Las víctimas de la paridad
La distribución paritaria en la política no es sencilla, las mujeres deben enfrentar condiciones difíciles como contender en lugares poco probables de triunfo, en cargos que no querían e incluso ser víctimas de violencia de género
Jonathan ÁvilaUno de los acontecimientos más aplaudidos en el balance del pasado proceso electoral es la paridad de género, una medida política que busca una mayor inclusión de las mujeres en los espacios de elección popular a través de medidas obligatorias a los partidos para que las candidaturas fueran repartidas en un 50 por ciento.
Sin embargo no todo es miel sobre hojuelas. El machismo en la esfera política y partidista sigue predominando. Un reto que se vislumbra difícil, pero que debe ser revisado y cambiado, como explicó Sandra Martínez Díaz Covarrubias, integrante del Centro de Investigación y Proyectos para la Igualdad de Género, en entrevista con Reporte Indigo.
La implementación de la equidad ha sido tan complicado a nivel local, que Sandra señala que incluso se habla de que este proceso también ha tenido ‘víctimas de la paridad’, por haber forzado a algunas mujeres a contender en cargos que no querían o con condiciones adversas, incluso de violencia criminal.
El centro realizó durante el pasado proceso electoral un proyecto de diagnóstico de violencia política en Jalisco, enfocado a visibilizar la violencia contra las mujeres en el espacio y la disputa política, es decir, los ataques del que son blanco las mujeres a la hora de contender o ejercer un cargo.
La socióloga destaca que aún cuando se avanzó en término de la paridad al convertirse en Ley durante el 2017 y se pudo aplicar para este periodo electoral, todavía hay mucho trecho por avanzar.
A partir de este proceso, en Jalisco sólo habrá 31 mujeres ejerciendo el cargo de alcaldesas, un número menor comparado con los 125 municipios que se disputaron el primero de julio.
En el camino de la paridad algunas mujeres se han encontrado con obstáculos importantes. Al interior de los partidos impera la designación por dedazo, donde las mujeres o son impuestas o cuando logran obtener sus candidatura son blanco de amenazas por atentar contra los intereses de un grupo al interior.
“Hubo muchísima simulación. Incluso hasta situaciones de amedrentamiento directo de ‘tú tráeme los papeles y fírmale porque vas a ser (candidata) aunque no quieras ser’, o que en el último momento les cambiaron las planillas.
“Eso es algo además que tiene que ver con el sistema que se ha agotado, y estas formas y estructuras partidistas que tendrían que renovarse y cambiar prácticas que tienen al interior”, recalcó Martínez Diaz Covarrubias.
A nivel estatal hubo grandes reticencias a los lineamientos de paridad que se aprobaron. Hubo impugnaciones de partidos que no querían implementar la paridad. Al igual que impugnaciones al interior de los partidos por parte de algunas candidatas, dijo.
“Estamos muy conscientes de los costos que ha tenido implementar la paridad, a golpe de sentencias. Porque además ha tenido que ser así. (Se ha) judicializado totalmente el proceso. No ha sido una transición de ‘ah claro, es su derecho de estar representadas’”, explicó la investigadora.
Una de las herramientas que las mujeres tienen para la salvaguarda de sus derechos políticos son los Juicios de Derechos Políticos del Ciudadano en el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco y quejas ante el organismo público local del Instituto Nacional Electoral.
Destaca que a pesar de ser una labor difícil por el contexto de violencia que se ha tenido históricamente, la experiencia de Jalisco podría ser enriquecedora para el análisis y la reflexión sobre lo que se debe de cambiar en la política.
“En realidad, si lo vemos con las cifras de ahora, no se llegó a la paridad ni por asomo. Aumentaron las municipes, sí. (…) Entonces en realidad es que sí se cumplieron los criterios pero ¿qué pasó entonces? Se mandaron a mujeres a municipios donde sabían que iban a perder, de menores recursos. Quizás la única que tenga el municipio con mayores recursos es Tlaquepaque”, criticó.
Las candidaturas municipales en las que encabezaba una mujer eran más de 600, según Sandra Martínez, y sin embargo los espacios de poder quedaron reducidos a un mínimo de 31 alcaldías que iniciarán funciones en octubre.
Pero esta perspectiva no la comparte el presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, Guillermo Alcaraz Cross, quien señaló que no ve una derrota o mala implementación en la paridad de las candidaturas de esta entidad.