"Ibas al Centrito y te sentabas arriba de un carro con un trolebús, que eran como unas cosas de frutas con hielo, y habían carros dando vueltas"
En los últimos años la zona del Centrito Valle, uno de los sitios nocturnos por excelencia de los jóvenes sampetrinos, se transformó en un territorio de aprehensiones y amenazas, incluso de alerta para el Consulado Estadunidense.
Si comparamos al Centrito de hoy con el de 20 años atrás, es evidente una involución del lugar, incluso para el buen reventón.
Porque entonces, además de fruterías, cine, algunos servicios y farmacias, había antros donde los problemas o hasta aprehensiones de algunos jóvenes era motivada por la bebida o el consumo de alguna droga blanda.
En cambio hoy, además de la alerta consular de hace dos meses, hay aprehensiones de gente involucrada con el crimen organizado.
Tal y como sucedió con el caso de las investigaciones sobre el asesinato de David Villarreal Fernández, plagiado el 6 de septiembre en Calzada San Pedro y Vasconcelos, y encontrado muerto cinco días después en el Arroyo El Capitán.
Las investigaciones que la Procuraduría de Justicia del Estado realiza por el secuestro y asesinato involucraron a elementos de la Policía de San Pedro.
Y detenciones de “halcones” del Cártel de Los Beltrán Leyva, como Guillermo Muñiz Tamez alias “El Chuky” o “El 68”, José Luis Castro Castillo “El Pini”, Juan Enrique Galván Aranda “El 25”, Goretti Guadalupe Garza Flores “Estrella” y Beatriz Irasema de León Roque alias “Chema”.
Estos personajes confesaron servir de vigías y vender droga para Los Beltrán Leyva.
Entre los lugares que vigilan frecuentemente está el Centrito, donde detuvieron a varios de ellos.
Incluso Goretti Guadalupe Garza confesó haber cenado junto con “El Panamá”, un mando intermedio de Los Beltrán Leyva, en los Tacos Julio del Centrito para de ahí partir a vigilar el operativo en el que integrantes de esa organización plagiaron a David Villarreal la noche del 6 de septiembre.
Esto prueba que de ser un barrio tradicional para la diversión en la noche, y familiar por el día, en los últimos años tiene un sentido peligroso.
Y es que 15 antros y bares, reunidos en una sola cuadra, hacen del Centrito el lugar perfecto para el consumo y tráfico de drogas.
También hay en este barrio 42 restaurantes, 65 locales con varios servicios y cinco bancos.
Entre los antros más visitados esta el Classico, el República, Barezzito y Pink Donkey. Y hay otros como el Maverick y el Robbie Social Club que apenas están despegando.
Eso sí, la mayoría de los negocios que tienen este giro abren a las 12 de la noche.
Aquellos tiempos
Al principio la vocación de San Pedro fue la de un sitio campestre en donde los regios con más recursos tenían sus casas de campo y de verano.
Y así como las comunicaciones fueron mejorando, el valle de San Pedro, conocido como La Nogalera, se fue poblando.
Fue hasta finales de los treinta que el empresario Alberto Santos comenzó a imaginar un fraccionamiento moderno, exclusivo y residencial, en San Pedro Garza García.
Se constituyó en 1943 el fraccionamiento San Pedro con 4 millones de pesos, dirigido por Alberto Santos y dos de sus hermanos.
Pronto el desarrollo que se fraccionó en cuatro zonas divididas en dos calzadas con avenidas de 70 metros de ancho y jardines con camellones que encuadraban con la Sierra Madre.
Juan Ignacio Barragán, ex Secretario de Desarrollo Urbano de San Pedro e historiador del municipio, recuerda los inicios.
“Ellos (Don Alberto Santos y las autoridades) tuvieron la idea de tres tipos de equipamiento. Por una parte equipamiento escolar, hicieron el colegio Franco y el colegio La Bastida.
“Equipamiento religioso, se dieron los terrenos para que se hiciera Fátima, y faltaba un equipamiento que era el comercial.
“Entonces dieron los terrenos en la zona del Centrito Valle para que ahí se instalara comercio”, naarra Ignacio Barragán.
Así, en los 70’s el centrito surgió como la primera Plaza Comercial del sector Valle.
Se planeó para abastecer los diversos servicios que aún no existían en la recién fundada colonia del Valle.
“Ibas al Centrito y te sentabas arriba de un carro con un trolebús, que eran como unas cosas de frutas con hielo, y habían carros dando vueltas.
“Mississippi, Tamazunchale, Orinoco y Río Grijalva, dando vueltas y viendo gente. Era el lugar, por así decirlo, de ligue. Pero no había antros, no había alcohol, no había drogas, era una onda muy familiar y era en las tardes”.
El problema es que a pesar de que el tramo oriente de la Calzada San Pedro fue resguardado como corredor comercial con uso de suelo mixto, nunca tuvo una planificación.
“Dónde has visto tú un Waldos y un Louis Vuitton a 100 metros. O sea, Louis Vuitton es de las tiendas más caras que hay y el Waldos es la más barata que hay, eso te habla de la contradicción en los planes”.
En el Centrito al principio subsidiaron el comercio y luego se transformó en una tienda Azcúnaga y finalmente se estableció Don Modesto, el famoso Mode.
“El único lugar donde tu podías irte a tomar un café, era la Benavides. Era famoso. Todo mundo que quería tener una plática de negocios, de bienes raíces, todo mundo se iba al café de la Benavides”.
A finales de los 70’s surgió la primera discoteca de Monterrey llamada Sargent Pepper, ubicada en el Centrito Valle. Y también se inauguró el Cinema Valle.
“Los locales comerciales que no funcionaban porque no tenían estacionamiento, le apostaban a hacerse antro porque era en la noche. Y al ser en la noche se despejaban mucho los estacionamientos.
“Eso fue un cambio que se da en el Centrito de ser una zona comercial no planeada, a ser una zona de servicios tampoco planeada”.
