La rabia feminista marcha en las calles

Para no ser sumisas, ni calladas, sino rebeldes, aguerridas y libres de cualquier tipo de violencia, las mujeres hicieron suyos los espacios públicos del país en una marcha este 8 de marzo.

Convocadas por la lucha contra la violencia de género y para hacer resonar la exigencia de justicia, miles de mujeres marcharon en distintos puntos de la República entre ellos Veracruz, Sinaloa, Querétaro, Guanajuato, Guerrero, el Estado de México y la capital del país en el Día Internacional de la Mujer.

‘La periferia existe porque resiste’

Vestidas de negro y con pañuelos verdes y morados en mano, las mujeres de Nezahualcóyotl, Estado de México, se reunieron para marchar contra los feminicidios de la entidad y sobre todo para reclamarle al gobernador, Alfredo del Mazo, que en lo que va de su gobierno, las mujeres no han sido su prioridad.

Para saberse unidas, fuertes y seguras de que nunca más guardarán silencio ante la violencia que las aqueja, las mexiquenses emprendieron la marcha desde el monumento Coyote Rojo hacia el Palacio Municipal.

Al coro de “El patriarcado se va a caer”, algunas mujeres subieron a la estatua de Nezahualcóyotl para colocarle un pañuelo verde en el pecho en exigencia de la legalización del aborto y uno morado en la boca en repudio a la violencia contra las mujeres.

Lidia Florencio llevaba cargando una lona con la fotografía de su hija Diana para exigir justicia y para que no sea olvidada. Desde hace tres años, no ha parado de exigir justicia junto a otras madres a quienes les han arrebatado a sus hijas, como a María de Lourdes, quien desde 2018 no ha parado de buscar a Norma Dianey.

Ambas madres en compañía de otros familiares encabezaron el contingente, de acuerdo con las manifestantes, ellas debían ir al principio porque son la máxima muestra de la tragedia que vive el Estado de México.

Entre las manifestantes se encontraban las actrices Regina Blandón y Johanna Murillo, quienes dijeron que se solidarizaron con la marcha del municipio mexiquense porque urge descentralizar la lucha, acuerpar a las mujeres de la periferia y no solo llevar a cabo acciones en la Ciudad de México.

De acuerdo con un boletín repartido por colectivos feministas, el municipio de Nezahualcóyotl tiene doble alerta de género, la primera en 2015 y la segunda el año pasado por los casos en aumento de mujeres desaparecidas, además, también afirmaron que la gran mayoría de asesinatos de mujeres no se reconocen como feminicidios ya que las autoridades no realizan las investigaciones necesarias para la tipificación del delito.

Con una pancarta en una mano y flores en la otra, Ana, a quien llamaremos así por seguridad, salió a tomar las calles de Nezahualcóyotl porque asegura que la violencia le quitó tanto que ya no siente miedo.

“Aquí la violencia sigue pero ya estamos hartas, yo vengo a marchar porque es necesario resistir y mostrar inconformidad, ya nunca más silencio”, sentenció.

Pases de listas con los nombres de las asesinadas, siluetas de mujeres desaparecidas en cartón y al grito de vivas y libres nos queremos, las mujeres siguieron su camino, algunas de ellas, como muestra del hartazgo hacia la violencia en su contra, realizaron pintas en el suelo e incluso en estaciones del Mexibús como en Adolfo López Mateos.

Retumba la capital con marcha de 80 mil mujeres

En la Ciudad de México, las mujeres se reunieron desde las 12:00 del día en el Monumento a la Revolución para caminar hacia el Zócalo.

La cifra oficial de la SSP capitalina indica que hubo 80 mil mujeres en la marcha. La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México indicó que en la jornada hubo al menos 52 lesionadas en diversos grados, 29 de ellos policías y 21 civiles.

En la puerta de Palacio Nacional, se suscitó una serie de empujones entre manifestantes y mujeres policías que resguardaba en ingreso al recinto. Una persona lanzó un petardo que lesionó a fotógrafas que cubrían la marcha feminista.

Entre las lesionadas por esta acto se encuentran Berenice Fragoso, fotoperiodista de El Universal, y Rebeca Blackwell, de la agencia AP.

En la plancha del Zócalo, un grupo de manifestantes realizó quema de objetos y momentos antes pintaron los nombres de las víctimas de feminicidio y la leyenda “Ni Una Más” en el suelo.

En el camino hacia el Zócalo un grupo vandalizó una sucursal de Citibanamex y realizó pintas en comercios y mobiliario urbano de la avenida Juárez y Paseo de la Reforma, entre otros puntos de camino. En la plancha también pintarrajearon con consignas una grúa Kato de 100 toneladas que ahí se encontraba, además de que derribaron vallas.

El grueso del contingente le pedía a estos grupos que llevaran la protesta en calma.

“Mujer, hermana, si te pega no te ama” y “porque vivas se las llevaron, vivas las queremos” fueron algunas de las consignas con las que cientos de capitalinas avanzaron por las calles para reclamar a las autoridades que el Estado no las cuida, sino que las cuidan sus amigas.

María no suelta a su mamá de la mano, si es necesario, afloja un poco el paso y va a su ritmo para no cansarla, le repite las consignas para que las dos puedan repetirlas y le pregunta a cada tanto si quiere agua o si quiere sentarse, para ella es importante hacerle el camino ameno a su mamá porque es su primera marcha.

“Mi mamá jamás había venido a una marcha pero me dijo que a ésta sí quería venir porque ya había estado bueno, que no puede ser que nos chiflen porque traemos pantalón o falda y que no merecemos ser más susceptibles a padecer cualquier delito solo por ser mujeres.

Pintas con los nombres de las asesinadas y reclamos a las autoridades como Estado feminicida fueron apareciendo sobre Avenida Reforma en lugares como El Caballito e incluso en las vallas que colocaron las autoridades para proteger el Hemiciclo a Juárez y el Palacio de Bellas Artes.

Al grito de “primero la mujer, luego la pared” y “fuimos todas”, las manifestantes apoyaban a las compañeras que realizaban pintas y repudiaban que en México se cuide más a los monumentos que a las mujeres.

Las manifestantes corearon la consigna “Un violador en tu camino” mientras que otras aseguraban que ya iban a hacer todo lo posible para detener la violencia en su contra. “Si no es con todo, ¿pa’ qué?”, dijo Andrea mientras se dirigía a la calle 5 de mayo, tomaba de la mano a su novia y con la otra ondeaba su pañuelo verde.

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