Le hereda el desorden a Murillo
El desorden heredado por la exprocuradora Marisela Morales en la Dirección General de Servicios Aéreos de la PGR tendrá que ser resuelto por la actual administración.
Desde la Presidencia de la República se dio la orden de atender a los pilotos de esa dependencia que han estado protestando desde hace un año por despidos injustificados.
El desmantelamiento operado por la exprocuradora provocó el despido de más de 300 empleados y erogaciones de millones de pesos para rentar aeronaves particulares que fueron utilizadas en labores oficiales.
Armando Estrop
El desorden heredado por la exprocuradora Marisela Morales en la Dirección General de Servicios Aéreos de la PGR tendrá que ser resuelto por la actual administración.
Desde la Presidencia de la República se dio la orden de atender a los pilotos de esa dependencia que han estado protestando desde hace un año por despidos injustificados.
El desmantelamiento operado por la exprocuradora provocó el despido de más de 300 empleados y erogaciones de millones de pesos para rentar aeronaves particulares que fueron utilizadas en labores oficiales.
Los expilotos de la PGR han protestado y denunciado una serie de irregularidades ante los actuales funcionarios y el propio titular de la Procuraduría. Pero no han tenido éxito.
Por eso acudieron a la Presidencia de la República.
“Se nos acusó de haber sido corruptos y ladrones por algunos medios de comunicación y por la misma procuradora. Esto es totalmente falso, ya que de haber sido así, se debió haber iniciado el procedimiento administrativo y penal para deslindar responsabilidades.
“Estos despidos fueron maquinados y ordenados por la anterior procuradora general, Marisela Morales Ibáñez y su equipo de colaboradores, y afirmamos que carecen de sustento legal y jurídico, ya que durante dichos procedimientos para separarnos de nuestros cargos violaron un sinnúmero de derechos del personal despedido, sin que a la fecha hayan sido reparados y mucho menos fundamentados”, indican los afectados en una carta.
Aunque esta misiva fue enviada el 18 de junio, los afectados ya habían solicitado de manera individual la intervención de Enrique Peña Nieto. Y fue a esas peticiones a las que dio respuesta la Presidencia.
La Dirección General de Atención Ciudadana, a cargo de Carlos Romero Castro, envió a la PGR oficios para atender cada caso.
En el oficio GR-2200024339-6 se le pide a Judith Gómez, secretaria particular del procurador Jesús Murillo Karam, que se atienda este problema en un periodo no mayor de 25 días naturales.
“En virtud de ser un asunto que recae en la competencia y atribuciones de la dependencia a su digno cargo, esta Dirección General de Atención Ciudadana le solicita respetuosamente, proporcionar respuesta directa al ciudadano en un plazo no mayor a los 25 días naturales”, señala el documento.
Sin embargo, los días pasaron, la fecha límite llegó y no hubo respuesta.
La desesperación empieza a permear entre los pilotos que se han manifestado, por eso pretenden emprender una serie de acciones para dar a conocer su situación.
Uno de sus portavoces, que pidió el anonimato por temor a represalias, asegura que si bien no es un problema de la actual administración, si se apegan a derecho, la autoridad federal debe cumplirle a los trabajadores.
Señala que este es tan solo uno de los grandes problemas administrativos que dejó Marisela Morales y que es una obligación del actual gobierno hacerle frente e ir tras los responsables.
La semana pasada, el grupo de pilotos volvió a enviar un oficio para solicitar audiencia al procurador general de la República y presentarle sus argumentos.
La inquietud es mayor porque desde hace un par de días, la PGR ha estado liquidando a los empleados de la Dirección General de Servicios Aéreos, pero los pilotos no han sido considerados.
Hasta ahora no se ha informado de manera oficial el monto y las condiciones de liquidación que está ofreciendo la dependencia que encabeza Jesús Murillo Karam.