Ciudadanos quieren “iluminar” con un paseo ciclista y peatonal uno de los barrios más tradicionales y a la vez olvidados de la capital regiomontana.
La iniciativa forma parte del proyecto de regeneración urbana de 100 manzanas del Barrio de la Luz –ubicado en el primer cuadro de Monterrey- que arrancaron la organización Vertebra y la Parroquia Nuestra Madre Santísima de la Luz.
Ambos promotores impulsan la Ruta de la Luz, un paseo para peatones y ciclistas que atraviese el barrio y conecte las plazas de La Luz, del Chorro y de los Enamorados, ubicadas en ese polígono de la ciudad.
Ángel Quintanilla, presidente de Vertebra, asegura que este proyecto tiene la intención de reactivar la economía del barrio y generar una vocación de movilidad para convertir más atractiva esa zona a locales y foráneos.
“Si nosotros logramos hacer que tenga una vocación de presencia y movilidad, entonces la gente al moverse comprará lo que hay en el barrio”, dice.
Desde el pasado 25 de septiembre hasta el mismo día de 2013 se festejan en el barrio diversas actividades culturales, religiosas, deportivas y sociales para conmemorar el centenario de su fundación.
“Decidimos hacer una especie de jubileo, arrancar un año antes todos los festejos y de las primeras juntas nació la idea de aprovechar este gran pretexto para tratar de hacer algo que nos sirviera como referente”, recuerda Quintanilla.
“De hacer un esfuerzo para lograr en Monterrey tener un barrio que sirviera de referente, de cómo la sociedad puede recuperarse y regenerarse a sí misma”.
A este esfuerzo se sumó el párroco Óscar Lomelín, quien desde el púlpito convoca a los vecinos a que se sumen y contribuyan en el proyecto.
“Muchos de los problemas se dan por la descomposición del tejido social, pues vamos a tratar de recomponerlo al menos en nuestro barrio”, sostiene el presbítero, “un barrio que le devuelva a Monterrey este orgullo de ser del norte”.
Entre algunas de las acciones para regenerar el barrio están la creación de un atlas de riesgo del barrio, la documentación y diseño de un plan de seguridad, calles bien iluminadas, rampas en las banquetas, programas sociales y la restauración de la parroquia.
Los promotores han recurrido a la administración entrante de la alcaldesa electa Margarita Arellanes, a quien han expuesto sus planes de intervención urbana.
Quinitanilla sostiene que el reto más grande después de concluir el año de intervención es el de empoderar a la comunidad y volverla autosustentable.
“Cada lugar de intervención es totalmente diferente, como un ser vivo que hay que tomarlo en cuenta como tal y analizar como hace un médico con un diagnóstico”.
Las necesidades del barrio se han identificado con un diagnóstico y una consulta pública entre los vecinos de la colonia.
Con la colaboración de expertos en desarrollo sustentable, arquitectos y académicos, actualmente se construye un plan maestro para el Barrio de la Luz.
En el diagnóstico del barrio, según Quintanilla, han encontrado que algunos vecinos no cuentan con seguridad social o que sus casas tienen pisos de tierra.
Esto, dice el presidente de Vertebra, les ha dado la oportunidad para generar un plan para implementar programas sociales y de salud en uno de los sectores más olvidados en administraciones pasadas.
Las 100 manzanas en las que está el barrio conforman cuatro Áreas de Geo Estadística Básicas (AGEB) delimitadas por el INEGI, en las que viven alrededor de 4 mil personas, la mayoría adultos mayores.