Las demás redes de Iguala

Algunos policías municipales de Iguala decidieron convertirse en las “gargantas profundas” del gobierno y su información destapa la cloaca del narcotráfico que une a las autoridades con el crimen organizado en Guerrero.

Los relatos ponen al descubierto el poder y control del cártel de los Guerreros Unidos en múltiples municipios, no solo de Guerrero, sino también del Estado de México.

Reporte Índigo tuvo acceso al expediente que forma parte del hilo conductor de las investigaciones de Ayotzinapa. 

Icela Lagunas Icela Lagunas Publicado el
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"(…) fueron entregados al oficial de barandilla de nombre Ulises Bernabé García, que se le dice ‘El gay’, quien los entregó a los sicarios de Cocula"
Testigo

Algunos policías municipales de Iguala decidieron convertirse en las “gargantas profundas” del gobierno y su información destapa la cloaca del narcotráfico que une a las autoridades con el crimen organizado en Guerrero.

Los relatos ponen al descubierto el poder y control del cártel de los Guerreros Unidos en múltiples municipios, no solo de Guerrero, sino también del Estado de México.

Reporte Índigo tuvo acceso al expediente que forma parte del hilo conductor de las investigaciones de Ayotzinapa. 

En el documento, un exmilitar del 27 Batallón de Infantería de Iguala, Guerrero, relata los pormenores del tráfico de drogas en esa región en manos del grupo Guerreros Unidos y los policías municipales conocidos como “Los Bélicos”.

El declarante ubica a Francisco Salgado Valladares, el prófugo director de Seguridad Pública de Iguala, como una pieza clave de la organización del cártel, para quien traficaba cocaína en camionetas del área de Protección Civil de esa ciudad.

“Vía radio matrax con el elemento de apellido Vieyra, alias Taxco, es la persona que daba la orden de que cuando pasara la camioneta de Protección Civil los demás elementos nos moviéramos del lugar y que no se revisara ningún vehículo, en virtud que ese citado automotor lo utilizaban para transportar cocaína y personas, que las llevaban a un poblado llamado El Naranjo, que está a la salida de Taxco, en donde se localiza otro filtro”, cuenta el exmilitar.

Asegura que había temor y amenazas. Por eso no preguntaban más solo obedecían órdenes, aunque era un secreto a voces entre los uniformados que la camioneta y la mercancía estaban bajo el encargo y protección del “Jefe Valladares”.

En su declaración, refiere que no todos los elementos recibían dinero por permitir el paso de la droga y encubrir el trasiego en camionetas del gobierno, muchos estaban amenazados de perder el empleo o cosas peores.

“También sé que la camioneta la prestaba el director de Protección Civil de Iguala, quiero mencionar que una compañera de nombre Verónica Baena se encargaba de informarle a su pareja sentimental, Héctor Aguilar, alias ‘El chombo’ de cuándo pasaban los convoy militares y Policía Federal”, agrega.

Refiere que la mujer policía también enviaba un mensaje a Salgado Valladares y por esta actividad recibía 2 mil pesos mensuales de parte de la organización Guerreros Unidos.

El exmilitar da detalles de la colusión de elementos de la Policía Municipal de Cocula en esta actividad de traficar droga y ejecutar secuestros para los Guerreros Unidos.

Específicamente refiere la participación de los patrulleros de la unidad 006, tripulada por Ignacio Aceves, alias “El nacho”, de quien sabe ostentaba el cargo de comandante del grupo de reacción de Cocula.

Menciona también a su escolta, a quien conoce con el nombre de Oscar Rodríguez, alias “El Oscarín”, ambos mantienen relación estrecha con el grupo de “Los Bélicos” de la Policía Municipal de Iguala.

De acuerdo a la información en poder de la PGR, “Los Bélicos” de Iguala fueron quienes les entregaron a los jóvenes estudiantes de la normal de Ayotzinapa a los sicarios de Guerreros Unidos para que los desaparecieran.

Sí hubo detenidos

El 26 de septiembre, al exmiliar no le tocó patrullar. Lo mandaron a un curso de profesionalización al cuartel de la Policía Estatal.

Cuenta que al regresar a sus labores, su compañeros Antonio Hernández, alias “El chochi”, le informó los pormenores de la balacera y crímenes de los normalistas.

El testigo asegura que Hernández le confirmó que esa noche sí hubo estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa detenidos. Que fueron trasladados a los patios de la comandancia de la Policía Ministerial.

“En donde fueron entregados al oficial de barandilla de nombre Ulises Bernabé García, que se le dice ‘El gay’, quien los entregó a los sicarios de Cocula, a los de Protección Civil y a elementos del grupo de reacción inmediata, también conocidos como ‘Los Bélicos’, entre los que se encuentra Francisco Salgado Valladares”, declara.

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