Con traje negro, camisa blanca y sin corbata, José Antonio Meade Kuribreña, fue arropado el día de ayer por más de 18 mil delegados priistas. El movimiento alrededor del Foro Sol, lugar donde el exsecretario de Hacienda fue elegido para abanderar al PRI rumbo a las elecciones presidenciales del próximo primero de julio, comenzó muy temprano.
El desfile de todos aquellos que vestían de rojo, blanco y verde en todas las combinaciones posibles se pudo apreciar desde las seis de la mañana cuando los camiones abarrotados con los delegados de todas las entidades del país comenzaron a llegar al lugar.
Portaban matracas, pancartas, silbatos y venían armados con decenas de cantos y consignas para reafirmar lo que desde hace meses era un hecho: el precandidato único ganaría la votación de delegados.
A las nueve de la mañana las gradas ya se encontraban prácticamente llenas y listas para recibir al entonces precandidato de la coalición Todos por México. El sol golpeaba con fuerza a todos los ahí presentes mientras se movían de un lado a otro formando olas que los animadores solicitaban a gritos mediante un micrófono y al ritmo de una canción reggaetonera que compusieron especialmente para “Pepe Meade”.
Una hora después el abanderado priista llegó de la mano de su esposa Juana Cuevas entre aplausos para hacerse de la tribuna en donde ya se encontraba presente la mesa directiva de delegados y el presidente nacional del Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza.
En el evento también estuvieron presentes quienes fueron los compañeros Meade en el Gabinete presidencial, los representantes de bancada en el Congreso de la Unión y gran parte de los gobernadores priistas.
Tras un breve discurso de introducción por parte de Abraham Huemes Castillo, director de la mesa directiva de delegados, se preguntó a los miles de militantes ahí presentes si aceptaban a Meade como el candidato oficial del PRI a la presidencia, y con una ovación Meade fue ungido.
“Lo hago por México”, fue lo primero que dijo al tomar la palabra. Sonrientes, personajes como Aurelio Nuño, Manlio Fabio Beltrones o la secretaria General Claudia Ruiz Massieu observaban desde sus asientos a su máximo representante electoral.
Una vez finalizados los agradecimientos, Meade se soltó con las promesas y los planes de qué piensa hacer en caso de ganar las próximas elecciones presidenciales.
Dentro de todas los compromisos (“acabaré con la corrupción”, “ya no habrá desigualdad”, “todos tendrán educación de calidad…”), la mayoría ya desgastados de tanto ser pronunciados, salió a relucir uno que llamó la atención.
Al llegar a la parte del discurso donde aseguró que su objetivo principal era cumplir todos los sueños de todos los mexicanos, explicó que para poder llevar esto a cabo crearía el primer Registro Nacional de Necesidades.
Este órgano, se encargaría de recibir peticiones de la ciudadanía y dárselas a conocer al candidato, quién, a su vez, las analizaría y daría solución.
Los asistentes, un tanto confusos ante la magnitud de la propuesta, mataron la sorpresa con una ola de aplausos.
José Antonio Meade aseguró que con ganas, dedicación y el apoyo de los mexicanos se convertirá en el primer ciudadano en ocupar Los Pinos.
Después, se mostró un video promocional y entre una lluvia de confeti el evento concluyó.
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