Una propuesta de la bancada de Morena en la Cámara alta podría no solo mejorar en algunos aspectos la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sino también disminuir la injerencia del Senado en la elección del titular del organismo, ya que existe la posibilidad de que esta función pase a manos del Poder Ejecutivo.
Con el argumento de fortalecer a la CNDH, el senador morenista Salomón Jara Cruz, tiene lista una iniciativa en la que sugiere que el o la titular del organismo sea designado directamente por el presidente de la República con el envío de una única propuesta al Senado.
Ante esta idea, senadores de oposición y organizaciones no gubernamentales, señalan que si bien en la actualidad la CNDH necesita fortalecerse más que nunca, la injerencia del presidente en la posible designación del titular del organismo sería un retroceso.
En entrevista para Reporte Índigo, Itzel Checa, coordinadora del observatorio Designaciones Públicas, comenta que es preocupante la iniciativa y subraya la importancia de revisarla.
“Lo que se propone es eliminar el proceso de la terna y establecer que sea una propuesta de una persona que haya sido elegida por el presidente, eso nos parece que puede perjudicar la autonomía del organismo ya que limita la deliberación pública de los perfiles”, explica.
Además, para Checa sería un retroceso que se elimine la designación por parte del Senado ya que es uno de los elementos clave para una buena elección.
Por su parte, la senadora del PAN y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara alta, Kenia López Rabadán, destaca que tras un proceso dudoso en el que se eligió a la actual presidenta del organismo, Rosario Piedra, resulta urgente y necesario que el Senado de la República defienda sus facultades tales como votar por los aspirantes de la terna para la presidencia de la CNDH.
“Estamos en un tiempo donde el Senado debe priorizar sus acciones y decidir sobre qué es mejor en este tipo de procedimientos como lo es la elección del titular de la CNDH; personalmente espero que el grupo parlamentario del partido oficial de Morena no caiga en una falsa difusión y quiera priorizar al Ejecutivo, ojalá y la prioridad sea defender a la Comisión ya que ésta debe ser fuerte, importante y trascendente. No me opongo a analizar, si es necesario, alguna modificación, pero para mejorarla, no para mermarla”, expone.
Además, para la senadora no se debe de olvidar que el Senado ha construido una ruta política y democrática en la elección del titular de la CNDH, y reconoce que si hubiera algo que mejorar no tendría que ser quitarle facultades al Senado, ya que eso no abona a la democracia ni a la autonomía del organismo.
De acuerdo con el senador Joel Padilla Peña, el organismo podría investigar violaciones graves o abusos de poder por parte de autoridades o servidores públicos y formularía recomendaciones públicas, denuncias y quejas ante las autoridades respectivas, las cuales serán vinculantes.
Además, establece que todo servidor público estará obligado a responder las recomendaciones que se les formulen y, cuando éstas no sean cumplidas, la Cámara de Senadores podrá llamar a solicitud expresa de ese organismo a los responsables para que comparezcan y rindan cuentas.
Para López Rabadán, esta iniciativa tiene una trascendencia todavía mayor que la del senador Jara, ya que busca desaparecer las comisiones estatales de derechos humanos.
“Me parece que la prioridad tendría que ser fortalecer a los organismos autónomos y no disminuirlos. No comparto la eliminación de las comisiones estatales de derechos humanos, me parecen un logro que se ha conseguido a base de muchísimo esfuerzo y de una lucha histórica porque son vitales.
“Hay que recordar que hay necesidades distintas, lamentablemente hay violaciones a derechos humanos que están más arraigadas dependiendo de la entidad federativa de la que se hable, por eso desde mi perspectiva podría no ser benéfico eliminarlas”, destaca.
Si bien para Itzel Checa es importante difundir la información de iniciativas de miembros del Senado, también se debe de hacer un llamado a la sociedad civil, ya que sin ella no sería válido proceder con ninguna reforma a la CNDH.
“Es fundamental que de pasar la iniciativa propuesta por Jara, se dé una discusión amplia y si es necesario incluso recurrir a un parlamento abierto para que se puedan conocer todos los documentos con antelación, ya que sería lamentable para un ejercicio democrático como el que necesita la Comisión, que no se cuente con la participación de distintos actores de la sociedad civil”, puntualiza.
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Participación ciudadana
Para poder hacer reformas o cambios a la CNDH, es necesario contar con un diagnóstico que especifique la necesidad de dichas modificaciones, de lo contrario, se corre el riesgo de tener una propuesta demasiado politizada y poco útil para la protección de los derechos humanos de todas las personas, explica Edgar Cortez, coordinador de proyectos del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
De acuerdo con Cortez, una vez hecho el diagnóstico, el segundo paso en cualquier tarea legislativa es contar con un parlamento abierto para incluir de manera efectiva a la sociedad y que participe.
