La figura de los candidatos independientes ha perdido fuerza y credibilidad.
Por primera vez en la historia electoral de México, el ciudadano que así lo deseé podrá contender por cualquier puesto de elección popular en los próximos comicios del 1 de julio sin tener que estar respaldado por un partido político.
Sin embargo, las limitadas opciones y las normas que se les han impuesto para poder participar en el proceso democrático más importante del país, han puesto en evidencia que estos contendientes sólo portan una máscara, pues no se diferencian del resto de los concursantes.
A diferencia de los políticos que abanderan a alguna institución política, los independientes, una opción que se incorporó al sistema tras la reforma electoral del 2012 y quedó debidamente implementada dos años después, deben cumplir, por órdenes del Instituto Nacional Electoral, con una serie de pasos establecidos específicamente para ellos para que sus nombres puedan aparecer en las boletas.
De entrada, a quienes buscan llegar a Los Pinos, se les pide que reúnan y comprueben el apoyo de la ciudadanía a lo largo y ancho del país mediante la obtención de por lo menos 866 mil 593 firmas.
Los apoyos no pueden estar concentrados en una sola entidad, sino que deben estar distribuidos por lo menos en 17 estados de la República donde se les pide el apoyo de mínimo el uno por ciento del padrón electoral que cada una de las entidades tenga registrado.
Para las senadurías se debe contar con apoyos de por lo menos el 2 por ciento de la lista nominal de la entidad de que se trate pertenecientes a cuando menos la mitad de los distritos electorales.
En el caso de la diputaciones federales se debe contar con apoyos de por lo menos 2 por ciento de la lista nominal del distrito electoral federal de que se trate pertenecientes a cuando menos la mitad de las secciones electorales.
El tiempo que determinó el INE para llevar a cabo esta labor fue de tres meses.
Además, el Instituto Nacional Electoral decidió implementar una dinámica nunca antes utilizada para la recolección y comprobación de firmas la cual se realiza a través de una aplicación que, a su vez, se debía descargar en un teléfono inteligente para poder funcionar.
Ante el inmenso reto que esto significó, los reclamos por parte de los aspirantes independientes no se hicieron esperar.
Las primeras quejas argumentaban que la aplicación del INE para la recolección de firmas no funcionaba bien en todos los dispositivos electrónicos inteligentes, que era muy complicada de utilizar y que en diversas regiones donde no había internet la app no respondía.
Ante las dificultades señaladas y los retrasos que provocó en la obtención de apoyos el INE llevó a cabo una actualización del sistema, creó tutoriales para quienes tuvieran dudas sobre cómo usarla de forma correcta y, finalmente, amplió siete días el plazo para la entrega de apoyos.
Las anomalías
Ahora, una nueva polémica ha surgido entre los independientes que buscan un puesto como diputados federales y para quienes el tiempo de recolección de apoyos se cerró el pasado 21 de diciembre.
Después de que el Instituto Nacional Electoral comenzara a validar los apoyos obtenidos por los independientes se inició una investigación debido a que se encontró en por los menos 28 casos la utilización de firmas irregulares. Por ese motivo se presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) para determinar si hay delitos penales que perseguir.
Frente a esta situación, Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del INE, explicó en conferencia de prensa que de un total de 66 aspirantes a candidaturas independientes para diputado federal únicamente uno de ellos cumplió con los requisitos solicitados al cien por ciento.
Las irregularidades que se encontraron principalmente fueron: la utilización de credenciales para votar falsas, de monederos electrónicos, de fotocopias y el uso de bases de datos de padrones electorales de comicios anteriores, entre otras.
“Se utilizaron credenciales que fueron emitidas por el IFE, recortaron la fotografía original, se borraron los datos de la persona como el nombre, el número de elector y el número que está al reverso de la credencial y fueron suplantados con otra información”, ejemplificó Edmundo Garrido.
Los 28 aspirantes que presentaron la mayor cantidad de anomalías e irregularidades pertenecen a ocho estados: Chiapas, Veracruz, Tabasco, Ciudad de México, Morelos, Estado de México, Nuevo León y Tamaulipas.
De todos estos el Instituto Nacional Electoral ya confirmó de forma definitiva que 22 de ellos serán dados de baja del registro y sus nombres ya no podrán aparecer en la boleta electoral de los próximos comicios.
Mientras que de los 6 restantes, el INE todavía se encuentra revisando los apoyos que enviaron para determinar si son reales o también son falsos y poder emitir una resolución al respecto.
“Es lamentable que se quiera engañar a la autoridad electoral, pero sobre todo que se quiera distorsionar la arena de la contienda política con candidaturas que no tienen el soporte que deben tener según la norma”, concluyó el secretario ejecutivo del INE.
Por su parte, Patricio Ballados, director de prerrogativas de la misma institución, dijo que se pondrá especial cuidado y atención a la hora de verificar las firmas de los independientes que se encuentran luchando tanto por un puesto en el Senado como por la presidencia de la República.
Los candidatos que fueron identificados por registrar firmas irregulares serán citados para que expliquen su versión ante las autoridades del INE y, en caso de demostrar su inocencia, tener la oportunidad de recuperar su registro.
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