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En los últimos dos sexenios las labores de investigación de la Policía Federal han conducido a la detección de 123 aeronaves que operaban en el país con fines presuntamente delictivos, incluido el narcotráfico, y de las cuales un par fueron aseguradas en el estado de Jalisco
Los dos vehículos intervenidos por la Policía Federal en la entidad jalisciense fueron aseguradas en el 2017 en Guadalajara por la Procuraduría General de la República (PGR) debido a su presunta conexión con ilícitos: la primera el 10 de abril y la segunda el 31 de octubre, según el informe obtenido de esa corporación con la solicitud de información 0413100091518.
El aseguramiento de transportes aéreos presuntamente utilizados para actividades ilegales como el tráfico de narcóticos se intensificó durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, en comparación con el mandato de su antecesor, Felipe Calderón.
Mientras que durante el periodo de gobierno de Peña Nieto, de diciembre de 2012 al 2018, los aeroplanos que fueron asegurados mediante las acciones de la Policía Federal y la PGR ascendieron a no menos de 93 unidades, más de tres veces lo hecho durante el sexenio calderonista
Apenas el 4 de diciembre pasado la PGR dio a conocer que en Quintana Roo se había descubierto “una avioneta que en su interior transportaba cerca de tonelada y media de cocaína”, la cual fue asegurada por elementos tanto de la Policía Federal como del Ejército mexicano.
La PGR señaló que “de acuerdo al Informe Policial Homologado realizado por efectivos federales, la aeronave, tipo Hawker, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Chetumal y fue abandonada en la cabecera de una pista”.
Al revisar la misteriosa aeronave, los policías federales ministeriales y peritos del caso descubrieron que transportaba: “mil 398 paquetes en 43 bultos, con un peso neto de una tonelada 396 kilos 557 gramos 5 miligramos de reactivo positivo a clorhidrato de cocaína que mostraba un perfil químico de pureza”.
El Escudo Titán
Durante los últimos 12 años en que las acciones de la Policía Federal produjeron el aseguramiento de las 123 aeronaves presuntamente vinculadas con ilícitos como el narcotráfico, destacan nueve entidades federativas que concentran el 84 por ciento de todos estos vehículos aéreos (103) que operaban fuera de la legalidad.
Ya desde el 27 de julio de 2018, el entonces comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, había hecho manifiesto que mediante el Operativo Escudo-Titán, concentrado en estados con una alta presencia del crimen organizado, se había procedido contra un número relevante de aeronaves que estaban operando en el país con documentación anómala.
Aquel día señaló el entonces responsable de la Policía Federal: “A casi seis meses de que entrara en operación el Operativo EscudoTitán, se han logrado detenciones y aseguramientos importantes en los estados donde se lleva a cabo: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Jalisco, Quintana Roo, Veracruz, Estado de México y Guanajuato”.
Narcotráfico aéreo
De acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA) y su Evaluación Nacional de Amenaza de las Drogas 2018, los grupos criminales mexicanos como los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación (CJNG), utilizan múltiples métodos para la introducción de drogas hacia EEUU, incluyendo la vía aérea.
“Las organizaciones criminales trasnacionales mexicanas explotan varios métodos aéreos para transportar drogas ilícitas a través de la frontera suroeste. Estos métodos incluyen el uso de aeronaves ultraligeras y sistemas aéreos no tripulados y drones para llevar a cabo entregas vía área”.
En el caso específico de la cocaína, el documento detalla que los viajes comerciales aéreos son otro método de transportación ampliamente usado por los traficantes de cocaína para introducirla en EEUU desde Sudamérica y el Caribe”.
Y agrega: “aunque el tráfico en tierra permanece como el método predominante para movilizar la mayoría de la cocaína hacia los EEUU, el tráfico aéreo desde Sudamérica y el Caribe se ha incrementado debido a inestabilidad regional, a medidas de seguridad laxas en los aeropuertos –en comparación con EEUU-, y frecuentemente a las insuficiencias de personal de las fuerzas de seguridad locales”.
El tráfico aéreo de cocaína se da en diversas formas, como pasajeros que la portan en vuelos comerciales, oculta en cargamentos mediante envíos menores a un kilo o hasta de varios cientos; en mensajería; escondida en equipaje y en compartimentos de los aviones, con anuencia de personal de las aerolíneas y de los aeropuertos en ambos puntos del viaje.