. Asegurar que lo ocurrido en el municipio de Iguala con los 43 estudiantes de Ayotzinapa no se trata de un crimen de Estado.

2. Deslindar en sus intervenciones al Gobierno Federal de las autoridades municipales de Iguala y estatales de Guerrero.

3. Destacar la fuerza del Estado mexicano sobre el crimen organizado y los delincuentes que participaron en la desaparición de los normalistas de Guerrero.

4. No criminalizar a los estudiantes de Ayotzinapa.

Se les pide a los embajadores y cónsules a repetir el dicho del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, de que en la investigación no existe evidencia sobre un posible vínculo entre el crimen organizado y los normalistas.

5. Destacar que organismos internacionales como el Parlamento Europeo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han dado su apoyo al Gobierno Federal.

6. Asegurar que todo el aparato mexicano está enfocado bajo el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto en la investigación para dar con los culpables de esta masacre. 

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