A escasas horas de que se defina quién tomará la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en el Gobierno de la Ciudad México se preparan para remplazar a Alejandra Barrales Magdaleno en el cargo de secretaria de Educación, en caso de que cuaje su candidatura como líder del Sol Azteca.
Aunque la exsenadora tenía el plan de continuar en la nómina del gobierno capitalino con miras a preparar su candidatura para la jefatura de Gobierno en el 2018, la renuncia de Agustín Basave a la dirigencia nacional del PRD cambió la ruta, más no su destino.
El nombre de Barrales Magdaleno fue puesto de manera formal en la mesa hace poco más de una semana, durante una reunión convocada para evaluar los resultados después de la elección de los diputados Constituyentes del 5 de junio.
Hasta las oficinas del Zócalo capitalino arribaron los perredistas, Raúl Flores, dirigente del partido en la capital; Julio César Moreno, Héctor Bautista, de ADN; Víctor Hugo Romo y Luis Arias de Foro, Nuevo Sol.
También el diputado local Mauricio Toledo; el secretario de Movilidad, Héctor Serrano, acompañado de su hijo del mismo nombre; el legislador Leonel Luna, Karen Quiroga y Eduardo Venadero, y la propia Alejandra Barrales, entre otros.
Algunos de los asistentes confirmaron que la reunión fue encabezada por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
La ruptura con ‘Los Chuchos’
Por la mañana de ese mismo día los perredistas se habían congregado en las oficinas de Héctor Serrano, en la colonia Roma, para definir, entre ellos, lo que plantearían frente a Mancera y la ruta a seguir después de que Morena obtuvo el mayor número de constituyentes.
Ahí en Semovi se planteó el tema de la ruptura abierta y definitiva con la corriente de “Los Chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quien habían soltado en varias reuniones internas las acusaciones contra Mancera como responsable del desplome del PRD.
La corriente Vanguardia Progresista asumía la defensa del mandatario local argumentando que “Los Chuchos” no estaban tomando en cuenta el golpe que significó para el partido la masacre de Ayotzinapa y el escándalo de José Luis Abarca, presidente municipal de Iguala.
Tampoco las alianzas que el PRD había pactado con el PAN en el estado de Puebla y el Pacto por México.
“Se dijo que en las mediciones todos esos temas fueron algo que afecto”, detalló uno de los asistentes.
Y en defensa de Mancera se decía que se había “portado bien” con “Los Chuchos”, pues les había entregado buenos espacios dentro del Gobierno de la Ciudad de México, como la dirección general de Regularización Territorial que encabeza Alfa Eliana González Magallanes de la mencionada corriente.
Entre otros temas que se plantearon fueron algunas supuestas traiciones de quienes desde las filas del PRD fueron acusados de apoyar a Morena y su triunfo.
Que si el DIF local entregó despensas a seguidores del tabasqueño en la capital o si Jesús Valencia operó en contra en Iztapalapa.
También, de la estrategia que ya vislumbraban de Andrés Manuel López Obrador respecto a someter a consulta la Constitución de la Ciudad de México y no permitir que la Carta Magna fuese un documento de Mancera.
La apuesta
Urgía, coincidían los asistentes a esa reunión, en armar un bloque contra “Los Chuchos” para arrebatarles el partido, de ahí que por la tarde, en la reunión con Mancera, acordaron con la “venia” del mandatario proponer a Alejandra Barrales para la dirigencia nacional del PRD.
La ficha de Barrales, según analizaron, era una buena apuesta dada la escasez de liderazgos firmes dentro del Sol Azteca.
La actual secretaria de Educación serviría como pieza clave para allanar el camino dentro de la izquierda a Miguel Mancera y sus planes de contender rumbo a la presidencia en el 2018.
En especial cuando algunos perredistas como Silvano Aureoles y Miguel Barbosa ya le pidieron públicamente al jefe de Gobierno que se afilie al partido si quiere el respaldo.
Con Alejandra en la dirigencia se tendría la posibilidad de interlocución interna con las diferentes corrientes del partido para ella y para Miguel Ángel Mancera, ambos con la mira puesta en el 2018.
La actual secretaria de Educación serviría como una pieza clave para allanar el camino dentro de la izquierda a Miguel Ángel Mancera y sus planes de contender rumbo a la presidencia en el 2018.
La secretaria de Educación es uno de los personajes políticos que no se descarta para contender por la sucesión de Mancera en la jefatura de gobierno, de ahí que algunas mediciones internas la contemplen para esa candidatura.
Pero el PRD es una arma de doble filo para la exsenadora dado los tiempos políticos y el reto que le tocaría enfrentar con las elecciones en puerta en el Estado de México y en Nayarit, que le tocaría organizar y, en todo caso, ganar.
Mientras eso ocurre la ruta trazada por los propios perredistas es que Barrales Magdaleno ocupe la dirigencia del PRD nacional durante un año y después convocar a un congreso para elegir a un nuevo líder y que ella siga con sus planes.
La convocatoria del PRD es para reunirse este sábado en la Expo Reforma, que se ubica en la calle Morelos.
El quinto punto del orden del día es la presentación de solicitudes al cargo de presidente del CEN del PRD para la conclusión del periodo 2014-2017; el nombramiento y la toma de protesta.
Para ganar se necesita el 60 por ciento de los votos de los 400 consejeros nacionales que integran el partido.