La primera gran reelección

Por primera vez después de 80 años alcaldes y diputados locales buscarán reelegirse en los comicios del próximo 1 de julio, una posibilidad que gran parte de los electores rechaza ya que el lema “sufragio efectivo no reelección” sigue presente entre la sociedad mexicana
Imelda García Imelda García Publicado el
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[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_nnu8wuzi” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] El proceso electoral de este 2018 es el primero en que los ayuntamientos y diputados locales electos en 2015 o 2016 podrán reelegirse, por lo que será la primera prueba de fuego para esta figura.

De estas dos, es la reelección de los presidentes municipales la que representa en mayor medida la decisión de los ciudadanos sobre este recurso, pues es el gobierno municipal el de primer contacto con la población.

Aprobada en la reforma político electoral del 2014, la reelección consecutiva permite a los alcaldes permanecer en sus cargos hasta por un periodo electoral más

Cada estado ha tenido que adecuar su Constitución para establecer sus propias reglas locales y determinar si deben pedir licencia antes de la competencia electoral o cuáles serán los mecanismos para garantizar que no haya uso de recursos públicos en las campañas.

En el caso de las licencias obligatorias de quienes ocupan hoy un lugar en un ayuntamiento o una diputación local, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que no es un requisito para que puedan competir.

Detrás de la decisión de echar atrás el principio que durante años marcó la historia política del país, el de “Sufragio efectivo no reelección”, está la intención de que los gobernantes tengan más tiempo para concretar obras y proyectos de trabajo en sus localidades, y que los ciudadanos puedan evaluar en las urnas el trabajo de sus ayuntamientos.

Sin embargo, la duda prevalece: ¿servirá también para perpetuar dinastías en el poder? Según expertos, ambas cosas son factibles.

Van por segundo periodo

En este proceso electoral son 412 alcaldes en 23 estados los que buscarán reelegirse, según un recuento propio de notas en medios locales sobre el tema.

Las entidades en las que más alcaldes buscarán la reelección son Chihuahua con 40, el Estado de México con 37 y Coahuila y Jalisco con 29 cada uno

En Chiapas son 28 alcaldes que buscan la reelección; 26 en Tamaulipas; 25 en Michoacán y Nuevo León; 21 en Oaxaca; 20 en Yucatán y Zacatecas; 18 en San Luis Potosí; 15 en Morelos; 14 en Guanajuato y Sinaloa; 12 en Guerrero y Sonora; 8 en Querétaro; 6 en Quintana Roo; 4 en Colima y Tabasco; y 2 en Baja California Sur y Campeche.

En dos entidades de las 25 donde se elegirán alcaldes no aplicará la reelección: se trata de la Ciudad de México, donde por primera vez se votará por alcaldes para sus 16 delegaciones; y Puebla, donde en el 2013 se eligió ayuntamientos que durarían en el poder 4 años 8 meses, para empatar así la elección con la del 2018.

Cada uno de los estados donVan por de sí habrá reelección aplicó reglas distintas para quienes buscaban reelegirse.

El principio general, eso sí, fue que los presidentes municipales que se encontraran en funciones no estuvieron obligados a pedir licencia hasta 90 días antes de la elección, como pretendían algunos congresos locales. 

Esto abrió la puerta a que los alcaldes en funciones continuaran con el desempeño de sus labores, al mismo tiempo que buscan la reelección.

En Campeche, por ejemplo, la autoridad electoral determinó que quienes busquen reelección no podrán hacer eventos proselitistas en días y horas hábiles, sino únicamente en fines de semana y en horas que no se empalmen con su trabajo.

En el Estado de México, la petición de licencia fue opcional. En la entidad mexiquense, 30 de los 38 alcaldes que buscan reelegirse decidieron apartarse de sus actividades para concentrarse de lleno en su campaña política.

En la elección del 2017 fue la primera vez que se aplicó ya la reelección en los estados de Nayarit y Coahuila. ¿El resultado? Sólo se reeligieron un diputado local en Coahuila; y en Nayarit, un diputado local y un regidor.

