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El alcohol, el tabaco y los inhalables son las sustancias psicoactivas que más consumen los jóvenes y adolescentes de entre 10 y 19 años de edad. Se trata de sustancias legales que se obtienen con facilidad, aún y cuando su venta está regulada.
Así lo revelan estudios del Instituto de Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA) en el Distrito Federal, mientras que la discusión de los legisladores está en la despenalización y descriminalización de la marihuana.
En entrevista con Reporte Indigo, el titular de ese órgano, Rafael Camacho Solís, asegura que es alarmante el número de estudiantes que consumen sustancias psicoactivas
Estas, al ser introducidas por cualquier vía, ejercen un efecto sobre el sistema nervioso central y alteran las emociones, percepciones, estado de ánimo o inhiben el dolor de quien las consume.
De acuerdo con las cifras del IAPA, de toda la matrícula escolar de alumnos de quinto y sexto de primaria, de secundaria y bachillerato, se registran cerca de 180 mil adolescentes que han consumido alcohol.
En la encuesta elaborada en el 2012 y dada a conocer en este año se detalla que suman más de 117 mil estudiantes los que son adictos al tabaco y un promedio de 24 mil los que han inhalado solventes en un solo ciclo escolar.
Por eso el IAPA considera estéril que se le de tanta importancia al tema de la marihuana, cuando el consumo de esta droga se mantiene en el mismo rango.
“Considero que hay drogas que son más agresivas a pesar de que se supone están reguladas, pero en la práctica de alguna forma los adolescentes las adquieren en cualquier tienda, sin importar que su venta esté prohibida a menores de edad”, sostiene Camacho Solís.
De acuerdo con el funcionario, para el instituto la prioridad es el alcohol, ya que los adolescentes tienen acceso a este tipo de adicciones, motivo por el cual enfatizó que se está promoviendo una ley para un consumo moderado.
Respecto al tabaco afirmó que esa es la segunda prioridad del instituto, pues aún cuando se trata de una droga legal y que su consumo ha bajado, estadísticamente es la droga que más personas mata en todo el mundo.
“El Colegio de México presentó el libro donde documenta que el tabaco genera un índice de 60 mil muertes anuales, eso significa que hay 165 muertos cada día , lo cual equivaldría a que cuatro autobuses llenos se fueran al barranco y murieran todos”.
La tercera prioridad son los inhalables, que con base en la explicación de Rafael Camacho no son creadas como drogas, sino sustancias químicas para otro fin que terminan siendo usadas como drogas.
“Esos son productos necesarios, que para variar, son sustancias que no se les puede vender a los adolescentes, pero es común que las adquieran sin que ninguna autoridad logre poner un alto a estas prácticas”.
En términos porcentuales estas sustancias tienen menos índice de consumo que la marihuana, pero en los últimos años, registra un incremento exponencial y provoca los daños más severos entre los jóvenes.
En resumen, considera que en materia de prevención y atención de las adicciones, el punto central se encuentra en el consumo de drogas legales. Las mismas que carecen de una verdadera restricción para los menores de edad.
Ventajas de legalizar la marihuana
Para el titular del IAPA, el proyecto de legalizar la cannabis es una discusión estéril que no está en su campo, ya que la tarea que tiene su institución es la misma con drogas legales que las ilegales, es decir, programas de control y tratamiento.
“El cerebro no entiende de legalidad. Las adicciones tienen la misma naturaleza y lo que nos corresponde hacer es diseñar políticas para que la población no reitere o abuse del consumo de cualquier droga”.
La estadística del Instituto de Atención y Prevención de las Adicciones advierte que en los últimos años el consumo de marihuana aumentó de un 4 por ciento hasta un 6.6 por ciento, lo cual requiere atención, pero en menor grado que otras.
“Ahora, si me pregunta, puedo decir que científicamente estamos a favor de toda regulación y no apoyamos la prohibición, ya que eso nos permite obtener más información para el sector salud”, añade Camacho Solís.
“Porque si regulamos podemos saber quién cultiva, qué tipo de planta siembra, dónde la planta, qué tipo de terreno usa, cómo la fertiliza, cuándo la cosecha y cuánta producción genera, así como quién la trasporta, a quién la entrega, si hay fugas, quién la comercia y hasta quién la consume.
“Eso nos podría dar números más certeros de quiénes son las personas que debemos tratar para evitar que caigan en adicción. Tener hasta un padrón de consumidores a los cuales les puede llegar la información del IAPA.
“No hacerlo, simplemente nos ahorra todo ese trabajo, pero ese es un tema que está en el Congreso de la Unión y no en la cancha del Gobierno del Distrito Federal o de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal”.
Los focos rojos
El estudio del IAPA contiene un mapeo sobre las zonas donde se regitra el mayor índice de consumidores de alcohol, tabaco, inhalables, marihuana, cocaína y anfetaminas, con lo cual se pueden aterrizar los programas de atención y prevención.
Ahí se señala que la delegación donde los adolescentes consumen más alcohol es Azcapotzalco, que tiene el mayor número de estudiantes con este tipo de problemas en los últimos dos años y sus cifras aumentan. Esa demarcación también tiene el registro más alto en consumo de marihuana.
Mientras que la delegación Venustiano Carranza es la que arroja el mayor consumo de inhalables, entre las que destacan las llamadas “monas” “activo”, “tiner”, pinturas, pegamento y hasta limpiadores.
En tanto que la delegación Tláhuac registra el consumo más alto de drogas médicas, que son medicamentos recetados para combatir enfermedades como la fiebre, tos, congestión nasal, diarrea y alergia, entre otras.
La delegación Cuauhtémoc tiene los niveles más altos en consumo de cocaína y metanfetaminas, mientras que Iztapalapa empata estas cifras, pero solo en cuanto a la cocaína.
Para atender este tipo de adicciones, el IAPA informa que en coordinación con la Secretaría de Salud realizan talleres y diplomados en escuelas públicas sobre los daños que generan dichas drogas.
‘No somos un elefante blanco’
En entrevista, el titular del IAPA sostiene que la labor que hacen se ve reflejada en acciones concretas que van más allá de la creación de Centros de Atención por parte de las jefaturas delegacionales.
En la edición del 19 de febrero esta casa editorial dio a conocer que no hay una verdadera coordinación con las demarcaciones territoriales y que solo funcionan 2 de las 16 clínicas que se tienen que construir.
Al respecto, Rafael Camacho Solís sostiene que la ley se hizo de una forma que no se podría cumplir, por presupuesto y tiempo, pero que se trabaja a marchas forzadas para atender a quienes son víctimas de las drogas legales y las ilegales.
Sin embargo, reconoce que han tenido que apoyarse en otras áreas de gobierno para sacar adelante sus proyectos, en particular con centros de asistencia social y las clínicas de primer nivel que tiene la Secretaría de Salud.