Formado en la lucha social, Andrés Manuel López Obrador logró en su tercer intento ganar las elecciones que le permitirá convertirse en diciembre en el próximo presidente de México.
López Obrador lo reconoce en público y en privado: son la perseverancia y la terquedad las que lo han traído hasta ganar las presidenciales.
López Obrador ha dicho que tiene la aspiración legítima de ser un buen presidente para México. Solo la historia juzgará lo que ocurrirá en el sexenio que comienza el 1 de diciembre, fecha en que el político tabasqueño conquiste la cima de un empinado camino que empezó en su juventud y cuya ruta lo llevará a otro sendero, aún más cuesta arriba.
Los inicios de Andrés Manuel
El 13 de noviembre de 1953, Andrés Manuel López Obrador nació en Macuspana, Tabasco, porque ahí estaba la clínica más cercana a Tepetitán, el lugar donde vivían sus padres.
Ahí, Andrés Manuel fue el mayor de 7 hermanos, que crecían y jugaban alrededor de la tienda “La Pasadita”, propiedad de sus padres, ubicada justo frente al río Tepetitán.
A mediados de los años 70 se afilió al PRI para apoyar al poeta Carlos Pellicer en su candidatura al Senado. Ocupó cargos públicos modestos en su estado y en 1977 fue nombrado delegado estatal del Instituto Nacional Indigenista, desde donde trabajó con comunidades indígenas de Tabasco. En la Ciudad de México comenzó a involucrarse en las tareas del partido, pero ahora a nivel nacional, hasta que en 1988 se unió a la Corriente Democrática, que después rompería con el PRI para formar el Frente Democrático Nacional (FDN), que abanderaría a Cuauhtémoc Cárdenas como su candidato presidencial.
López Obrador renunció ese año al tricolor y fue postulado como candidato a gobernador de Tabasco por el FDN, pero perdió ante el PRI.
En 1994 volvió a perder la gubernatura ahora con el priista Roberto Madrazo, a quien acusó de haber cometido múltiples irregularidades en el proceso.
Obrador comenzó una marcha hacia la capital del país a la que bautizó como la Caravana por la Democracia.
Del desafuero al plantón en Reforma
El camino de las candidaturas presidenciales de Andrés Manuel López Obrador ha sido cuesta arriba desde el 5 de diciembre del 2004, cuando Manuel Camacho Solís, entonces diputado federal, lo destapara como posible candidato presidencial en la elección del 2006.
Las alertas en Los Pinos ya estaban encendidas, donde el presidente Vicente Fox vivía ya los días amargos de la decepción ciudadana por un cambio que no llegaba.
La PGR, en el año 2004, solicitó el desafuero del jefe de Gobierno, lo que fue percibido como una maniobra política para sacarlo de la contienda presidencial del 2006.
El desafuero se concretó en abril del 2005, pero provocó movilizaciones multitudinarias a favor de López Obrador. El presidente Vicente Fox tuvo que dar marcha atrás al proceso contra el exjefe de Gobierno.
Vino entonces la campaña electoral del 2006: el “cállate chachalaca”, el “al diablo con sus instituciones”.
El triunfo del panista Felipe Calderón, derivó en un plantón multitudinario de 48 días en la plancha del Zócalo y las calles Madero, Juárez y Paseo de la Reforma desde la Iglesia de San Hipólito hasta el Auditorio Nacional.
Mediante asambleas de sus simpatizantes realizadas en el Zócalo capitalino, se decidió que se integraría un “gobierno legítimo”, cuyo fin era ser un gabinete sombra de la administración de Felipe Calderón.
El 20 de noviembre de 2006, López Obrador es investido como “presidente legítimo” y le es colocada una banda presidencial con el águila republicana, símbolo de su movimiento, a manos de Rosario ilustración: dan madrid Ibarra de Piedra.