Las mujeres están presentes en altos cargos de organismos internacionales. Desde sus espacios en el poder, las directoras, representantes o presidentas piden a los gobiernos de distintos países proteger los derechos de sus congéneres.
Sus discursos y acciones son gestos de sororidad que provocan transformaciones en la realidad de niñas y jóvenes en todo el mundo.
Con el fin de escuchar las experiencias de quienes se encuentran en esos puestos de Gobierno e impulsar la agenda de igualdad, Espinosa convocó para el próximo 12 de marzo a Mujeres en el Poder, una reunión en la que participarán todas las jefas de Estado y Gobierno del mundo.
“El foco va a ser la necesidad de empoderamiento político de las mujeres y una atención especial al tema de la discriminación de las mujeres en la política”, explica Espinosa a agencias.
La presidenta de la Asamblea General espera que la reunión sirva para dar un impulso a la igualdad en la esfera política y reconoce que le encantaría que la cita se convirtiera en algo regular después de que ella abandone su cargo.
Por otra parte, Christine Lagarde aprovechó la Cumbre del G‑20 en Buenos Aires para formular recomendaciones a los integrantes de este grupo. Una de sus peticiones fue eliminar los obstáculos que impiden a las mujeres participar en la economía.
“A fin de abordar los retos a los que se enfrenta la economía mundial… pido que eliminen los obstáculos jurídicos que impiden la participación de la mujer en la economía. Esta medida es fundamental para abordar los niveles elevados y persistentes de desigualdad y realzaría el potencial de crecimiento de todos los países del G-20”, dijo la directora del organismo en diciembre del año pasado.
Michelle Bachelet, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, también visibilizó los problemas que enfrentan las mujeres en el poder en una entrevista que dio este mes.
A propósito del Día Internacional de la Mujer, la exmandataria también habló sobre las desigualdades entre hombres y mujeres en la actualidad.
Bachelet agregó que aunque formalmente tienen todos los derechos políticos, económicos y sociales, las mujeres todavía sufren brechas salariales que van del 10 al 25 por ciento.
Además, dijo que las mujeres en puestos importantes de toma de decisiones son relativamente escasas. En el mundo, sólo el 23 por ciento de los parlamentos están conformados por mujeres y en América Latina son el 28 por ciento.
“Yo diría que la mujer no es una ciudadana de pleno derecho en todas partes del mundo, y en algunas partes es claramente una ciudadana de segunda categoría. Hemos avanzado: sí, pero debemos seguir avanzando con mucha fuerza para que niñas y mujeres tengan las oportunidades que se merecen”, dijo Bachelet.
Otras diplomática que trabaja por sus congéneres desde un organismo internacional es Alicia Bárcena, secretaria General de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe(Cepal), quien denunció esta semana que en Chile se observa que la mayor brecha salarial se da para las mujeres con mayor nivel educativo.
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