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La pelea final

La última operación política de Marcelo Ebrard desde la jefatura de gobierno del Distrito Federal tiene nombre y apellido: la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Su futuro político rumbo a 2018 depende, en gran parte, de ello. Por eso, como él mismo anunció, buscará la presidencia del Sol Azteca, y como plan “B”, la dirigencia del partido en el ámbito local.

El bloque progresista  ya aglutinó a diputados y consejeros estatales afines a Marcelo Ebrard, así como a la corriente Unyr, Foro Nuevo Sol, RUNI y Nueva Izquierda

La última operación política de Marcelo Ebrard desde la jefatura de gobierno del Distrito Federal tiene nombre y apellido: la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Su futuro político rumbo a 2018 depende, en gran parte, de ello. Por eso, como él mismo anunció, buscará la presidencia del Sol Azteca, y como plan “B”, la dirigencia del partido en el ámbito local.

Es en este último punto donde concentra sus baterías. Prueba de ello es que logró aglutinar la fuerza de varias corrientes para impulsar la candidatura del diputado local, Vidal Llerenas, para dirigir el PRD-DF.

Ayer se hizo el anuncio de manera oficial. El bloque progresista, donde están diputados y Consejeros Estatales afines a Marcelo Ebrard, así como de la corriente UNYR, Foro Nuevo Sol, RUNI y Nueva Izquierda, respaldaron a Llerenas.

En una improvisada conferencia de prensa, el legislador local afirmó que tiene el interés de competir por el cargo para acercar al partido, que está en manos de IDN, a los ciudadanos y refrescarlo.

De esta forma, la candidatura del ex jefe delegacional en Azcapotzalco, Enrique Vargas, que es uno de los hombres más cercanos a Bejarano, ya no será un mero trámite.

Cambio de ruta

Hasta hace unos días el grupo bejaranista tenía clara la ruta: el presidente del partido, Manuel Oropeza,  le pasaría la estafeta a Enrique Vargas el próximo 24 de noviembre.

Esa era la letra del acuerdo entre las tribus perredistas para renovar la dirigencia estatal del PRD, a la par del cambio de consejeros electorales del Instituto Electoral del DF.

De hecho la semana pasada, en una reunión del Consejo Político Estatal se acordó la toma de protesta de sus sucesores y la elección del presidente y secretario del partido.

Para muchos está más que cantado que Bejarano retendrá la dirigencia del partido, y al grupo cercano al actual jefe de Gobierno le seguirá tocando la secretaría general. 

Y sigue siendo probable que así suceda, pero esta vez con la negociación del partido a nivel nacional.

Pues Marcelo Ebrard necesita del apoyo de IDN para conseguir el cargo, pero si no lo consigue tiene en el DF un grupo que puede complicarle la elección a Bejarano en el ámbito estatal.

Para los cercanos al mandatario local, está claro que todo forma parte de una misma negociación, donde pueden salir beneficiados en cualquiera de los dos planos.

Pero tener el control del PRD- DF no es cosa menor, pues el alto porcentaje de votación que tuvo el partido en la jornada electoral del pasado primero de julio les dejó una jugosa partida presupuestal. 

Se trata de 110 millones de pesos anuales que obtendrá el Sol Azteca capitalino durante los próximos tres años en puras prerrogativas.

Por su parte, la maquinaria de la corriente más poderosa de la ciudad (IDN) también tejerá las últimas alianzas para evitar que el bloque marcelista les arrebate el PRD-DF en este fin de semana.

Mientras esto sucede, el discurso de Vidal Llerenas a los medios de comunicación es suave y conciliador: buscamos la dirigencia para que el PRD se convierta en un partido mas abierto a la sociedad.

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