Primero fueron orines en bolsas y vasos, luego agua y químicos de extintores, hasta que finalmente se les ocurrió agredirlas en la cara y cuerpo con balas de gotcha, pese a la mirada de policías preventivos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP-CDMX).
La “cacería” nocturna era encabezada por un grupo de hasta cien motociclistas y automovilistas que por mera diversión acudían noche tras noche, por meses, a burlarse y humillar a los grupos de trabajadoras sexuales trans que están sobre la Calzada de Tlalpan.
Pese a que las vejaciones subían cada vez el nivel de violencia, los patrulleros eran simples testigos que no hacían nada para perseguir, detener, menos, remitir al Ministerio Público a los agresores, según 20 denuncias presentadas ante el Ministerio Público de la PGJ.
“De un año a la fecha aumentó la violencia, robaban extinguidores y nos rociaban con el líquido, el colmo era que las patrullas no hacían absolutamente nada, hasta los policías eran agredidos y desde hace seis meses nos aventaron balas de gotcha, huevos, orines, nos golpeaban los parabrisas de nuestros coches con los extinguidores, se bajaban a robarnos y golpearnos, era grave lo que estábamos padeciendo”, acusa.
De acuerdo con el relato de Diana, la última denuncia no se las quisieron recibir en la Delegación Benito Juárez, pese a que las trabajadoras llegaron lesionadas por las balas de gotcha que les pegaron en la cara y en las piernas.
Hasta que ellas, cansadas de ser objeto de morbo y burlas, decidieron frenar los abusos y comenzaron a trabajar en la actualización el viejo Protocolo de Actuación de la Secretaría de Seguridad Pública en materia de Derechos LGBTTTI, el cual será presentado hoy en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Diana Sánchez Barrios, líder trans de Pro Diana; Daniela, trabajadora sexual y fundadora de La Tercera Cara de la Moneda Trans; así como Transformando Mentes y Fuerza Democrática, se aliaron para poder hacer visibles los derechos y parar lo que estaba ocurriendo.
En entrevista, Diana Sánchez explica que junto con el protocolo que se presentará hoy actualizado en la CDHDF, el secretario de Seguridad Pública capitalina, Raymundo Collins permitió que un tríptico fuera distribuido entre la tropa a fin de que conozcan como actuar con las comunidades LGBTTTI.
“Se ha avanzado mucho, pero sigue habiendo grandes pendientes”, dijo Sánchez Barrios.
El folleto habla de conductas discriminatorias, de los derechos de la población LGBTTTI, de las obligaciones de los agentes y de cómo distinguir conductas arbitrarias contra este sector.
“Tus obligaciones como agente de la policía son no usar palabras o frases insultantes o deningrantes para identificar a las personas LGBTTTI, deberás preguntar cómo quiere ser nombrada conforme a su identidad de género, incluso cuando su apariencia física no coincida con su identificación”, detalla el documento.
Además, la revisión preventiva deberá ser realizada por personal del sexo que corresponde a la expresión o identidad de género con la que se identifique. En ningún caso se deben difundir imágenes de la persona detenida, señala el documento.
En el rubro se indica que es arbitrario cuando las detenciones se hayan realizado sin que se haya cometido delito o falta administrativa alguna.
“Cuando detienes a una persona travesti o transexual por entrar a un baño público del género con que se identifique o participar en alguna marcha o ejercer su derecho a la libre expresión”, dice.
Las trabajadoras acusan que han sufrido violencia por parte de elementos de seguridad pública, así como extorsión hacia sus clientes porque ya no dejan que les quiten el sustento que llevan a sus casas.
Letra muerta
El Protocolo de Actuación de los elementos de la SSP en materia de derechos LGBTTTI ya existía desde el año 2013 pero era letra muerta.
La apuesta de Diana Sánchez y las demás asociaciones es que el tríptico sirva para que la policía de la Ciudad de México conozca de primera mano el trato que debe dar a las personas que pertenecen a esa población y se genere más respeto hacia la comunidad en una ciudad que se presume de avanzada en materia de derechos humanos y libertades.
Pese a los operativos ordenados en Tlalpan para frenar la ola de violencia hacia este gremio, algunos motociclistas y automovilistas de estos grupos de atacantes siguen pasando para provocar e intentar a las trans y a la propia policía, según las denuncias de las mujeres agredidas
“No ha terminado pero mermó considerablemente”, acota Daniela, quien desde hace 11 años que trabaja en el sexoservicio ha acumulado decenas de historias de dolor y hasta de muerte, en el caso de algunas compañeras suyas que perdieron la vida.