Los dos más altos funcionarios que ha tenido en los últimos 10 años la Cámara de Diputados apoyan a Enrique Peña Nieto. Y el apoyo lo dejan sentir hasta en horas de trabajo.
Los dos secretarios generales que ha tenido la Cámara baja desde la alternancia en la Presidencia de la República estuvieron participando ayer jueves de manera activa en los Encuentros por el Futuro de México realizado por la Fundación Colosio en apoyo al candidato priista.
El actual secretario general de la Cámara, Fernando Serrano Migallón, en día laboral y en horario de trabajo, hizo la relatoría de la mesa 2 Estado de Derecho: El papel de la Crítica.
Vestido igual que los priistas que organizaron el evento, con guayabera de manga larga y su gafete especial, leyó a Peña Nieto los resultados de los intercambios “académicos” del tema que le tocó coordinar.
Concluyó que uno de los temas másimportantes es impartir a los jóvenes la educación cívica para que haya una correcta interpretación de la Ley y que la Constitución siga teniendo vigencia.
Serrano Migallón, con un salario de 153 mil pesos mensuales, es el encargado de la administración, del manejo financiero y laboral de los más de cuatro mil empleados de la Cámara baja, entre sindicalizados y de confianza.
La Cámara de Diputados tiene actualmente un presupuesto superior a los 5 mil millones de pesos. Si bien la mayoría de las decisiones económicas son de la Junta de Coordinación Política, integrada por los partidos políticos, el encargado de ejecutarlas es el secretario general.
Los priistas quisieron lucir el evento como un encuentro académico pero no pudieron ocultar los decenas de simpatizantes con camisas de Peña Nieto que con batucada y porras lanzaban odas al priista que llegó dos horas tarde al encentro.
Los gafetes de prensa, la publicidad, el templete, las mesas de trabajo todo tenía el logotipo de la Fundación Colosio, una de las organizaciones del PRI encargada de promover los ideales del partido.
El segundo personaje ligado a la Cámara y que fue parte nodal de las conclusiones del evento fue Guillermo Haro Belchez, quien por ocho años estuvo en el cargo que ahora está Serrano Migallón.
Haro Belchez fue contralor en el Estado de México durante el gobierno de Emilio Chuayffet, y fue a través de él comollegó al máximo puesto administrativo en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Lo relevaron del cargo el pasado 11 de diciembre de 2011 por una serie de desencuentros con Chuayffet, quien presidió la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados en esas fechas.
Él coordinó la mesa 3 sobre Transparencia y Rendición de Cuentas y aseguró que es urgente que se transparenten las cuentas de las bancadas en la Cámara baja así como en algunos sindicatos. Sin embargo durante los años que estuvo al frente de la secretaría general no promovió estos temas.
Enrique Peña Nieto los escuchó con atención. Incluso reconoció a Haro Belchez sus propuestas en materia de transparencia. El candidato reconoció que sólo rindiendo cuentas se podrá revertir la imagen tan negativa que se tiene de la política.
“Me he propuesto ampliar las atribuciones de la Auditoría Superior de la Federación, y en la creación de un sistema nacional de fiscalización para evitar la fragmentación y el uso de los distintos criterios que se tienen en el País y que no le dan solidez a la fiscalización”, aseguró.
Nerviosismo por “una encuesta mas”
El evento estuvo desangelado. Pocos fueron los aplausos y las porras al candidato. Es que dos horas de espera cansan. Desde el principio los comentarios entre los asistentes eran los cuatro puntos de diferencia entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, que marcó la encuesta publicada por el periódico Reforma.
“Desde anoche todos andan muy nerviosos”, confió un priista del estado sureño.
Pero al estilo del PRI no dieron a conocer esta sensación. Fue el propio Peña Nieto quien minimizó los resultados asegurando que en todas las encuestas lo ponen a él en la delantera.
“Yo la tomo como una encuesta más. Todas son serias”, dijo.
Sin embargo evadió responder si la caída en las preferencias que todos los sondeos marcan son resultado de las marchas del movimiento Yo soy 132.
Encuestas abajo y el cierre de campaña a un mes, la estrategia del PRI no cambia, al candidato se le lleva a los eventos organizados en casa, y visten de académico un encuentro partidista.