Este 2018, por el tamaño de la elección, el fenómeno de la reelección cobra mayor visibilidad, por lo que se verá si es una figura que será socorrida por los ciudadanos.

Rechazo a la reelección

El rechazo a la figura de la reelección es conocido. Un ejercicio de la casa encuestadora Parametría, publicado en octubre de 2017, revela que el 69 por ciento de las personas no sabía que en el proceso electoral del 2018 ya se permitiría la reelección de algunos servidores públicos.

69
por ciento del electorado no sabía que en 2018 habría reelecciones

El 78 por ciento dijo que si el alcalde de su localidad busca la reelección, no votará por él; apenas un 17 por ciento daría su voto a su actual gobernante. El 5 por ciento restante no contestó.

Magistrados electorales del TEPJF coinciden en que la mayor parte de la ciudadanía está en contra de la reelección

“Será interesante ver después de la elección de 2018 el porcentaje de presidencias municipales que lograron ganar la reelección, analizar cómo podría o no afectar en el tema nuestra tradición histórica sustentada en el lema ‘sufragio efectivo, no reelección”, señala la encuestadora en su Carta Paramétrica sobre la reelección.

Parametría hace énfasis en que la reelección que se aplique en 2018 termina con 80 años de prohibición de este precepto que sólo estaba vigente en Costa Rica y México.

No todo ha sido miel sobre hojuelas para quienes buscan reelegirse; en algunos estados, los candidatos se han enfrentado a cuestionamientos y acusaciones.

En Chiapas, por ejemplo, 28 alcaldes buscan la reelección en sus cargos; de ellos, 20 han sido cuestionados porque ni siquiera han entregado la cuenta pública de su administración municipal.

En México una encuesta de Parametría reveló que el 78 por ciento del electorado no votaría por un alcalde que busque reelegirse ya que la ciudadanía no confía en esta nueva opción que se les dio a los funcionarios públicos para poder concluir los proyectos que comenzaron en sus administraciones

En varios estados, como Michoacán, Oaxaca o Guerrero han habido denuncias públicas de que presuntamente se están utilizando recursos públicos para la reelección.

Obstáculos y vacíos

El modelo de la reelección, que tumbó el principio de “Sufragio efectivo, no reelección” —al menos parcialmente, sin tocar a gobernadores ni a la Presidencia de la República— aún tiene límites y obstáculos que lo vuelven una figura en construcción.

Eric Magar, académico e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), vislumbra dos obstáculos principales: el desinterés de los políticos y el candado partidista

“El desinterés en cuestión afectaría a los políticos, que bien podrían tener escasa ambición estática. Si así fuera, los deseosos de hacer carrera política representando a los mismos ciudadanos consecutivamente serían pocos.

El otro obstáculo es una restricción constitucional. El candado partidista impide que un ocupante se presente para la reelección a menos que sea el partido que lo eligió quien vuelva a postularlo. Al parecer los reformadores se reservaron la opción de cortarle las alas al representante que cultive el apoyo del municipio o distrito sin atender la férrea disciplina partidista”, critica Magar en su “Blog de CiPol”, que ha dedicado al análisis de la reelección.

La semana pasada, durante la presentación de un libro sobre el tema, magistrados electorales de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) analizaron lo que falta para consolidar la reelección.

El magistrado Felipe Fuentes comentó que los ciudadanos están reticentes a reelegir a quienes los gobiernan, por lo que se debe trabajar desde varias trincheras para cambiar esa percepción.

La reelección que se aplique en 2018 termina con 80 años de prohibición de este precepto que sólo estaba vigente en Costa Rica y México

“La reelección solo cumplirá el fin constitucional pretendido en la medida en que la ciudadanía abandone la condición negativa arraigada a la figura, que los funcionarios públicos se presenten como una opción creíble y deseable, para que el electorado reafirme su voto por medio de la reelección”, afirmó.

