La neurosis del PRD

Fue un foro sui generis. Esta vez un sector del PRD no se miró a sí mismo frente al espejo. Invitó a un panista y a un intelectual a analizar su reflejo no a partir de sus palabras, sino de sus acciones.

Por ese motivo el coloquio “El futuro del PRD: debate y perspectiva”, organizado por el Foro Nuevo Sol, resultó novedoso y atractivo para quienes acudieron la noche del pasado miércoles a la Casa Lamm en la Ciudad de México.

Ahí algunos miembros de esta corriente perredista y de la sociedad civil escucharon y dialogaron durante tres horas con los tres ponentes principales de la mesa: Amalia García, ex dirigente nacional del PRD, Agustín Basave, académico y analista, y Javier Corral Jurado, senador por el Partido Acción Nacional.

La exgobernadora de Zacatecas fue la primera en tomar la palabra. Comenzó señalando que las elecciones de 2012 confirmaron que un sector de la población mexicana apuesta porque exista una opción de izquierda en el país.

Tras el retorno del PRI al poder, los perredistas analizan qué partido quieren refundar y para qué. “Eso es parte del debate interno del PRD sobre el que tenemos distintas visiones”, dijo García.

La ex diputada afirmó que el Sol Azteca se debe plantear como obligación influir en los acontecimientos nacionales y no dar solo testimonio. El reto, en su opinión, es ciudadanizar más al PRD y “tribalizarlo” menos.

En este punto recordó que, en su origen, este partido mostraba la riqueza de la pluralidad. Ahora, las denominadas “tribus” perredistas se han vuelto una especie de dique de poder. García conminó a la unidad de la izquierda rumbo al 2018.

La estrategia es clave

Agustín Basave abrió boca diciendo que el PRD no solo debe “destribalizarse sino destrivializarse”.

Sostuvo que los miembros del Sol se han polarizado en dos grandes grupos: “los radicales y los moderados”. Ambos no difieren en su proyecto de nación ni en su programa de gobierno, pero sí en su estrategia para llegar al poder. El politólogo indicó que mientras la derecha en México nace de un cálculo, la izquierda lo hace de la indignación. 

De ahí que la primera “suele ser más racional en sus decisiones y la izquierda suele ser más apasionada y obnubilada en sus acciones”. Por ello, matizó, requiere de una voz racional en sus hechos. 

Basave dijo que el PRD tendrá que optar entre dos lógicas: la electoral o la insurreccional. 

“Si van a refundar el PRD, la esencia es entender cuál estrategia elegirán”. Máxime cuando, afirmó, en 2018 no les será nada fácil sacar al PRI del poder. 

¿Qué harán con AMLO?

Por sentido estratégico no les diré cómo deben llegar a la Presidencia en 2018, “yo vengo a hacerles una crítica desde el PAN, con la que espero estén agradecidos”.

Con estas palabras, Javier Corral desató las risas en el salón de la Casa Lamm. De inmediato, acorde a su estilo preciso y directo, puso el dedo en la llaga.

Dijo que el PRD no ha analizado el avance que ha tenido en 2012. Y que López Obrador, a pesar de su componente autodestructivo durante cinco años y medio, se desenvolvió mejor como candidato que el PRD como partido: “Ninguno ha podido revertir con tal velocidad sus desventajas”. Su candidatura presidencial, precisó el panista, creció casi en un 100%.

Ese análisis es importante, según el senador albiazul, porque AMLO “ya decidió qué hacer con ustedes, ahora ustedes tendrán que decidir qué hacer con López Obrador”. Y preguntó: 

“¿Van a mantener este comportamiento de neurosis por el que a veces no son fieles al PRD ni son fieles a López Obrador?”

Dijo que será fundamental la relación que decidan mantener con AMLO y el proceder de este partido donde las lealtades se bifurcan constantemente.

Tras destacar que deberán decidir si ser una formación nacional o varios partidos regionales, Corral recordó la histórica alianza de las izquierdas y el PAN en el Senado en torno a la reforma laboral. 

Apeló a seguir el comportamiento en el Congreso ya que, en su opinión, “hay dos PRDs en el Congreso: el de la Cámara de Diputados y el de la de Senadores”, afirmó el albiazul.

Habrá que ver si podrán ser de nuevo aliados parlamentarios en agendas fundamentales como las telecomunicaciones.