Guerrero es uno de esos estados en los que quien se lance a gobernar no tendrá una tarea fácil.
Es la rifa de un tigre.
Hoy la pelea por la gubernatura está entre el PRI y el PRD. El PAN en la entidad está desdibujado.
Los problemas de pobreza y violencia de Guerrero son históricos. Endémicos. La naturaleza de la orografía y de su cultura son parte fundamental de lo intrincada que es la situación.
La carrera electoral para ese estado ya está lista. Solo falta que suene una corneta que anuncie el inicio de la carrera.
Sin embargo, para los principales partidos que pueden llegar a lograr la gubernatura, el PRI y el PRD, la situación –como todo el estado- es complicada.
Y es que viene la etapa de definir candidaturas.
El partido en el gobierno perdió Guerrero desde hace 9 años. Recientemente lo hizo con el hoy diputado federal, Manuel Añorve, quien como alcalde de Acapulco, salió fuertemente cuestionado por el endeudamiento en que dejó al Municipio.
Cercano a Manlio Fabio Beltrones, Añorve ya conoce la derrota y aún así está entusiasmado en buscar nuevamente ser gobernador.
Añorve sería un candidato vulnerable para el PRI. Por eso el tricolor tiene otra carta que jugar: Claudia Ruiz Massieu. La secretaria de Turismo es hija del exgobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, asesinado el 28 de septiembre de 1994 en la Ciudad de México.
La funcionaria federal hizo campaña para el Senado de la República pero no logró los votos necesarios y recibió la nominación para ocupar la cartera de Turismo en el gabinete presidencial.
A Claudia Ruiz Massieu se le conoce poco en el estado y en realidad tiene poco arraigo. Es decir, para el PRI será una tarea difícil recuperar la entidad.
El caso del PRD tampoco es del todo alentador. La actual administración ha dejado muy mal parado al partido.
La ola de violencia que se ha despertado en los últimos días es la muestra de que es una entidad en efervescencia.
A quien los analistas dan como puntero en las encuestas es al perredista Armando Ríos Piter. Pero tendría que haber una negociación entre las diferentes tribus e ir por encima del delfín del gobernador a cambio de que su hijo vaya por la alcaldía de Acapulco.
Actualmente Ríos Piter es Senador y tiene ya trayectoria en la administración pública ocupando cargos desde el Gobierno Federal, en el estatal, y ocupó una diputación federal. Ha recorrido el estado con la campaña Territorio Jaguar.
Cargará con el peso de todo lo que la actual administración ha hecho.
Luis Walton, alcalde de Acapulco, es otro de los aspirantes. Cuenta con el apoyo de Movimiento Ciudadano y del nuevo partido de Andrés Manuel López Obrador, Movimiento de Regeneración Nacional.
Todos están en sus marcas y listos, faltan un par de meses para que se grite el fuera.
Mientras todos se organizan, el estado se encuentra en una de sus peores crisis y ninguno de los que quieren gobernarlo en este momento dice: esta boca es mía.