“Es importante que se puedan conocer las propuestas, la metodología y el propósito del diagnóstico en el que se basaron para hacer la iniciativa de reforma, de esta manera se puede evitar que se cometan actos de pura ocurrencia”, comenta.
Otro de los puntos clave que señala para que funcione el parlamento abierto y no se quede en un ejercicio de simulación, es que se vaya conociendo el avance de los cambios de manera que la gente pueda participar e ir siguiendo de manera constante el proceso de modificaciones que se pueden llegar a aprobar en el Congreso para así tener la certeza de que se eligió lo que es mejor para la población.
“Hasta ahora no hemos podido tener las mejores posibilidades para hacer eficazmente el ejercicio de parlamento abierto porque muchas veces la perspectiva de los legisladores y legisladoras consiste en tener sesiones donde se invita a representantes de organizaciones de derechos humanos o grupos de víctimas y se les oye sin que necesariamente eso dé lugar a una discusión equitativa y solo lo hacen para aparentar la formalidad de que escuchan”, sostiene.
De acuerdo con el integrante de IMDHD, una consecuencia de no tomar en cuenta la opinión de los mexicanos puede verse en la elección de la actual presidenta de la CNDH, donde si bien hubo sesiones en las que estuvo presente la sociedad civil, al final la decisión fue más de carácter político que realmente de un proceso de discusión y de información.
Para Cortez es simple, de no incluir a la sociedad también se pone en juego el tema de la legitimidad.
El ejemplo más claro es el nombramiento de Rosario Piedra, quien de acuerdo con el especialista, llegó con una muy pobre legitimidad al cargo y eso significa que tiene el enorme reto de que su actuación le construya la credibilidad que no tuvo al principio.
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Elección de titular en CNDH con desprestigio
Para la senadora Kenia López debe pensarse y cuidarse mucho lo que se haga con la CNDH luego de que se eligió entre reclamos y desacuerdos a la actual presidenta del órgano de derechos humanos.
En noviembre de 2019, el Pleno del Senado dio a conocer que la nueva titular de la Comisión sería Rosario Piedra.
Piedra Ibarra ganó en una cerrada votación que apenas alcanzó la mayoría calificada como lo exige la Constitución con 76 votos a favor.
Ante esto, el PAN mostró su rechazo hacia la presidenta por considerar que no cumplía con los requisitos de independencia y autonomía, ya que era militante del partido de Morena, cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador y había sido propuesta en 2018 por la coalición Morena-PES-PT como candidata a diputada federal por el Distrito 10 de Nuevo León.
También el PAN denunció que Piedra no obtuvo la mayoría calificada y explicaron que los senadores votaron por cédula (con una boleta y en secreto) por los tres aspirantes: José de Jesús Orozco quien obtuvo ocho votos; Arturo Peimbert 24 y Rosario Piedra Ibarra con 76, sin embargo, aclararon que hubo seis abstenciones y en total se registraron 114 votos, aunque panistas afirmaron que en realidad votaron 116 legisladores y fueron “robados” dos votos.
Además, otros de los actores que protestaron por la designación de Piedra Ibarra fueron cinco integrantes del Consejo Consultivo de ese organismo, quienes para mostrar su desacuerdo presentaron la renuncia a su cargo honorífico con carácter de irrevocable.
Tras rendir protesta entre jaloneos y gritos de fraude de la oposición, Rosario Piedra dijo que en este Gobierno ya no se agrede a migrantes y desconoció los casos de asesinatos de periodistas.
Ante esa respuesta, la organización no gubernamental Periodistas Desplazados de México presentó una queja ante la CNDH en contra de su propia titular, pues la falta de conocimiento sobre un tema delicado, asegura la ONG, es una violación a derechos humanos de las familias de los comunicadores asesinados en México.
Además, a pocas semanas de haber ocupado el cargo, la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, envió un oficio a Piedra Ibarra en el que “le solicita su renuncia” como titular de este organismo, en virtud de las irregularidades registradas en el proceso de su designación y sobre todo porque no cumple con los requisitos legales para ocupar el cargo.
Pese a los señalamientos y críticas, Rosario Piedra ha contado con el apoyo del presidente López Obrador quien en sus conferencias matutinas ha dicho que el rechazo al cargo de la nueva presidenta es una una muestra de intolerancia, falta de respeto y revanchismo.