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El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, hoy es testigo de una danza de cifras.
Además es el epicentro de los temas actuales en la agenda nacional: el crecimiento del país y la reforma fiscal.
Sin embargo, el funcionario se ha colocado bajo observación por la atención que requieren las medidas que serían implementadas para corregir la tendencia.
Por un lado los diputados le enmendaron la plana en el caso de la reforma Hacendaria.
Ayer anunciaron que eliminarán el IVA en hipotecas, renta, colegiaturas y homologarán, probablemente, el IVA en las zonas fronterizas.
Además, por cuarta vez, el FMI corrigió las proyecciones económicas de crecimiento para el país, anunciando que será aún menor que la última, ubicando la cifra en 1.2 por ciento.
La razón –dicen los especialistas y sectores afectados– es el subejercicio del gasto, la parálisis económica de Estados Unidos y la crisis en Europa.
Para algunos, otro factor que podría haber influido es el haber subestimado la desaceleración registrada en las manufacturas de Estados Unidos durante el segundo semestre del año pasado.
Aunque se habla mucho de subejercicio del presupuesto, Luis Videgaray declaró en julio de este año que durante el primer semestre del 2013, se realizó el ejercicio del 99.1 por ciento del presupuesto de recursos programados, que asciende a 347 mil millones de pesos.
Esta cifra de total ejercido difiere de la que han dado diversos organismos sobre el mismo primer semestre del año.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) aseguró que el subejercicio del sector público fue de 37 por ciento, es decir, que no se ejercieron 43 mil 884 millones programados para el primer semestre de 2013 en el renglón de construcción.
Con los cambios de señales en materia de crecimiento económico, sin duda se verán afectados los Criterios de Política Económica que se presentaron para 2014.
Pero no solo eso, la negativa a la aplicación del IVA en colegiaturas, hipotecas, rentas, cambios en el ISR y en la Ley Aduanera, modificarán también las expectativas de ingresos y, por ende, la política de gasto propuesta.
Así, el panorama económico para el cierre de 2013, será muy distinto al planteado en diciembre del año pasado, apenas a unos días de que Peña Nieto tomara posesión.
Incluso, las proyecciones esperadas para 2014 podrían ser muy distintas a los buenos deseos del secretario de Hacienda y otros organismos que prevén también un crecimiento superior al 2013.
Guerra de números
El Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último reporte considera ya que el repunte económico para este año apenas llegará a 1.2 por ciento.
Una cifra muy por debajo de la manejada por el propio Videgaray, Agustín Carstens del Banco de México y algunos representantes del sector privado.
Lo cierto es que de 3.5 por ciento que se estimaba crecer este año, como se anunció en diciembre del 2012, la cifra pasó a 2.9, luego a 1.8 y finalmente al estimado de esta semana de 1.2 por ciento.
Pero como efecto de los desastres causados por los huracanes “Ingrid” y “Manuel”, Videgaray anticipó que el crecimiento sería de apenas 1.7 por ciento.
Esto en el caso de que no se presenten otros fenómenos naturales que pudieran cambiarle al gobierno la brújula del crecimiento esperado.
Agustín Carstens, gobernador de Banxico, maneja sus propias cifras.
Durante el año variaron de 4 a 3, de 3 a 2 para hacer la última estimación en agosto con un 1.4 por ciento, que no coincide tampoco con las de Videgaray, el FMI, el sector privado, o el Banco Mundial.
Pero las correcciones de plana para la economía de México no sólo tienen que ver con el crecimiento económico.
También se han modificado las proyecciones que se tenían al inicio de este año en materia de inflación.
Con respecto a la inflación general, las expectativas para el cierre de 2013 aumentaron ligeramente, de 3.55 a 3.59 por ciento y para 2014 se elevaron de 3.79 a 3.82 por ciento.
En cuanto al tipo de cambio, mandato exclusivo de Banxico, los especialistas encuestados modificaron sus proyecciones de 12.71 a 12.79 pesos por dólar.
Coinciden… a la baja
Las expectativas de crecimiento para el país durante 2013 son variadas en cantidades y consistentes en cuanto a ubicarse a la baja, todas. A continuación las cifras que prevén para el crecimiento el último mes, y su variación respecto a las de principio de año de diversas instituciones o dependencias mexicanas y extranjeras, en porcentaje.
Enmiendan la plana
Los diputados corrigieron algunas de las propuestas del Gobierno de Peña Nieto en lo concerniente a nuevas tazas impositivas
Para el FMI el débil comportamiento del primer semestre del año de la economía mexicana provocó una modificación en sus proyecciones para situar el crecimiento del PIB en 1.2 por ciento.
En su “Panorama Económico Mundial”, edición de otoño, el Fondo Monetario Internacional estima un crecimiento mucho más bajo al formulado en julio, que fue de 2.9 por ciento.
Las razones, dice, obedecen a “la inesperada desaceleración en México, relacionada con un menor gasto gubernamental, una caída en la industria de la construcción, y la lenta demanda proveniente de Estados Unidos”.
