La SEC sabía de los sobornos
Su práctica común, el soborno. Así opera en el mundo la empresa alemana Siemens para obtener licitaciones y contratos favorables.
Lo asegura una fuente de la Securities and Exchange Commission (SEC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que le sigue los pasos desde hace más de una década a Siemens, no solo en México sino también en Venezuela, Brasil, Argentina, China, Bangladesh, Vietnam, Nigeria y Rusia.
Las investigaciones del Departamento de Justicia, la SEC y el FBI comenzaron en agosto de 2007.
Georgina HowardSu práctica común, el soborno. Así opera en el mundo la empresa alemana Siemens para obtener licitaciones y contratos favorables.
Lo asegura una fuente de la Securities and Exchange Commission (SEC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que le sigue los pasos desde hace más de una década a Siemens, no solo en México sino también en Venezuela, Brasil, Argentina, China, Bangladesh, Vietnam, Nigeria y Rusia.
Las investigaciones del Departamento de Justicia, la SEC y el FBI comenzaron en agosto de 2007.
El reporte fue realizado por el comité de auditoría del estudio jurídico Deveboise & Plimpton, una prominente firma de abogados con sede en Nueva York.
Y como parte de este eslabón de corrupción, la operación de Siemens en México no quedó fuera.
Así, desde 2001, la SEC ya investigaba las operaciones ilícitas que venía realizando Siemens en nuestro país para obtener contratos con Petróleos Mexicanos.
Una fuente de la Comisión confirma a Reporte Indigo que en la querella con la clave CV-02167 se describe que en el tramo final de 2004, Siemens PG y Siemens SA de CV hicieron tres pagos ilícitos a un consultor no identificado.
En ese entonces entregó 2.6 millones de dólares a un consultor externo “conectado” con la paraestatal para ayudar en el arreglo de una disputa por sobrecostos en relación con la modernización de las refinerías de Cadereyta, Nuevo León, y Ciudad Madero, Tamaulipas.
Los pagos fueron hechos con conocimiento y aprobación de Siemens y respaldados por facturas que acreditaban aparentes servicios de consultoría que no se realizaron.
Desde entonces se notificó a las autoridades mexicanas de las prácticas que esta empresa realizaba.
Pero la queja, revela la fuente, no deja claro si los actos de corrupción ocurrieron durante la administración de Raúl Muñoz Leos o al inicio de la gestión de Luis Ramírez Corzo, quien fue director de la paraestatal a partir del primero de noviembre de 2004.
Por las fechas, todo indica que estos dos ex directores de Pemex en tiempos de Vicente Fox supieron de las prácticas realizadas por Siemens y las investigaciones de la SEC en su contra.
La disputa se originó después de que Siemens entregó a destiempo y con fallas las obras del Consorcio Proyecto Cadereyta conformado por la alemana Siemens, la coreana Sunkyong Engineering y la mexicana Triturados Basálticos (Tribasa) en 2001.
En esas fechas, el entonces director de Pemex, Raúl Muñoz Leos, aceptó como terminados los trabajos, cuyo precio final se elevó a tres mil millones de dólares, 40 por ciento más de la cifra pactada originalmente.
Los antecedentes
En 1997 Siemens junto con las empresas SK Engineerig y Tribasa formaron la empresa Conporca SA de CV.
Ésta obtuvo, a través de una licitación, un contrato con Pemex por dos mil 460 millones de dólares para la reconfiguración de la refinería Cadereyta en Nuevo León.
En 2001 Conproca presentó en París una demanda ante la Cámara de Comercio Internacional en contra de Pemex por el incumplimiento con el pago de algunos servicios.
Después de ocho años de juicios, la CCI emitió un laudo en el que resolvió que Petróleos Mexicanos le tenía que pagar a Conproca 191 millones de pesos, más intereses, por los “gastos no recuperables”.
En su momento, Petróleos Mexicanos, que entonces dirigía Jesús Reyes Heroles, turnó un oficio al Órgano Interno de Control solicitándole realizar todas las investigaciones para deslindar responsabilidades.
Fue así como el año pasado Petróleos Mexicanos interpuso una demanda ante la Corte de Distrito de Nueva York en contra de las empresas Siemens y SK Engineering & Construction Co. Ltd., por el delito de soborno.
En la demanda por 500 millones de dólares, Pemex explica que Conproca –una empresa conjunta de Siemens y SK– sobornó a algunos de sus funcionarios para lograr las obras de la refinería de Cadereyta en 1996, lo que le ocasionó un sobreprecio en sus costos.
Por lo pronto, Siemens sigue haciendo negocios con Pemex y la Comisión Federal de Electricidad. No ha sido inhabilitada.
Al contrario, ya se afila las uñas para participar en la nueva refinería, con 300 millones de dólares, una vez que se apruebe la reforma energética.
Las acusaciones
En 2008, Siemens pagó la cifra récord de mil 600 millones de dólares a autoridades de Estados Unidos y Europa para saldar las acusaciones de soborno en varios países del mundo.
Como parte del arreglo, esa empresa se declaró culpable de los cargos criminales en Estados Unidos, asunto que es visto como uno de los casos de corrupción más escandalosos en la historia.
Hoy, el presidente del Consejo de Vigilancia de Siemens, Gerhard Cromme, en Munich, Alemania, se manifestó aliviado por el acuerdo alcanzado con la SEC.
Tendrá que pagar mil 400 millones de dólares por un pago sistemático de sobornos descubiertos en cuando menos 20 países.
El monto le permitirá conseguir, acelerar y resolver disputas de contratos entre 2001 y 2007 en diferentes naciones, entre ellas México.
En Brasil las autoridades investigan también si hubo sobornos a funcionarios de Petrobras.
En el mundo
Siemens está presente en alrededor de 190 regiones, ocupando posiciones de liderazgo en el mercado y la tecnología.
Sus actividades se enfocan a los sectores de energía, salud, industria e infraestructura con una plantilla de 370 mil empleados en todo el mundo.
Además de las más de 290 plantas de producción mayor y fabricación en todo el mundo, cuenta con almacenes, instalaciones de investigación y desarrollo.