La transparencia sindical se tambalea
La democracia y transparencia en los sindicatos del país está en el filo de la navaja.
Ha sido el tema que más se ha discutido como parte de la reforma laboral en las últimas semanas.
Ayer se aprobó en lo general el dictamen de este proyecto en las comisiones unidas de Trabajo y de Estudios Legislativos Primera. Las reservas a los artículos que se quieren cambiar tuvieron un empate.
Armando Estrop
La democracia y transparencia en los sindicatos del país está en el filo de la navaja.
Ha sido el tema que más se ha discutido como parte de la reforma laboral en las últimas semanas.
Ayer se aprobó en lo general el dictamen de este proyecto en las comisiones unidas de Trabajo y de Estudios Legislativos Primera. Las reservas a los artículos que se quieren cambiar tuvieron un empate.
Por eso se tuvo que enviar a la Mesa Directiva para que ahí se decida si entra hoy mismo al pleno o hasta la sesión del próximo jueves. Eso da muestra de lo cerradas que están las posiciones para este tema.
El PRI ha sido claro en su postura y no afectará los privilegios de los sempiternos líderes sindicales afines a su partido. Algunos son también parte de la bancada tricolor en ambas cámaras del Congreso.
El PAN y los partidos de izquierda parecen decididos a cambiar las prácticas de opacidad de las organizaciones obreras.
Dar a conocer a los trabajadores los contratos colectivos de trabajo, transparentar la administración de las finanzas, además de ejercer voto libre y secreto son los temas que se promueven y que ayer no tuvieron eco en las Comisiones del Trabajo y Estudios Legislativos Primera.
Los cambios harían que se regrese el proyecto a la Cámara de Diputados y corre el riesgo, pues así lo ha advertido el líder de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe, se enviará a la congeladora legislativa.
No va a congeladora: PAN
Sin embargo el PAN advirtió que no es factible enviarlo a la congeladora porque sería peor para el PRI ya que los únicos temas que se tendrían que trabajar son los artículos que se cambien.
“Por la democracia sindical y el voto libre de los trabajadores”, decían ayer el panista Javier Lozano y Alejandra Barrales al votar el artículo 371 referente a la elección de la directiva de las organizaciones de trabajadores.
“En contra para que se dejen de meter en la vida interna de los sindicatos”, respondía a su vez el priista Armando Neyra, secretario de finanzas de la CTM.
“En contra porque ya fue votado en la Cámara de Diputados”, secundaba el líder de la CROC, Isaías González Cuevas.
El dirigente croquista dijo en varias ocasiones que no se debían siquiera discutir los artículos de la minuta pues ya todos esos temas se habían revisado en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
El senador priista Ernesto Gándara, presidente de la Comisión del Trabajo, evadió responder si asumirán el costo político por no querer transparentar la administración de los sindicatos.
“Desde luego de transparencia en todos los ámbitos y en cuanto al respeto de la transparencia, pero también respeto a la vida interna de los sindicatos. Esa es nuestra posición”, precisó.
La alianza PAN-PRD dio muestras de estar funcionando, incluso homologaron la redacción de los seis artículos en los que van juntos. Lozano pidió ayer 15 minutos de receso para tener una redacción conjunta entre ambas bancadas.
Hasta el cierre de esta edición aún no se definía si hoy sube el proyecto al Pleno o hasta el próximo jueves. El terreno de los votos del pleno es adverso para el PRI y el Partido Verde, pues juntos tienen 62 votos.
La alianza del PAN y las izquierdas reuniría 66 votos con lo que les ganan la partida en el tema de la transparencia sindical. Son cuatro votos de ventaja que podrían cambiar el rumbo que el PRI definió darle a la reforma laboral.
Y no es poca cosa pues la semana pasada el Consejo Coordinador Empresarial pidió que se apruebe este documento justo como lo hicieron en la Cámara de Diputados.
Hoy estará en el Senado con los partidos de izquierda el excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, quien durante todo el sexenio ha estado en contra de los proyectos del presidente Felipe Calderón, que es el que envió desde el primero de septiembre esta reforma como iniciativa preferente.
Desde la semana pasada el ex diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, convocó a bloquear los accesos a las instalaciones del Senado para evitar que se vote este dictamen.
Eso, aunado a la visita de López Obrador, han puesto en alerta a los senadores y empleados de la cámara alta.
Además de que si se logra sesionar se espera que sea un largo debate por la reserva de los artículos y por la defensa que los propios líderes sindicales priistas harán.
La reforma laboral se ha ido metiendo en un embrollado laberinto que aunque aparenta ser de carácter técnico legislativo, realmente pertenece a los intereses de partido. De todos los partidos.