La reforma electoral de AMLO que no fue
El proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador de desaparecer al INE se viene abajo; al faltarle a Morena la mayoría calificada tendrá que negociar con la oposición tras carecer de legisladores suficientes para hacer modificaciones a la Constitución
Carlos MontesinosComo suele ocurrir tras procesos electorales de alto perfil, el Gobierno en turno ya avizora la siguiente gran Reforma Electoral. Sin embargo, con los resultados obtenidos el pasado 6 de junio, con los que dependerá de alianzas con las fuerzas de oposición para modificar la Carta Magna, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador se aleja de sus amagos más radicales, como la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE).
Durante las campañas, el propio López Obrador se sumó a otras voces de Morena para argumentar en favor de que el INE desapareciera, llegando a proponer que los procesos electorales fueran organizados por el Poder Judicial. Esto bajo acusaciones de que el organismo hoy a cargo de Lorenzo Córdova actúa de manera parcial y sirve a los intereses de las fuerzas de oposición, poniendo como ejemplo la anulación de candidaturas a morenistas.
En la semana posterior a la jornada del 6 de junio, se reanimaron los señalamientos respecto a la próxima gran Reforma Electoral del país. El presidente de la Junta de Coordinación Política, el senador Ricardo Monreal, se reunió con representantes de las bancadas de oposición en el Senado para comenzar discusiones sobre la “reactivación económica y electoral”. Mientras que López Obrador adelantó al Consejo Mexicano de Negocios (CMN) que ya tiene reformas electoral, eléctrica y de seguridad en puerta.
Con los resultados por confirmar, Morena y sus aliados —los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México— mantendrán la mayoría simple en la Cámara de Diputados con un tope de 292 legisladores, suficiente para aprobar leyes y presupuestos anuales. Sin embargo, esto los aleja de la mayoría calificada para poder hacer cambios en la Constitución, como sería la desaparición del INE, así como otras alteraciones al sistema electoral.
Tanto López Obrador como Ignacio Mier, aún coordinador de Morena en la Cámara baja, han manifestado su interés de que el PRI sume sus votos para alcanzar dicha mayoría calificada. El dirigente nacional priista, Alejandro Moreno, se dijo dispuesto al diálogo con el partido oficial. Teniendo como antecedente que, durante las polémicas del Gobierno y Morena con el INE, el también próximo diputado plurinominal llamó a defender la autonomía del Instituto.
#ElValorDelVoto | Las diferencias entre Morena y el Instituto Nacional Electoral, tendrán que ser dirimidas por el @TEPJF_informa, el cual deberá decidir si las modificaciones que busca implementar el Consejo General del @INEMexico, son válidas o no https://t.co/BaX7w4y0Zo
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) March 23, 2021
Para analizar las posibilidades que mantienen López Obrador y su coalición respecto a la Reforma Electoral, Reporte Índigo entrevistó al doctor Arturo Sánchez Gutiérrez, exconsejero del INE entre 2014 y 2017, luego de que se reformó el anterior Instituto Federal Electoral (IFE), y menciona que Morena y sus aliados ya no podrán llevar a cabo una modificación de tan alto impacto como la desaparición del organismo.
“Lo podría hacer sin cambiar la Constitución”, considera el ahora académico de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Recalca que la mayoría de la coalición Juntos Hacemos Historia le permite hacer modificaciones legales, más no constitucionales, por sí sola, y considera que los objetivos deben apuntar en otra dirección. “Ante lo que ha pasado recientemente, hay otras temáticas que tienen que resolverse. Por ejemplo, legislar sobre el artículo 134 constitucional (reparto de presupuesto federal), que fue motivo de muchos debates durante toda la discusión”.
Si bien la intentona de desaparecer al INE por completo se ve ya distante con los resultados obtenidos, Morena si podría avanzar en su intento de llevar a juicio político a los consejeros electorales Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. Este proceso estaría a cargo del diputado Jaime Humberto Pérez Bernabé, recientemente reelecto para otro periodo de tres años en San Lázaro como representante de Veracruz.
Con el regreso de Félix Salgado Macedonio al Senado de la República y la apabullante reelección de Gerardo Fernández Noroña para la Cámara de Diputados, el bloque de Juntos Haremos Historia contará con dos de los principales promotores de la avanzada contra Córdova y Murayama. Esto, pese a que el “sheriff” de la Sección Instructora, el diputado Pablo Gómez, perdió su contienda en la Ciudad de México ante Gabriel Quadri, de la coalición opositora Va Por México.
Respecto a este escenario, Reporte Índigo también buscó a Eduardo Huchim, quien era consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) en la elección intermedia de 2003. Si bien comparte con López Obrador la opinión de que integrantes del actual Consejo General del INE participaron activamente en contra del partido oficial, también considera que tanto el Instituto como sus miembros deben continuar con sus labores.
De igual manera, considera que una Reforma Electoral es necesaria en los tiempos actuales. Si bien también apunta a que el Presidente y su partido no deben impulsarla de forma revanchista, hace votos porque las fuerzas políticas muestren disposición al diálogo más allá de las recientes coyunturas generadas por el proceso que culminó.
“Sí es necesaria, pero se necesita abordarla con criterio de fortalecer la institución. Fortalecer no quiere decir darle más dinero, por supuesto. Por ahí, en términos como estos, debería dirigirse una eventual reforma, pero no en términos de revancha. Sí, ciertamente Morena tiene motivos para sentirse agraviado por actos del INE en este proceso, pero no puede verse sólo la coyuntura”, dice Huchim May.