La magistrada Mónica Soto señaló que por muchos años la no reelección fue considerada como uno de los elementos que daban estabilidad al sistema político, y ahora que es permitida nuevamente, debe dirigirse a estar cerca de los ciudadanos.

“La reelección es una obra inacabada que se va a ir construyendo en un tiempo inmediato, pero no creo que este proceso electoral sea el que determine cuál es el destino final de lo que es el tema de la reelección”
Mónica SotoMagistrada electoral del TEPJF

Los diputados federales y senadores que sean electos este 2018 serán susceptibles de reelección en el 2021 y el 2024, respectivamente.

¿Arma de doble filo?

La reelección de alcaldes y diputados locales fue permitida con la intención de profesionalizar la tarea legislativa y de gobierno para mejorar los resultados de la gestión pública.

Sin embargo, expertos consideran que puede representar también un riesgo de que se perpetúen dinastías de poder.

Al aprobarse nuevamente la reelección en México no se incluyeron figuras como la revocación de mandato para poder quitar a los funcionarios públicos del poder, hecho que da lugar a que hayan vacíos y límites en su acceso y su resultado

Para Gustavo López Montiel, analista político y catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), la reelección puede provocar tanto la mejoría en las tareas de gobierno como la tentación de que grupos políticos permanezcan en el poder.

“Una cosa es cierta: aun sin reelección hay familias o grupos que se perpetúan. Por ejemplo, podemos ver que en ciertos municipios el poder se rota entre el esposo, la esposa, el hermano y entonces ahí ya hay perpetuación en las tareas de gobierno”
Gustavo López MontielAnalista político y catedrático del ITESM

Lo mismo pasa en los partidos políticos con grupos que se van pasando el poder y el control del electorado, pues son ellos mismos quienes manejan los programas sociales y las ayudas” consideró en entrevista.

Sin embargo, el especialista explicó que el problema de fondo es que se han introducido esas nuevas figuras sin tomar en cuenta que forman parte de un sistema, por lo que si no se aplican junto a otras medidas, es posible que no se tengan los resultados deseados.

“En aquellos lugares donde hay reelección también existen otras cosas, como la revocación de mandato o la representación está ligada a la representación territorial; por ejemplo, un diputado electo o un senador electo no representan a sus distritos o a sus estados, representan al pueblo o a la Nación, como está en la Constitución. 

Tampoco hay revocación de mandato con el que se pudiera quitarlos del poder, así como se puede reelegirlos para permanecer en él”, comentó.

El hecho de que estas figuras no formen parte de un sistema que se complete, da lugar a que haya vacíos y límites en su acceso y su resultado.

Para Khemvirg Puente, politólogo y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sí existe el riesgo de que se perpetúen grupos o familias en el poder por medio de la reelección, pero es un riesgo que vale la pena correr.

“Sí es un riesgo, siempre y cuando los ciudadanos no voten con plena libertad. Pero en las actuales condiciones políticas del país no parece que este sea el caso. 

Yo diría que en el caso de los gobiernos locales, sobre todo de ayuntamientos, por supuesto que se corre el riesgo ahora, pero también ocurría antes cuando cambiaban de personas pero seguían los mismos grupos controlando el poder; y era peor porque quien ejercía el poder a veces ni siquiera tenía un cargo formal en el gobierno municipal”, opinó Puente en entrevista.

El experto previó que el índice de reelección en este proceso electoral será bajo por dos motivos: el primero, porque la idea del rechazo a la reelección está muy arraigada en la población; y segundo, porque este año se vislumbra un voto de castigo a los gobernantes, en todos los niveles de gobierno.

Este año se prevé que el índice de reelección sea bajo debido al rechazo que existe respecto a esta figura

La prueba de fuego de la reelección no será este año, consideró, sino hasta el 2021, cuando puedan reelegirse legisladores de la Cámara de Diputados y será entonces cuando se conozca si realmente es una herramienta útil para los electores.

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