La invasión del fusil Barret en Jalisco
El fusil Barret calibre .50, capaz de derribar helicópteros y que fue usado durante el “culiacanazo”, tiene una presencia importante en Jalisco: en lo que va del 2019 se han asegurado cinco unidades, mientras que del 2007 al 2018 solo se confiscó una
Luis HerreraEl poderoso fusil Barret calibre .50 ha sido detectado como parte del armamento que utilizan los sicarios en las altas esferas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Además, su adquisición se ha incrementado entre los criminales jaliscienses durante este 2019, advierten reportes oficiales.
El arma que es capaz de derribar helicópteros y que fue utilizada por el Cártel de Sinaloa en contra de las fuerzas federales el pasado 17 de octubre, durante el operativo fallido de captura de Ovidio Guzmán López, está cada vez más presente en Jalisco, revelan informes de la Coordinación General Estratégica de Seguridad de Jalisco.
Los reportes de aseguramientos de esta dependencia local, a la que está adscrita la Secretaría de Seguridad, señalan que en el sexenio del exgobernador Emilio González Márquez (de 2007 a febrero de 2013), solo en una ocasión se detectó uno de estos rifles en manos de la delincuencia organizada.
Dicho decomiso se concretó el 29 de enero de 2013, antes de concluir el mandato de González Márquez, en el municipio de Hostotipaquillo; por lo que en el periodo 2007-2012 la Policía estatal no identificó la utilización de este tipo de armamento por parte de los grupos criminales jaliscienses.
En la siguiente administración que estuvo en manos del priista Aristóteles Sandoval Díaz (de marzo de 2013 al 5 de diciembre de 2018), los fusiles Barret calibre .50 no aparecieron en ningún momento entre los aseguramientos de armamento efectuados por la Policía del estado, pese a que las agresiones contra las fuerzas de seguridad fueron constantes.
Sin embargo, esto cambió radicalmente en el 2019, pues en 10 meses la Policía estatal aseguró cinco fusiles Barret calibre .50, cifra superior a la registrada entre 2007 y 2018, con los exmandatarios González Márquez y Sandoval Díaz.
Según el folio de transparencia 08085719, el primer aseguramiento se efectuó el 7 de febrero de 2019, en el municipio de Jalostotitlán, donde se le despojó a los criminales de cuatro de estas armas que estaban en su poder; el segundo se realizó el 18 de julio de 2019, en Villa Guerrero, donde se encontró uno más de estos rifles.
Escoltas del CJNG
El 1 de agosto de 2018, el entonces comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, anunció la aprehensión de un grupo de sujetos que habrían estado fungiendo como los escoltas del líder regional del CJNG en la zona de Ocotlán, Alonso Guerrero Covarrubias –detenido en 2019-, los cuales poseían un rifle Barret como parte de su arsenal.
El comisionado señaló que en total se habían detenido a 14 presuntos integrantes del CJNG en las entidades de Jalisco y Quintana Roo, como parte del Operativo “Escudo Titán”, en marcha en ese momento por el Gobierno federal.
Precisó que seis de ellos fueron aprehendidos en el poblado de San Martín de Zula, en el municipio de Ocotlán, Jalisco. “Personal de la División de Investigación de Policía Federal logró ubicar a sujetos armados en un rancho identificado como punto de reunión en el que operaban presuntos homicidas y distribuidores de droga”.
Advirtió que de acuerdo con información de inteligencia recabada con anterioridad, el grupo podría formar parte del primer círculo de custodia del líder del grupo delictivo, encabezado por tres hermanos.
Ahí se detuvo a Jaime “N” de 46 años, quien tenía una orden de aprehensión vigente; además de Juan Carlos “N” de 50 años; Gustavo “N” de 25 años; Agustín “N” de 26 años; Ignacio “N” de 37 años; y Pablo “N” de 31 años.
Sales Heredia confirmó que estos presuntos custodios del líder del CJNG estaban armados con el rifle Barret.
“En el sitio fueron aseguradas ocho armas largas, entre ellas un fusil tipo Barret, la ametralladora M-60, 35 cargadores y más de mil cartuchos útiles (…) también se aseguraron dos camionetas de modelos recientes, mismas que cuentan con reporte de robo y las cuales fueron modificadas en su estructura con un aditamento para colocar un arma tipo M-60”.
Barret: Rifles letales
La letalidad de los fusiles Barret quedó de manifiesto aquel día del llamado “culiacanazo”, el 17 de octubre pasado, cuando las fuerzas federales no pudieron concretar la aprehensión con fines de extradición de Ovidio Guzmán López, uno de los presuntos líderes del Cártel de Sinaloa,
En los videos que exhibió el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, el 30 de octubre de 2019, sobre aquellos hechos en la ciudad de Culiacán, se observa a uno de los miembros del Cártel de Sinaloa apostado en una calle con un rifle Barret y observando a través de su mira telescópica.
“Aquí tenemos un agresor con Barret en este punto, y ahorita lo vamos a ver, aquí está. Aunque está tendido en el piso, la calle en ese punto va de subida, de tal manera que él tenía una visibilidad perfecta hacia los objetivos, que éramos nosotros”, dijo Sandoval González en ese entonces.
En los videos también se mostró a uno de los efectivos militares con una pierna destrozada, y de acuerdo con la exposición del titular de la Sedena, eso se debió precisamente al impacto de un disparo que los criminales efectuaron con un Barret.
“Aquí tenemos un oficial de la Guardia Nacional, ocho agentes de la Guardia Nacional, siete soldados, un policía estatal, dos policías municipales, de aquí de los soldados uno de ellos es el que pierde la pierna, se la tuvieron que amputar (…) Este es el elemento que recibe un impacto calibre 50 en su pierna”.
La capacidad de fuego de estos rifles ya había llamado la atención en México en el 2016, cuando el 6 de septiembre fue derribado un helicóptero de la Procuraduría de Michoacán, en La Huacana, presuntamente con esa arma, costándole la vida a cinco tripulantes.