En entrevista para Reporte Indigo el ex alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, recientemente nombrado líder de los priistas en la siguiente legislatura, refiere que su mayor interés es “ser apoyo” del nuevo gobernador, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
“Yo considero importante que los diputados del PRI caminen en la lógica del fortalecimiento del programa estatal de desarrollo”, apunta el diputado electo, quien asegura que lavar la imagen del Congreso también será prioritario.
Una tarea titánica que sólo puede ser exitosa si se realiza de la mano del gobernador electo, según deja entrever el joven priista, quien insiste en que buscará absoluta austeridad en su próximo ejercicio como legislador.
Y es que la mala reputación del Congreso no solo tiene que ver con la falta de resultados y malos hábitos de los diputados, sino con una crisis que toca lo más profundo de sus finanzas.
El Congreso de Jalisco tiene deudas con Hacienda, El Instituto de Pensiones del Estado y cientos de proveedores, las cifras que se ocultan ante el temor de volver a ser motivo de escándalo.
Romper con esta inercia que impera en el Legislativo y cambiar la imagen negativa que se tiene de él, es un asunto de confianza, señala Miguel Castro quien considera que debe “recuperar la dignidad” del Congreso.
No obstante reconoce que la ciudadanía no le ve sentido a seguir gastando en una institución que es cara y de la cual no recibe beneficios.
“Es muy importante que entendamos que hoy el ciudadano cree que el Congreso está en el límite, que está en el ocaso”, refiere el entrevistado.
Castro Reynoso explica que se buscará cambiar la arquitectura del Legislativo.
Pero la labor se realizará bajo el riesgo de que la reingeniería sea mera simulación, es decir, promover reformas que solamente permitan que se luzca el gobernador electo Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
Subordinación
Cuestionado sobre el papel de contrapeso que debe ejercer el Legislativo frente a poderes como el del Gobierno del Estado, Castro Reynoso lanza preceptos claros de que habrá absoluta cordialidad.
“Yo no concibo un poder que per se esté enfrentado con otro poder, me parece que hoy hemos visto ejemplos muy lamentables de confrontaciones que han sido estériles en mucha ocasiones y ese es el tipo de cosas que no se pueden dar”, apunta.
Matiza su posición y destaca que se necesitan poderes fuertes,“no podemos seguir siendo poderes supeditados con otros” y eso es -a su dicho- “responsabilidad de todos los diputados de la siguiente legislatura”.
Para Miguel Castro la condición de vulnerabilidad del Congreso frente al Gobierno del Estado “ha sido caldo de cultivo” para que haya una relación de dominación entre poderes.
Como sucedió con la aprobación de la Ley de Información Pública de Jalisco y sus Municipios a cambio de 200 millones de pesos para sanar las arcas del Congreso.
La nueva legislación es considerada, por entes como la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, como un retroceso grave para el ejercicio de la transparencia y el acceso a la información pública.
Pues hasta la fecha quien publica cierta información considera como confidencial –como los periodistas- puede ser enjuiciado.
Lastres y pendientes
La herencia que deja la actual administración del Congreso, sumada a los escándalos que también le heredó la 58 Legislatura, hacen una mezcla explosiva que la nueva legislatura tendrá que desactivar.
Nómina obesa, deudas que superan la capacidad financiera del Congreso, rezago en materia legislativa y prerrogativas excesivas para los diputados son parte del actual escenario del caos.
Al respecto, el diputado priista considera que la tarea inicial será limpiar la nómina, pues a su dicho un diputado no necesita más de 20 personas a su servicio.
Hoy hay ejemplos de que los coordinadores de bancada tienen más de 50 personas a su cargo.
Además se buscará transparentar a detalle las decisiones que se tomen en el Congreso desde los asuntos administrativos y los estados contables, hasta el seguimiento del proceso de elaboración de leyes y reformas.
Por tal motivo, la fracción del PRI quiere eliminar la Junta de Coordinación Política–ese espacio de acuerdos entre los líderes de bancada- para abolir los manejos autoritarios de las fracciones “por bloques” y buscar hacer una agenda en común.
Tratándose de la deuda, el priista -aunque se dijo preocupado- aún no tiene mayores perspectivas de solución.
Pues si bien el Congreso tiene un presupuesto anual de entre 800 a mil millones de pesos, la intención -en un escenario positivo- será reducir los gastos, por lo menos a 400 millones según los cálculos del priista.
Otra bomba de tiempo que heredará la siguiente legislatura es la situación de la Auditoría Superior del Estado.
Para ello, Castro Reynoso refiere que trabajarán “con seriedad pero también sin afanes protagónicos ni de señalamientos (…) tendrá que hacerse con rigor jurídico”.
De un lado se deberá definir qué sucederá con el cargo del actual auditor, Alonso Godoy Pelayo. Pero también se deberá reformar el modelo de fiscalización en donde los diputados tengan mayor control de la auditoría, según explicó.
Hoy el PRI en Jalisco vive un momento histórico en el que se alinean los gobiernos federal, estatal, la mayoría de los municipios y las diputaciones locales. Y esto abre una oportunidad única para trazar reformas estructurales.
Aunque Castro Reynoso ve con desconfianza ese supuesto y refiere que sería “soberbio” que esa situación garantice resultados, pues en todo caso la responsabilidad le corresponde a todos los partidos, fracciones y gobiernos.
“Todos somos gobierno”, enfatiza.
Para concluir la entrevista Castro Reynoso asegura -con reservas- que no dejará de lado el legislar a favor de comunidades lésbico-gay a través de un esquema de sociedades de convivencia.
Refiere que se debe “dejar de ser barrocos” y buscar nuevas formas de abordar los temas y construir “sobre la realidad” pues a su modo de ver se beneficiarían a otros modelos de familia que sí existen y que no son los tradicionales.
Pero la reforma a la Ley de Información Pública de Jalisco y sus Municipios todavía no está en la agenda.
Cuando se le cuestiona al respecto, Castro Reynoso deambula entre transparentar lo que se hace en el Legislativo, recordar que firmó un compromiso en campaña y que el tema lo someterá al consenso de su fracción.
La agenda priista de la 60 Legislatura
1) Delimitar el fuero de los diputados y reducir el número de diputados a 29 .
2) Eliminar partidas discrecionales entre Ejecutivo y Legislativo.
3) Legislar para crear un seguro de desempleo.
4) Crear esquemas legales para el presupuesto participativo en apoyo a mujeres, jóvenes y discapacitados.
5) Reformas en materia de justicia. Cadena perpetua por delitos graves; autonomía del Ministerio Público y eliminación del Consejo de la Judicatura.
6) Reformar la Auditoría Superior del Estado, que el Congreso tenga mayor vigilancia.
7) Fortalecimiento del esquema de coordinación metropolitana, impulsar el Instituto de Planeación.
8) Crear esquemas de incentivos para sectores agropecuarios, agrícolas y forestales.
9) Reducir impuestos estatales a sectores privados para generar más empleos.
10) Ampliación de los periodos de gobierno de los municipios de tres a cuatro años o buscar la reelección.