Las causas de la problemática de la falta de paridad
Especialistas en la materia aseguran que la falta de paridad real en el país es multifactorial, pues no es provocada por una sola causa
Rubén ZermeñoDe acuerdo con Adriana Báez Carlos, coordinadora del análisis “Fuerza política de las legisladoras en los congresos locales de México” y profesora investigadora de la UNAM, la falta de paridad política en los congresos corresponden a dos vertientes, una estructural y otra histórica-cultural.
En el primero de los casos tiene que ver con que los espacios de poder público están acaparados por los partidos políticos y por lo tanto desde sus miembros hasta sus propuestas corresponden a los intereses de los institutos.
El otro de los factores tiene que ver con la organización patriarcal de la sociedad y por ende de la política.
“Históricamente a las mujeres se nos ha relacionado a labores que se supone nos corresponden por la maternidad, labores domésticas. Además de que no se nos permite participar en asuntos públicos. Dentro de la casa las mujeres han vivido sin que se les permita desarrollarse de manera autónoma, las actividades se les asignan y muchas veces son violentadas.
“Las democracias paritarias lo que buscan es intentar cambiar la cultura para terminar con las diferencias de género. Más allá de que por cuestiones partidistas puedas llegar al Congreso, el objetivo es terminar con esas ideas de que por ser mujeres te corresponden ciertas actividades”, explica.
Pese a esta situación, la especialista señala que la causa de las mujeres es transversal y no partidista.
“Más allá de que representes a unos partidos o no, la idea es que las problemáticas de las mujeres puedan ser escuchadas para ir desmontando lo que nos tiene en condiciones de desigualdad de oportunidades. El problema es que a pesar de que somos muchas no tenemos la suficiente fuerza para impulsar nuestras causas”, concluye.
Por su parte Sergio Bárcena, fundador de Buró Parlamentario y profesor investigador del TEC de Monterrey comenta que los Congresos están diseñados para que los acuerdos y las grandes negociaciones de las leyes y políticas públicas respondan sean entre los grupos parlamentarios y si estos, como ocurre en México, no impulsan la agenda de las mujeres, es muy complicado que su lucha se traduzca en hechos.
“Los Congresos están diseñados para que los acuerdos y las grandes negociaciones de las leyes y las políticas públicas respondan a las negociaciones entre grupos mayoritarios.
“Si los partidos no tienen en la agenda interna el compromiso de incluir el tema transversal de la equidad de género y la paridad, entonces todo el Congreso y todas las decisiones que se tomen van a estar contaminadas por eso no compromiso. Nuestra democracia es altamente dependiente de los partidos políticos”, dice al respecto.