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Le hacen falta vitaminas

En redes sociales y entre algunos miembros de la clase política, el rumor se regó como pólvora: el IMSS y el ISSSTE se van a privatizar.

El argumento que han utilizado los críticos de ambos sistemas es que la situación de las instituciones de seguridad social está al borde del colapso.

Lo cierto es que hasta el momento no existe ninguna iniciativa encaminada a privatizar la atención médica en el país.

26.3%
de los recursos del ISSSTE fueron destinados a la atención de enfermedades crónicas

En redes sociales y entre algunos miembros de la clase política, el rumor se regó como pólvora: el IMSS y el ISSSTE se van a privatizar.

El argumento que han utilizado los críticos de ambos sistemas es que la situación de las instituciones de seguridad social está al borde del colapso.

Lo cierto es que hasta el momento no existe ninguna iniciativa encaminada a privatizar la atención médica en el país.

De acuerdo con datos del Sistema de Información Legislativa (SIL) de la Secretaría de Gobernación, las dos únicas iniciativas que se ha presentado para crear el Sistema Universal de Salud fueron presentadas por Rubén Félix Hays, diputado de Nueva Alianza; y por las bancadas del PAN y Nueva Alianza en el Senado.

Ambas promueven la modificación del artículo 4 de la Constitución Política mexicana para establecer la concurrencia de la Federación, los estados y todas las instituciones públicas de salud para crear el Sistema Universal de Salud.

El Ejecutivo federal no ha presentado hasta el momento ninguna iniciativa al respecto.

En el Congreso de la Unión las posiciones son encontradas. Mientras el PRI y sus aliados afirman que la privatización de ambas instituciones es solo un rumor, algunos legisladores de izquierda aseguran que el Gobierno está próximo a declarar su quiebra.

Lo que sí ha pasado es que tanto el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), presentaron hace unos días un informe sobre la situación que guardan.

En la institución de salud que atiende a los trabajadores al servicio del Estado, la mayoría de su equipo es obsoleto.

De acuerdo con su Informe Financiero y Actuarial, a pesar de que la mayor parte de su equipo se encuentra funcionando, el 80 por ciento de este se encuentra en un proceso de “obsolescencia tecnológica”.

En algunos tipos de equipo, como los esterilizadores, mastógrafos, tomógrafos y unidades radiológicas, hasta el 30 por ciento tienen una antigüedad igual o mayor a los 8 años de servicio.

En promedio, la infraestructura de atención para el primer nivel tiene una edad de 24 años; para el segundo nivel, es de 28 años; y el tercer nivel, de 35.

Sin embargo, hay instalaciones que tienen hasta 60 años, como el Hospital General Darío Fernández Fierro, en el Distrito Federal.

La cobertura también ha sido un reto para el Instituto.

En unidades de primer nivel, como consultorios y centros de atención primaria, hay zonas del país que cuentan solamente con 0.6 consultorios por cada mil derechohabientes.

En hospitales de segundo nivel existen zonas con un promedio de 0.69 camas por cada mil derechohabientes. En zonas más pobladas, como el Estado de México, el promedio es de apenas 0.24 camas.

Las proyecciones hacia el futuro también son inquietantes para el ISSSTE.

De acuerdo a su informe, para el 2050 se espera un incremento en el número de mujeres y de derechohabientes mayores a 45 años de edad.

“Dichas proyecciones representan un reto para el Instituto, ya que una población de edades avanzadas y con una esperanza de vida mayor requerirá de la adecuación de los modelos de atención y financiamiento de los programas y beneficios que se otorgan”, señala el informe.

Para el 2050, especifica el ISSSTE, solo habrá 1.95 trabajadores activos por cada pensionado.

Además de la edad de sus derechohabientes, otro de los retos del sistema de salud es el costo de las enfermedades crónicas que sufre la población.

Tan solo en el 2014, se invirtió el 26.3 por ciento del total de recursos del Instituto (14 mil 372 millones de pesos) en la atención de ciertas enfermedades como el cáncer, padecimientos cardiovasculares, insuficiencia renal, hipertensión y diabetes tipo dos.

En todas sus áreas, el ISSSTE presenta una situación favorable, salvo en el manejo de sus tiendas de autoservicio, los llamados Superissste.

En 2014, los Superissste tuvieron un decrecimiento en sus ventas por mil 119 millones de pesos respecto al año anterior.

