En los comicios federales de hace seis años la complejidad de las boletas electorales derivada de la conformación de las coaliciones incidió para que se elevara de manera significativa el número de votos nulos en las elecciones, sobre todo en los comicios a diputados y senadores.
Según un estudio del IFE (ahora INE) posterior a las elecciones de 2012, el rango de votos nulos en la elección presidencial fue de poco más de 1.2 millones de apoyos, una cifra superior a su mayor registro histórico durante las contiendas de 1994.
Sin embargo, los mismos números del propio Instituto refieren que la tendencia histórica del voto nulo para el Congreso había oscilado en alrededor de un millón de sufragios, cifra que se disparó hasta 2.4 millones en la elección intermedia de 2009 y de 2.8 millones en 2012.
Tras la reforma política de 2008 se estableció que en el caso de registrar coaliciones, en la boleta electoral aparecerán los propios emblemas de los partidos políticos coaligados y el nombre de su candidato, en el mismo tamaño y dimensiones que de los partidos que participan por sí mismos.
Con la legislación anterior se podían adoptar emblemas conjuntos de los partidos políticos aliados en un mismo recuadro o alguno distinto que identificara la coalición.
La mayor confusión para los votantes derivó en el hecho de que las alianzas para la Presidencia de la República (Ia elección más publicitada) no se replicaron en su totalidad a nivel local, lo que dificultó la difusión de la información sobre cómo y por quién votar y, a su vez, causó confusión en los electores a la hora de emitir su voto en cada tipo de elección aumentando de manera drástica los sufragios inválidos por error.
Los partidos más afectados por la complejidad de la boleta electoral en 2012 fueron el PRI y el Partido Verde quienes formaron una coalición parcial denominada ‘Compromiso por México’ para participar en la elección presidencial y en algunas fórmulas para el Senado y la Cámara de Diputados.
En 2006, la última elección federal previa a la reforma, el porcentaje de votos nulos para diputados y senadores fue de alrededor del 2.2 por ciento, sin embargo para 2012 llegó a ser del 5 y del 5.5 por ciento respectivamente. Para la elección presidencial el porcentaje pasó del 2.2 al 2.5 por ciento aproximadamente.
Los datos del informe del IFE señalan que en el caso de la elección presidencial de 2012 el 56.9 por ciento de los votos nulos se debieron a un error a la hora de ejercer el voto y de éstos la gran mayoría fue por marcar en la boleta a dos o tres partidos políticos no coaligados.
El 40.5 por ciento habrían sido votos anulados de manera intencional y sólo en el 2.6 por ciento de los casos no se pudo definir la causa.
En el caso de las elecciones al Senado en el mismo año el 60.8 por ciento de los votos nulos fueron por error -la gran mayoría por marcar dos o tres partidos políticos no aliados- y el 37.9 por ciento fueron por anulaciones intencionales.
Para la elección de diputados federales, el IFE encontró que el 55.9 por ciento de los votos inválidos se debieron a errores y el 42. 6 por ciento fueron actos intencionales.
En total, hubieron 22 entidades federativas donde el PRI y el PVEM no participaron como coalición para el Senado y precisamente en estos estados es en donde más se elevó el número de votos nulos en donde fueron marcados ambos partidos; un 35.4 por ciento del total lo que significa más de la tercera parte.
Algo similar ocurrió en la elección de diputados en aquellos distritos en donde no se registró la coalición (PRI y Verde se coaligaron en 199 de los 300 distritos electorales) aunque el porcentaje de votos nulos fue menor, alcanzando alrededor del 26 por ciento por la misma causa.
En total, el IFE estima que a raíz de la confusión o equivocación por parte de los electores al momento de emitir su sufragio el PRI y el Partido Verde habrían perdido en las elecciones alrededor de 1 millón de votos para el Senado y 640 mil para la Cámara de Diputados.
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