La otra cara de los verificentros

La renovación del programa de verificación vehicular de Jalisco que impulsa su Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), para asemejarlo al de la Ciudad de México, ha despertado dudas y críticas ante el riesgo de que la corrupción se ahonde con su adopción.

“Fallido”, “obsoleto”, “corrupto”, así se le ha calificado en los últimos días al planteamiento de Semadet, que busca migrar hacia verificentros como los de la CDMX, para dejar atrás los talleres que hoy se encargan tanto de evaluar el auto como de su afinación (juez y parte, dicen).

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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https://youtu.be/JEpDP8Fq14A

La renovación del programa de verificación vehicular de Jalisco que impulsa su Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), para asemejarlo al de la Ciudad de México, ha despertado dudas y críticas ante el riesgo de que la corrupción se ahonde con su adopción.

“Fallido”, “obsoleto”, “corrupto”, así se le ha calificado en los últimos días al planteamiento de Semadet, que busca migrar hacia verificentros como los de la CDMX, para dejar atrás los talleres que hoy se encargan tanto de evaluar el auto como de su afinación (juez y parte, dicen).

Los registros directos de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la CDMX, obtenidos por Reporte Indigo, confirman que el modelo que ahora busca importar la Semadet de Jalisco, no solo no ha podido desterrar la corrupción, sino que esta se ha disparado en los últimos años si se toma por indicador las quejas ciudadanas.

En la CDMX operaron 81 verificentros y un centro institucional de 2006 a 2015, pero a partir de 2016 aquellos se redujeron a 67. 

La Sedema de la capital del país reporta que en 2012 recibió 46 quejas ciudadanas por irregularidades o corrupción en contra de los verificentros; en 2013 aumentaron a 58; pero nada comparado a 2014, con un salto espectacular hasta las 285 quejas, es decir, casi se quintuplicaron.

Esta mala tendencia continuó en 2015 cuando la Sedema recibió 307 de estas quejas, mientras que en 2016 reportaba 110 más hasta el 2 de mayo; así que sumó 806 totales en casi cinco años.

Las críticas a la iniciativa de Semadet han provenido de instancias diversas como el Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte Público, la diputada de PMC Fela Pelayo López, exfuncionarios estatales y los representantes de los talleres locales.

Más deficiencias

Además de estas casi 800 quejas ciudadanas por deficiencias en verificentros de la CDMX, la Sedema abrió mil 756 investigaciones por irregularidades o corrupción sobre su funcionamiento de 2012 a 2016, con las cuales constató las anomalías en 793 casos.Estas investigaciones se desglosan de esta forma:  

En 2012 la Sedema abrió 260 de estos procesos contra verificentros, y confirmó las deficiencias en el 59 por ciento (154); en 2013 fueron 312 procesos de los que constató las faltas en el 65 por ciento (203). 

En 2014 abrió 558 expedientes y comprobó las irregularidades en el 45 por ciento (254); en 2015 inició 521 casos y constató anomalías en el 33 por ciento (172), mientras que en 2016 van 105 procesos con hechos probados en el 9 por ciento (10).

El Observatorio Ciudadano de Movilidad de Jalisco dijo el 6 de junio: “La propuesta del Ejecutivo centrada en los verificentros, ha demostrado su ineficiencia en otras ciudades, basada en tecnología obsoleta, generando corrupción y no logrando disminuir realmente la contaminación”.

Vicios locales

Ahora bien, los archivos de Semadet de Jalisco y su Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), muestran que el actual sistema local de verificación padece sus propios síntomas de corrupción.

En Jalisco, la cantidad de puntos autorizados para verificar es mayor a la de la CDMX: en 2010 eran 722 talleres; en 2011, 744; en 2012, 726; en 2013, 721; en 2014, 676; en 2015, 464; hoy en día son 445.

Con respecto a las quejas ciudadanas por irregularidades o corrupción, la Proepa indica que en 2010 recibió cuatro; en 2011, ocho; en 2012, cuatro; en 2013, 12; en 2014, 15; en 2015, ocho; y en 2016, dos.  

Así pues, de 2010 a 2016 en Jalisco se presentaron 53 quejas, la mayoría -40-, por la entrega de hologramas sin verificar el auto o sin cumplir con los parámetros oficiales.

Aunado a esto, en 2010 la Proepa abrió cuatro procesos por irregularidades o corrupción contra talleres, de los que constató los hechos en uno; en 2011 inició 55 casos y confirmó el 16 por ciento (nueve); en 2012 fueron 82 procesos y comprobó el 36 por ciento (30).

En este sexenio, en 2013 abrió 46 procesos y halló anomalías en el 48 por ciento (22); en 2014 inició 336 procesos y confirmó el 26 por ciento (88); en 2015 fueron 360 y constató anomalías en el 1 por ciento (cuatro); en 2016 hay 12 expedientes abiertos, ninguno verificado aún.

En suma, de 895 procesos por irregularidades o corrupción que la Proepa abrió contra talleres de 2010 a 2016, constató anomalías en 154: el 17 por ciento. De estos, 94 terminaron con una amonestación, 48 con multa y 12 con la autorización revocada.

La efectividad

La Sedema de la CDMX omitió transparentar el grado exacto de cumplimiento de su programa de verificación, sin embargo, puede estimarse con el número de verificaciones que reporta, y la cantidad de vehículos que arroja el INEGI.

En 2013 realizó 4 millones 14 mil 81 verificaciones, y el padrón vehicular fue de 4 millones 787 mil 187: un 84 por ciento de efectividad; en 2014 fueron 4 millones 311 mil 913 verificaciones y había 4 millones 737 mil 749 vehículos: un 91 por ciento de cumplimiento.

El INEGI no tiene aún el padrón vehicular de 2015 –se estima en 5 millones-, pero verificaciones fueron 4 millones 308 mil 930.

En Jalisco, en tanto, la Semadet dejó caer el cumplimiento del programa, pues de un 36 por ciento de efectividad en 2012, bajó a 29 por ciento en 2013; y 23 por ciento en 2014 y 2015. En este último de 3 millones 705 mil 402 vehículos totales se verificaron solo 833 mil 831.

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