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La oportunidad de la izquierda

De cara a las próximas elecciones, la probabilidad de que un partido de izquierda gobierne el país es muy alta, así como las expectativas que genera entre la ciudadanía. Sin embargo, tendrá que enfrentar diversos retos como el desarrollo social, la pobreza y la inseguridad

A menos de 15 días de las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio, por primera vez un partido denominado de izquierda tiene altas probabilidades de gobernar el país y lograr por segunda vez una alternancia.

Las encuestas refieren como puntero al candidato de la coalición Juntos Haremos Historia como puntero, sobre los abanderados del PAN y del PRI, quienes son los partidos que han gobernado al país en la historia reciente de México.

Pero de resultar vencedor el aspirante de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ¿cuáles son los retos y las expectativas? ¿Qué será diferente respecto a los gobiernos anteriores?

David Morales, catedrático de la FES Acatlán de la UNAM, explica que las diferencias entre un gobierno de izquierda y de derecha tiene que ver con las políticas públicas que implementan.

Para definir los parámetros de las inclinaciones de un gobierno hacia la izquierda o derecha, Morales explica que los Estados considerados de ultraderecha van desde las políticas radicales que promueven temas como la militarización, el no al aborto y el uso excesivo de la fuerza en las movilizaciones; mientras que los de izquierda extrema también llamados comunistas o socialistas hacen una distribución de los recursos entre su población y mantienen el control de la política económica.

“En el caso de Andrés Manuel, lo que ha propuesto en su discurso, es más de corte social demócrata, no considero que sea una política de extrema izquierda hacia el corte comunista o socialista o lo que llaman algunos”
David MoralesAcadémico de la FES Acatlán

“En los últimos tiempos sería un gobierno de corte social, no podríamos atrevernos, por el pragmatismo que está manejando su estrategia, aseverar que en este momento sería un gobierno de izquierda, y por sus antecedentes que tenemos yo le veo más un corte pragmático social, o sea, mucho hacia la política de desarrollo plenamente de izquierda, es decir, no se atreve al control pleno del estado de los servicios públicos, pero tampoco está peleado con la participación de las empresas privadas”, explica el profesor universitario.

Como ejemplo, David Morales recuerda la construcción del segundo piso del Periférico durante la gestión de López Obrador en la Ciudad de México, que no fue un proyecto tan social ni tan de izquierda, ya que privilegia a las personas propietarias de un vehículo que tienen cierto nivel adquisitivo, en contraste si se hubiera invertido en el Metro, que es usado más por el sector popular.

¿Qué se espera de la izquierda?

Si el candidato de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ llega a la presidencia de la República, la diferencia fundamental estaría en la economía y cómo se estaría desarrollando la política fiscal, cuál sería su relación con las empresas y en cómo se estructuraría el gasto, señala David Morales.

Generalmente el gasto de gobiernos de izquierda está más enfocado a ampliar los programas sociales, no necesariamente a través de subsidios, pero sí a dar más apoyo al combate a la pobreza y al fortalecimiento de ciertos sectores de la economía que son vulnerables en términos de marginación, como jóvenes, mujeres y madres solteras, agrega

En cuanto a las políticas de salud, la expectativa es si se fortalecería el sistema de salud pública o se va a optar por una especie de alianza público-privada como se ha hecho en Colombia o en otros países; con la intención de mejorar el servicio, pero castigando la derechohabiencia cien por ciento pública, señala el académico.

Una diferencia respecto a los gobiernos anteriores es en el tema de la educación pública, si se mejorarían los sueldos de los profesores siempre y cuando haya este presupuesto y no se alteren los indicadores económicos con gastos excesivos e irresponsables, que es lo que economistas advierten de las políticas populistas.

“Regular el gasto y cuidar las variables macroeconómicas como la inflación, procurar también que se mantenga el nivel de deuda porque si se amplían las políticas de educación, salud pública, programas sociales como lo haría el gobierno de izquierda tendría que ser de manera responsable para no afectar las variables macroeconómicas y endeudar más al país”, dice.

Otra de las situaciones que se esperan en un gobierno de izquierda es un mayor apoyo al campo y no necesariamente a las grandes empresas, las cuales López obrador ha acusado que han sido los grandes beneficiarios de este gobierno, por lo que en este aspecto pudiera verse un viraje en la política a este grupo.

“Veo un gran pragmatismo en este momento en el discurso de López Obrador para llamar a distintos sectores o votantes, no sabemos cómo vaya a plantear verdaderamente esas políticas y además vemos el gabinete que está planteando, pues existen diversas tendencias ideológicas, están perdiendo de hecho una definición clara de izquierda en esto tendencia”.

Tipos de gobierno

A lo largo de los últimos sexenios, México ha tenido gobiernos de corte neoliberal, liberal e incluso de derecha. Por ejemplo, los gobiernos priistas antes de la alternancia en el 2000 se podrían definir como liberales. Eso sucedió en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo, según David Morales.

“Esos gobiernos dieron como resultado una política de control de la economía y de una especie de centralización y de menos participación del Estado en Esa materia, menos regulación, más participación del sector privado y una política social que se mantuvo sobre todo en salud y educación”, señala.

En el gobierno de Vicente Fox, la alternancia llevó a un gobierno de corte centro-derecha hacia las políticas neoliberales, y aunque no se amplió, si se consolidaron programas de combate a la pobreza que no es necesariamente de derecha, explica el maestro.

Mientras que con Felipe Calderón el gobierno se fue más a la derecha por el asunto de la seguridad pública y la participación del ejército en las áreas de seguridad pública que no estaba en la constitución.

Con Enrique Peña Nieto, el corte fue de centro-izquierda más hacia la política social, pues se continuó con programas públicos de combate a la pobreza o de desarrollo social y se ampliaron algunos ámbitos de la economía. Aunque en la política económica se ha mantenido la neoliberal
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