Las rentas millonarias

Desde el 2012 a mayo de este año –fecha más reciente disponible-, la Cámara Alta ha invertido más de 3 millones 800 mil pesos para rentar tres inmuebles que tienen diversos usos.

Será a finales de este mes cuando la empresa GAMI Ingeniería e Instalaciones entregue al Senado la obra terminada de la nueva sede, ubicada en la esquina de Reforma e Insurgentes.

Esto sucederá a cuatro años de que el edificio fuera entregado para comenzar operaciones, aunque con múltiples fallas.

Además de la renta, hay otras cosas para las que no se escatiman gastos.

Imelda García Imelda García Publicado el
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Desde el 2012 a mayo de este año –fecha más reciente disponible-, la Cámara Alta ha invertido más de 3 millones 800 mil pesos para rentar tres inmuebles que tienen diversos usos.

Será a finales de este mes cuando la empresa GAMI Ingeniería e Instalaciones entregue al Senado la obra terminada de la nueva sede, ubicada en la esquina de Reforma e Insurgentes.

Esto sucederá a cuatro años de que el edificio fuera entregado para comenzar operaciones, aunque con múltiples fallas.

Además de la renta, hay otras cosas para las que no se escatiman gastos.

Según el “Informe sobre contrataciones en materia de obras públicas, adquisiciones, arrendamientos y servicios formalizados” del Senado, del primer trimestre del 2015, la Cámara Alta ha invertido miles de pesos en rubros tan diversos como “Lavado y planchado de mantelería” o el “Servicio de abastecimiento de periódicos y revistas”.

A pesar de tener una nueva sede con una construcción de 72 mil metros cuadrados en una superficie de 9 mil metros cuadrados, el Senado continúa invirtiendo en la renta de algunos inmuebles.

Según información de la dirección general de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Cámara Alta, entre el 2012 y mayo del 2015 se invirtieron 3 millones 834 mil 458 pesos en la renta de tres inmuebles.

Dos de ellos son estacionamientos y bodegas ubicados en la calle República de Cuba, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Por el primero, ubicado en Cuba número 3, el Senado destinó 320 mil 301 pesos.

Por el segundo estacionamiento, en Cuba número 7, la Cámara invirtió 2 millones 925 mil 717 pesos.

Esto ocurre a pesar de que la nueva sede del Senado tiene espacios para mil 505 vehículos estacionados en tres sótanos.

El otro inmueble rentado se refiere a las oficinas rentadas en la Torre del Caballito entre enero y marzo del 2012, por las que se invirtieron 588 mil 440 pesos.

Antes de que fuera puesta en funcionamiento la nueva sede del Senado, la Cámara alta rentaba un total de 14 inmuebles en varios puntos de la ciudad.

El número se ha ido reduciendo hasta llegar a los tres que ocupa actualmente.

A partir de la entrada en funcionamiento del nuevo edificio, el ahorro por concepto de rentas alcanza los 100 millones de pesos anuales.

Se espera que en agosto próximo, la empresa administradora del proyecto haga entrega del inmueble al Senado mexicano.

¿Modificaciones extravagantes?

Aunque el nuevo edificio senatorial comenzó a funcionar en el 2011, las autoridades de la Cámara no recibieron el inmueble por contar con múltiples fallas que se han ido modificado poco a poco.

En el transcurso de la construcción, también se ordenaron algunas modificaciones para adecuar el espacio a las necesidades de los senadores.

No solo se modificó la edificación, también lo hicieron los costos.

Originalmente la obra tendría un costo de mil 699 millones de pesos. Sin embargo, una vez realizadas las modificaciones el costo fue de 2 mil 613 millones, un incremento del 53.7 por ciento en el precio.

Este costo no solo se refiere a la obra del inmueble, para cuya construcción se destinaron mil cinco millones de pesos; sino que incluye también el equipamiento, por mil 607 millones.

Durante todo el proceso de construcción se realizaron ocho convenios modificatorios al contrato original, en los que se cambiaron montos o características del equipamiento.

Algunas modificaciones fueron ordenadas para optimizar el funcionamiento del edificio en su parte estructural; mientras que otras se hicieron para “mejorar” el trabajo de los legisladores.

Uno de los cambios que se realizó fue la modificación de la elevación del presídium y del podio central “a fin de mejorar la perspectiva visual de los senadores de la mesa directiva”.

Aunque parece una alteración sencilla, para llevar a cabo esta obra se tuvo que reestructurar y reforzar la losa del entrepiso del recinto.

Otra modificación al proyecto fue la colocación de una reja perimetral al inmueble, cuya instalación no estaba contemplada en el proyecto original.

También se incluyeron tres nuevas oficinas para los vicepresidentes de la Mesa Directiva y se ampliaron las salas de protocolo de algunas áreas.

Se ordenó la reconfiguración de las áreas de espera de invitados especiales que se encuentran adjuntas al Salón de Plenos.

Se adecuó la sala de prensa, para que tuviera una capacidad para 100 personas, se creó un área especial para que se elaboren las síntesis informativas día a día y se creó el área de estudios de grabación del Canal del Congreso.

El Salón de Plenos contaba originalmente con un domo, al que tiempo después se le tuvo que colocar un parasol para evitar que el reflejo de luz impidiera ver la pantalla de votación.

En la Torre de Comisiones, un edificio de 16 pisos, se colocó un domo para evitar que entrara el agua de lluvia.

 Se colocaron tres plantas de generación de electricidad de emergencia. Originalmente se tenían dos en funcionamiento, pero al incluir una extra, se tuvo que reforzar la estructura del edificio del Hemiciclo, donde está este equipamiento.

Una de las áreas que ha sufrido el mayor número de modificaciones es la de Telecomunicaciones, por el avance tecnológico que año con año se van presentando.

Tan solo para modernizar esa área, en estos años se han invertido más de 148 millones de pesos.

Para lavar manteles, 180 mil

Para su funcionalidad, la Cámara alta realiza día con día gastos que salen de los bolsillos de todos los mexicanos.

Uno de ellos es el “Lavado y Planchado de Mantelería”, por el que se erogaron 180 mil pesos –sin IVA- durante los tres primeros meses del año.

De acuerdo con el Informe sobre Contrataciones en Materia de Obras Públicas, Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios Formalizados del primer trimestre del 2015, se realizaron gastos diversos que abarcan todas las áreas.

Para mantenimiento preventivo de los sistemas de aire acondicionado se destinaron 200 mil pesos; la misma cantidad se invirtió en la compra de gas LP.

Por un servicio de monitoreo de actividades del Senado “para dar cumplimiento y fortalecer las labores de difusión”, se invirtieron 193 mil pesos.

El Instituto Belisario Domínguez, encargado de hacer labor de investigación que coadyuve a las decisiones que se toman en el Senado, contrató a una persona para realizar un estudio.

Dicho análisis se denominó “Caso Práctico de la Implementación del Modelo para Evaluar la Factibilidad Hacendaria en México”. Por él, se pagaron 225 mil pesos a Max Lugo Delgadillo. El contrato fue realizado por adjudicación directa.

Por otro estudio, sobre “Acciones Legislativas en México para la Implementación de Políticas en Materia de Energías Renovables”, el Senado pagó 200 mil pesos a Alberto Alférez Alcázar. Este contrato también fue por adjudicación directa.

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