Para recuperar el crecimiento económico el año próximo, el FMI pone como condición que las manufacturas recuperen dinamismo en exportación, el gasto público se active, y las reformas estructurales comiencen a surtir efecto.
En 2014 México podría crecer un 3 a 4 por ciento según el FMI, cifras muy conservadoras a las proyectadas por la Secretaría de Hacienda de 5 por ciento.
En el caso de que México creciera en 2013 a 1.2 por ciento este año, será la economía de América Latina más retrasada, salvo por Venezuela, que el mismo FMI colocó en un 1 por ciento la estimación de crecimiento.
Los números que cada uno de los funcionarios de instituciones mexicanas estiman para el crecimiento.
En el umbral de la recesión
Aunque el gobierno ha reconocido que el país enfrenta una desaceleración de su economía, para muchos sectores estamos en “el umbral” de una recesión.
El informe semestral del INEGI indica un crecimiento del 1.1 de la economía mexicana en el primer semestre del año, contra el 4.2 por ciento que se tuvo en el mismo periodo de 2012.
La desaceleración industrial, no aceptada por el gobierno, se agudiza y ya comienza a trasmitirse a otros sectores de la economía.
Incluso, de prolongarse, podría transformarse en un mayor letargo económico que se encamine hacia una verdadera recesión.
Ya, de hecho, algunos sectores como la construcción y textil reportan saldo negativo.
Si bien las exportaciones aún no pierden vigor, tanto Carstens como Videgaray saben que la economía pende del mercado interno.
No extrañará que se echará “toda la carne al asador” en el siguiente “Buen Fin” que lanzará el gobierno en noviembre, para lograr el último arrancón económico de este año.
Los pobres son más
Paralelo a la desaceleración económica, la pobreza en el país, que según el último informe del Coneval, alcanza a 53.3 millones de personas contra 52.8 millones en 2010.
Actualmente, según la misma fuente, 2.5 millones de mexicanos están en situación de desempleo, 13.7 millones de la población económicamente activa se ubica en la economía informal, y 28 millones subsisten con tres salarios mínimos.
La desocupación
En la primera mitad del año la desocupación, o pérdida del empleo, alcanzó a 2.6 millones de personas, y la tasa de desempleo correspondiente fue de 5 por ciento de la población económicamente activa (PEA).
Esto demuestra que se ha registrado una débil generación de empleos a lo largo del país y los 15 mil nuevos trabajadores inscritos en el IMSS, no resuelven el problema de fondo.
El problema actual es una elevada insuficiencia para crear el número suficiente de plazas laborales que los mexicanos requieren.
La guerra de declaraciones
Los especialistas dan su evaluación y predicciones sobre causas, futuros, actualidad respecto a las cifras pronosticadas para el crecimiento económico de México en el 2013.
“La desaceleración inesperada en México tuvo que ver con la disminución del gasto público, el enfriamiento de la actividad en el sector de la construcción y la demanda anémica en Estados Unidos”
— Informe del FMI
“El sector externo fue el principal choque detrás de la desaceleración económica de México, pero atribuyó como factores que también incidieron negativamente la crisis de la vivienda y el dinamismo que tuvo la minería”
— Carlos Capistrán
Economista en jefe de Bank of America Merrill Lynch
“Pero un nuevo recorte de la tasa de interés sólo genera una ilusión monetaria para el mercado, ya que la política del banco central en lugar de ser expansiva se ha vuelto restrictiva, limitando el financiamiento a consumidores y empresas”
— Alfredo Coutiño
Director para AL de Moody’s Analytics
“Mi lectura es que México ha venido atravesando por un periodo de desaceleración temporal, muy puntuales, que yo pienso que se irán, ya están en proceso de irse remediando y esto, el próximo año, nos llevarán de regreso a tasas de crecimiento de tres por ciento”
— Agustín Carstens
Gobernador de Banxico
“Déjenme decirles que mientras vemos algunos signos de mejoría, el crecimiento global permanece apagado”
— Christine Lagarde
Directora del FMI
“El principal problema de México no es de vulnerabilidad a una crisis mundial, si no que, aun en las buenas, crece poco y eso genera una baja creación de buenos empleos y menor consumo”
— Ricardo Hausmann
Director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard
“México se encamina hacia una mayor independencia económica y a un rol de mayor relevancia en el mundo, gracias a las reformas estructurales que tramita”
— Larry Fink
Presidente y CEO de BlackRock
“Es real, el país está de cara a una recesión económica y es grave subir los impuestos en estos momentos, cuando no hay un problema de finanzas públicas”
— Ernesto Cordero Arroyo
Senador PAN
“El efecto de inflación será acotado y temporal y no será superior a 0.15 por ciento, llegando a una inflación de 3.60 por ciento; es decir, es un impacto acotado en el nivel de precios y está, fundamentalmente, en algunos productos agrícolas, cuyas hectáreas sufrieron daños”
— Luis Videgaray
Secretario de Hacienda