Esta pérdida se ha compensado con la inyección directa de recursos desde el ISSSTE. El año pasado, el Instituto destinó mil 485 millones de pesos para el pago de la nómina y otras erogaciones, como demandas laborales, impuestos, vales de despensa y aportaciones al seguro de salud, entre otros.

 “La situación financiera del Superissste genera presión al flujo de operación del Instituto, ya que sus costos y gastos son superiores a sus ingresos”, expone el informe.

En general en las otras áreas del ISSSTE se reportó una situación financiera saludable gracias a las transferencias federales de recursos, pues incluso se cuenta con un superávit de 279 millones de pesos.

IMSS: menos uso de las reservas

En su Informe sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS, el Instituto y un auditor externo revelaron que se revirtió la tendencia en el uso de los fondos de reserva y se mejoró su perspectiva de sustentabilidad.

“En junio del 2010, (el IMSS) destacaba en sus proyecciones de corto plazo que aun con el uso del Fondo Laboral y las reservas, el IMSS dejaría de ser autosustentable financieramente a partir del 2014”, expone uno de los auditores externos.

Sin embargo, a partir del 2013 se llevó a cabo un esfuerzo de saneamiento financiero que permitió disminuir el uso de las reservas.

En el 2012, se utilizaron 24 mil 568 millones de pesos de ese fondo; en el 2013, el uso fue de solo 11 mil 588 millones de pesos.

Con los movimientos realizados para disminuir el uso de las reservas, la autosuficiencia del IMSS se garantiza hasta el 2017, señala el documento.

En el informe, el IMSS se pronunció a favor de consolidar un Sistema Nacional de Salud Universal que homologue los servicios y evite duplicidades en la cobertura.

El IMSS sostiene que de conformarse el Sistema Nacional, el nivel de atención mejorará y se coordinará a todas las entidades proveedoras de salud sin importar el origen de su financiamiento.

El Instituto sostiene que en algunos servicios llevan a cabo por medio de subrogaciones, y se tienen planes de que en un futuro cercano se otorguen contratos a otras instituciones y empresas a cambio de servicios de salud.

En su informe, el IMSS sostiene que la compra consolidada de medicamentos, vacunas y material de curación con otras instituciones le ha permitido disminuir su gasto en ese rubro dramáticamente.Tan solo en 2014, el Instituto ahorró cerca de 2 mil 500 millones de pesos en la compra de estos insumos.

En el 2014 fueron 42 instituciones y entidades participantes que hicieron pedidos de medicamentos de forma consolidada, lo que permitió conseguir precios más bajos para surtir las recetas de los pacientes.

El documento expone también la situación del programa de vales de medicinas, que tanta polémica despertó cuando fue puesto en marcha, por tratarse de una de las promesas de campaña del PVEM, aliado del partido en el gobierno.

En los últimos tres meses del 2014, desde que el programa “Tu receta es tu vale” comenzó a operar, diariamente se han repartido cerca de 200 mil medicamentos y se emiten entre 300 y 400 vales.

 “Se están surtiendo el 99.8 por ciento de los medicamentos recetados, lo cual se ha reflejado en que las quejas por desabasto en el Distrito Federal disminuyeron en 90 por ciento”, indica la publicación.

En el 2015, el IMSS instrumentará el programa en otros estados del país. Al igual que en el ISSSTE, la atención de las enfermedades crónicas no transmisibles representa la mayor carga para el IMSS.

El 15 por ciento de los derechohabientes padece alguno de estos padecimientos, que consumen el 32 por ciento del recurso total destinado para enfermedades y maternidad.

“De no contener y controlar mejor las enfermedades crónicas, el gasto en ellas se incrementará en una tasa anual de aproximadamente 4 por ciento por año”, expone.

Los ingresos del Instituto han aumentado con los cambios fiscales que permiten la incorporación de más personas al IMSS. Esto, señaló en su informe, le ha dado un respiro a sus finanzas, pues aumentaron sus ingresos propios,

El IMSS sostiene que, además de todo su trabajo operativo y de administración, se encuentra realizando labores de digitalización de documentos y trámites, lo que traerá ahorros millonarios y en tiempo pues, en el mediano plazo, cada vez menos derechohabientes tendrán que acudir a las oficinas a realizar trámites que podrán hacer en línea.

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